La alta incidencia de mortalidad materna en Chiapas (70 por cada 100 nacidos vivos), se debe al bajo alcance de los programas de prevención de las instituciones públicas de salud, que no cubren la gran demanda de mujeres de la entidad, dijo el ginecólogo Paul Demóstenes.
A ello se suman los escasos recursos humanos y materiales de las clínicas y hospitales de Chiapas, hecho que limita el éxito de los programas preventivos pues benefician a un reducido sector de la población chiapaneca femenina mayor de 25 años y menor de 50 conformado por 397 mil 977 personas, según cifras del INEGI.
Pero también inciden otros factores que alientan las llamadas «enfermedades de la mujer», como la distribución geográfica de la población –existen muchas comunidades o colonias muy alejadas a las que no llegan servicios de salud.
Factores religiosos –que impiden a la mujer hacerse un estudio clínico-, y por supuesto el factor económico –un estudio de papanicolao cuesta 200 pesos y el de colposcopía (microscopio que permite detectar de manera inmediata las lesiones precursoras del cáncer) cuesta 300 pesos en clínicas particulares-.
Aunado a estas circunstancias están los llamados factores pre disponentes, que varían según el tipo de vida de cada mujer y son principalmente el inicio temprano de actividad sexual, abortos constantes, múltiples parejas sexuales y el tabaquismo, que aumentan la posibilidad de desarrollar enfermedades en el aparato reproductivo.
La directora del Instituto de la mujer de Chiapas, Elvia Quintanar Quintanar afirma que «las mujeres dan prioridad a la atención de la salud de los hijos o de la pareja y relegan la atención a su propio cuerpo, a su salud, a un segundo momento cuando ya su enfermedad está avanzada».
Quintanar considera que la atención a la salud de la mujer debe incluir, además de los aspectos reproductivos «los otros ciclos de vida como la infancia, la adolescencia y la etapa madura, para que también atendidos con el fin de poder prevenir enfermedades».
GOBIERNO Y SOCIEDAD CIVIL
Dentro de las acciones de gobierno estatal dirigidas a la prevención de la muerte materna cabe destacar el ESPESI, proyecto estatal creado a raíz del Taller La muerte materna en Chiapas, un Problema Social e Institucional.
El ESPESI incluye capacitación al personal médico y paramédico para la atención prenatal con calidad y enfoque de riesgo; atención de menores de dos años; capacitación a parteras tradicionales para la atención del embarazo, parto, recién nacido y puerperio; al personal médico y paramédico hospitalarios para la atención de urgencias obstétricas.
Censo y seguimiento de embarazadas, de parteras tradicionales y sistemas de vigilancia epidemiológica micro regionales.
Este proyecto se desarrolla en los ámbitos municipal y micro regional teniendo como principal eje la participación comunitaria «creando sistemas de vigilancia epidemiológico regional, para el auto cuidado de la salud».
También existen otras instituciones no gubernamentales que trabajan en la prevención o tratamiento de enfermedades llamadas de la mujer. Tal es el caso del Comité por una Maternidad sin Riesgos y Marie Stopes México A.C.
La representante en Chiapas del comité, Laura Miranda, comenta que sus actividades están enfocadas a «sensibilizar a la comunidad y a las autoridades locales para que de manera conjunta se hagan acciones que disminuyan la mortalidad en Chiapas.
Por su lado, Marie Stopes México A.C que trabaja a través de dos clínicas, una en San Cristóbal de Las Casas y otra en Comitán, es un centro de atención en salud reproductiva que da servicios de planificación familiar, consejería y consulta ginecológicas a precios muy accesibles.
Para la presidenta de la Comisión de Equidad y Género del Congreso Local, Gloria Luna Ruiz, del Partido Acción Nacional, el presupuesto público dirigido a la salud en el estado es insuficiente.
Ella insiste en desagregar del presupuesto canalizado al sector Salud, un presupuesto dirigido a la salud de las mujeres, específicamente programas dirigidos al combate del cáncer cervico uterino, cáncer mamario, violencia intra familiar y VIH/SIDA.
2003/VVS/MEL
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