A unas horas de que concluya el cómputo final de las elecciones celebradas el pasado domingo en el territorio michoacano, todo parece indicar que solamente 3 de los 113 municipios del territorio michoacano serán gobernados por una mujer, en tanto que para el Congreso local, hasta esta madrugada únicamente se confirmaba el triunfo de dos de las más de 40 mujeres que buscaron la representación popular.
Durante las primeras horas, el Instituto Electoral del Estado de Michoacán confirmó la victoria de María Rosa León Maciel, María Santos Gorrostiesta Salazar y Miroslava Meza Virrueta, como alcaldesas de Panindícuaro, Tiquicheo y Gabriel Zamora, respectivamente; mientras que para el Congreso local, se entregó la constancia de mayoría a la activista feminista Gabriel Desiree Molina y Lourdes Esperanza Torres Vargas.
Aunque todos los partidos cumplieron o incluso superaron con la cuota de registrar a un 30 por ciento de mujeres en sus listas de candidaturas, no fue suficiente para que ellas lograran llegar a los cargos de elección popular por mayoría relativa, quedando pendiente la definición de las mujeres que podrán obtener la diputación por representación proporcional, aunque de entrada y como es costumbre el primer espacio fue asignado por los diferentes partidos a los varones.
En el proceso electoral del 2004, tres mujeres lograron el triunfo en elección, mientras que una más, Rosa María Chávez Miranda, fue designada alcaldesa de Buena Vista Tomatlán en el mes de octubre del 2005, luego de que su esposo, el alcalde priista Fernando Chávez Mendoza fue arteramente asesinado en el camino que conduce de Apatzingán a Buena Vista Tomatlán.
Si bien el tema de género fue explotado, aunque en algunas ocasiones interpretado erróneamente, por hombres y mujeres aspirantes a los diversos cargos que buscaban la conquista del electorado, ello no bastó para que la balanza se inclinara a favor de ellas y nuevamente la participación activa de la mujer en la política quedó simple y sencillamente en una mera intención.
Cabe hacer mención que el 52.54 por ciento del padrón electoral del estado de Michoacán corresponde a mujeres, sin embargo en esta ocasión lamentablemente ellas también votaron y no necesariamente por una mujer.
La perredista y feminista Gabriela Desiree Molina es la única de las tres diputadas que cuenta con estudios de género, pero además conoce, y bien, la problemática que enfrenta la mujer indígena, sector por el que trabajó arduamente durante su desempeño como Directora del Instituto Michoacano de la Juventud.
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