Actualmente una de cada tres personas enfrenta escasez de agua en nuestro planeta, señaló la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua e hizo un llamado de atención a la creciente falta de este vital recurso, además de la necesidad de cooperar para garantizar su uso sostenible, eficiente y equitativo.
La Cepal destacó que América Latina es una de las regiones que tienen más agua dulce del planeta, sin embargo hay escasez de agua en extensas zonas del continente como sucede en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Perú y México.
«Bien aprovechada, el agua puede ser fuente de energía eléctrica para comunidades rurales en zonas, como el altiplano boliviano, donde un porcentaje importante de la población no está conectada a la red nacional».
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, en el mundo, alrededor de 1 100 millones de personas (1 de cada 6) no tienen acceso al volumen mínimo que ese organismo recomienda para satisfacer las necesidades básicas de agua para beber, cocinar y de limpieza, lo cual equivale entre 20 y 50 litros diarios por persona, según el Consejo Consultivo del Agua.
Situación que en nuestro país no es mejor, informa este Consejo, pues se estima que cerca de 12 millones de personas carecen de agua potable y 24 millones de alcantarillado y, específicamente en la capital del país (DF), del agua potable que llega se pierde el 40 por ciento en fugas y 10 por ciento en tomas clandestinas.
Para esta ONG, encargada de promover y apoyar el cambio estratégico necesario para lograr el uso racional y el manejo sustentable del agua en México, en términos de disponibilidad de agua nuestro país se encuentra entre las naciones del mundo cuya disponibilidad promedio de este recurso es baja.
Por si fuera poco, agrega, la distribución geográfica del agua a lo largo y ancho del país es desigual. Una muestra de ello es que mientras que en la región de la frontera sur se cuenta con más de 24,000 m3 de agua por habitante al año, en el valle de México apenas se llega a los 182 m3.
MÉXICO EN LA PARADOJA
En el país «la situación del agua parece ser como una paradoja», considera el Consejo Consultivo del Agua.
Mientras que en las regiones con menor disponibilidad de agua se concentra la mayor población, hay más actividad económica, una mayor explotación de acuíferos y contaminación y un menor volumen de escurrimientos. En las regiones con mayor disponibilidad de agua, la población es más reducida, hay menor actividad económica, explotación de acuíferos y contaminación y el volumen de escurrimientos es mayor.
Con base en un estudio reciente, publicado por la organización Comprehensive Assessment of Water Management in Agriculture (CA), el Consejo sostiene que en casi la tercera parte del territorio de nuestro país ya se presenta una escasez material de agua –extracción de recursos hídricos que se aproxima o ha excedido los límites sostenibles– y en poco más de otra tercera parte la escasez está muy próxima.
Según estimaciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), entre 1990 y 2005 México redujo el porcentaje de población que reside en viviendas que no disponen de agua entubada dentro de la vivienda o dentro del terreno de 24.0 a 12.2 por ciento y el porcentaje de población en viviendas sin drenaje conectado a la red pública o fosa séptica de 40.3 a 15.5 por ciento.
Aún cuando estas cifras representan un avance de 98.2 por ciento con relación a la disminución del déficit en materia de agua y de 123.1 por ciento en la disminución del déficit en materia de drenaje, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), todavía en el 2005 12.1 millones de personas carecían de agua potable y 15.3 millones de drenaje, acepta Conapo.
La meta 10 de los ODM marca que para el 2015 se debe «reducir a la mitad el porcentaje de personas que carezcan de acceso sostenible a agua potable y a servicios básicos de saneamiento», respecto al nivel observado en 1990.
En 2005, de acuerdo con este organismo, cinco estados del sur registraron un déficit de agua potable mayor al que presentaba el país en 1990: Guerrero (37.0 por ciento) en primer lugar, seguido de Oaxaca (29.9 por ciento, Chiapas (29.4 por ciento), Veracruz (27.3 por ciento) y Tabasco (26.2 por ciento).
Los estados que, con excepción de Tabasco, registraron avances menores a 80 por ciento en la consecución de la meta del milenio relacionada con agua potable fueron: Veracruz (79.5 por ciento), Oaxaca (77.4 por ciento), Chiapas (76.1 por ciento) y Guerrero (51.2 por ciento).
Los significativamente menores a 98.2 por ciento observado a escala nacional son Morelos (48.2 por ciento) y Baja California Sur (?25.0 por ciento). En este último, señala Conapo, inclusive se advierte un aumento en la proporción de personas que carecen de agua entubada en el ámbito de la vivienda, de 12.3 por ciento en 1990 a 13.8 por ciento en 2005.
En materia de drenaje, Oaxaca y Guerrero también registraron déficit en 2005 similares a los que presentaba el país en su conjunto hace quince años: 41.1 y 40.9 por ciento de su población residía en viviendas sin drenaje conectado a la red pública o a fosa séptica, respectivamente.
Además, también son las entidades del país con los menores avances en la consecución de la meta del milenio correspondiente, con disminuciones relativas de sus rezagos en drenaje de 88.4 y 79.9 por ciento, en uno y otro caso, muy por abajo del promedio nacional de 123.1 por ciento.
¿QUÉ HACER?
Para Conapo esta información subraya la necesidad de fortalecer la dotación de infraestructura y la prestación de servicios básicos en los estados del país con los mayores rezagos, ya que «el acceso de la población a los servicios básicos de agua potable y saneamiento es un componente fundamental de la calidad de vida de las personas, dado que permite el desarrollo de las actividades cotidianas en condiciones saludables e higiénicas».
Particularmente, en los países en desarrollo la falta de agua potable para consumo humano y de instalaciones sanitarias adecuadas es la causa de diversas enfermedades gastrointestinales e infecciosas, cuya atención afecta tanto a la economía de las personas y las familias que las padecen, como a los sistemas de salud pública, concluye.
Desde 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró como Día Mundial del Agua el 22 de marzo y, a partir de ese año, en muchos países se realizan acciones para celebrarlo. Este año el tema fue la escasez del agua en el mundo.
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