Debido a que la tragedia registrada el pasado 20 de junio en la discoteca New’s Divine se dio en un contexto de «injusticia», las familias de las y los 9 adolescentes y jóvenes que murieron junto con tres elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), durante un «fallido» operativo policíaco, han centrado sus esfuerzos en buscar que se finquen responsabilidades, restando importancia a recibir atención psicológica para elaborar el duelo.
Así lo refirieron a Cimacnoticias especialistas de la organización civil Tech Palewi, que ha brindado atención psicológica a las víctimas directas del New’s Divine, es decir a las y los deudos, y a adolescentes y jóvenes, de entre 13 y 18 años de edad, que sufrieron lesiones físicas y emocionales a consecuencia del abuso policíaco el pasado 20 de junio, en la discoteca ubicada en la Nueva Atzacoalco, Gustavo A. Madero (GAM).
«La muerte de las y los jóvenes se dio en contexto de mucha injusticia, son familias muy lastimadas socialmente», es por ello que buscan esclarecer la situación, refirió Ana Gladys Vargas, directora de Vinculación y Desarrollo de Tech Palewi, asociación que contrató el Gobierno del Distrito Federal (GDF) para dar atención psicológica a la población afectada.
Las víctimas «son personas muy vulnerables y esto hace que se vayan alejando, a través de mecanismos de defensa, bloqueando sus afectos; muchos de ellos no pudieron estar en la búsqueda de justicia y el trabajo de duelo», explicó Vargas.
Para un padre o una madre, «bajar la guardia» y recibir ayuda es como dejar de luchar para que se les haga justicia a sus hijas o hijos. «Hasta que no se haga justicia, no se permiten vivir el duelo», ésta es una de las razones por las que se han negado a recibir atención psicológica o no han asistido de manera constante, expresó Ana Gladys Vargas.
«Al igual que la justicia en el país, lenta, burocrática, los duelos de las familias han seguido ese curso. Es difícil intervenir en esos casos, están muy metidos en las cuestiones legales», señaló Guadalupe de Majul, subdirectora de la Clínica de Atención Integral de Tech Palewi y coordinadora de los programas a través de los cuales se atendió a las familias y jóvenes afectados.
Asimismo, de Majul manifestó que el evento, del cual es responsable el GDF por haber realizado un operativo «terriblemente mal elaborado», «sacó lo que había detrás» y evidenció la desconfianza que existe hacia las autoridades que no les han generado mejores condiciones para sus comunidades.
El modelo terapéutico de atención a padres y madres en un inicio era grupal, pero «fue complejo, no todos los padres pudieron asistir», por lo que han dado atención individualizada a distintos miembros de la familia, «para robustecer las redes de apoyo para generar otra dinámica», indicó de Majul.
Cabe mencionar, que las madres, las hermanas y en general las mujeres de las familias de las víctimas son quienes han requerido en mayor medida el apoyo psicológico.
Pese a la saturación de juntas, ratificaciones, y de que algunos familiares han manifestado que «hagan lo que hagan no van a quitarme el dolor de perder a mi hijo», el trabajo sigue activo con todas las familias, «respetando cuando sea su tiempo», expresó Guadalupe de Majul.
A decir de Ana Gladys Vargas, es importante que desde las instituciones, sociedad y familias «tratemos de que esta tragedia encuentre un sentido, capaz de generar cambios. Este es un proceso largo, pero es necesario reestructurar el tejido social», concluyó.
09/GCJ/GG
