Mujeres desplazadas reclaman retorno seguro a su comunidad

Mujeres embarazadas, acompañadas de sus familias desplazadas, caminaron ayer más de ocho horas desde la Escuela de Protección Civil del estado de Chiapas, en el municipio de Ocozocoutla, donde estaban albergadas, rumbo al Palacio de Gobierno de esta capital estatal, para exigir a las autoridades les garantice el retorno a Venustiano Carranza, su comunidad de origen.
 
Alrededor de 103 familias, integradas por más de 500 personas, en su mayoría niñas, niños y mujeres –entre ellas siete embarazadas–, iniciaron una caravana desde Ocozocoutla, a 30 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, rumbo a Palacio de Gobierno, pero hasta ayer habían pernoctado en una gasolinería, a 20 kilómetros de la capital chiapaneca.
 
El pasado 5 de mayo, esas familias fueron desplazadas luego de que sus casas fueron quemadas. Las personas desplazadas, al igual que los agresores, pertenecen a la Organización Campesina Emiliano Zapata-Casa del Pueblo (OCEZ-CP). Ambos grupos se acusan entre sí de robo de ganado.
 
El secretario de Gobierno, Noé Castañón León, se había comprometido a resolver el problema, pero no hubo respuesta. Por ello es que las familias iniciaron la caravana.
 
Una de las desplazadas, Rosa de la Torre Pérez, de 23 años, ya cumplió los nueve meses de embarazo y teme no recibir atención médica el día de su parto debido a la condición en que se encuentra.
 
“Cuando estaba en la comunidad bajaba al centro de salud cada mes, pero ahorita andamos de arriba para abajo, nos mueven de lugar y ahora decidimos irnos a Tuxtla para exigir que ya regresemos a la comunidad”, dijo Rosa, quien lleva los pies hinchados tras ocho horas de caminata.
 
Gladis Suárez tiene cinco meses de embarazo y ayer empezó a sentir dolores en el vientre. “Mi familia se quedó allá –en Venustiano Carranza–, pero no puedo acudir a ella porque los voy a comprometer; con sólo que nos miren juntos los expulsan a todos; yo vine con mi esposo”, relató.
 
A Angelina Espinosa, otra de las desplazadas que también está embarazada, los paramédicos de Protección Civil que la revisaron en el albergue le recomendaron tomar reposo, pero le ha sido imposible en esta situación.
 
En la caravana también van adultas mayores en sillas de ruedas, niñas y niños que han dejado la escuela y ahora peregrinan de un lugar a otro. Mientras, el gobierno estatal –encabezado por Manuel Velasco Coello– sigue sin darles garantías de un pronto regreso a su municipio de origen.
 
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