La mortalidad materna es un tema de salud pública, en el que México tiene algunos rezagos que son urgentes de resolver; de ahí la importancia de que los legisladores tomen decisiones que permitan prevenir y evitar la muerte de miles de mujeres, consideró el ginecobstetra Raymundo Canales de la Fuente.
Durante su participación en el Foro «Aborto y el Derecho a Decidir», organizado por la Comisión de Equidad y Género de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) la semana pasada, el galeno destacó la importancia que tiene el asunto de la interrupción del embarazo desde el punto de la bioética, dejando de lado las discusiones ideológicas y religiosas.
El ponente, médico del Instituto Mexicano de Perinatología (Inper), aludió que en bioética hay un autor (al que no mencionó) que hace la diferencia entre lo que es la vida humana y la persona humana: «No es lo mismo vida humana, en donde yo puedo tener un grupo de células humanas conservadas en cultivo y están vivas,?que la persona humana».
Esa es la parte que genera tanta polarización y tanta discusión en el tema del aborto y de la interrupción del embarazo. «La concepción del inicio de la vida o la concepción del inicio de la persona», subrayó el investigador del Colegio de Ética, AC.
Raymundo Canales sostuvo que el inicio del concepto de persona está íntimamente asociado para el trabajo legislativo en el momento con el que inicia la protección de la ley.
La ley, advirtió, debe tener cuidado con todos los tejidos humanos y qué se hace con ellos, su destino y su manejo, pero no es lo mismo hablar de tejidos humanos que hablar de una persona.
SALUD PÚBLICA
En su momento, Celina Castañeda de la Lanza, directora de la Clínica del Dolor coincidió con su antecesor en que el aborto es un problema de salud pública. Indicó que el número de abortos inducidos en México es estimativo, y que debido a que es una práctica clandestina no se cuenta con información confiable.
Citó las cifras que manejan el Consejo Nacional de Población (Conapo) y del Instituto Alan Gutchen: 102 mil casos y 553 mil 100, respectivamente. Aseveró que «el aborto causa más muertes que las que oficialmente dan en las estadísticas».
La vicepresidenta de la Asociación Mexicana de Cuidados Paliativos se pronunció por que la interrupción de embarazo sea «invocado en un ambiente sanitario y seguro para la paciente»
También en el marco del Foro «Aborto y el Derecho a Decidir», Castañeda de la Lanza explicó que cuando una mujer es sometida a un aborto clandestino, a corto plazo se presentan complicaciones que van «desde una infección, una laceración o hasta aquellas que pueden llevarla a perder la vida, como es un traumatismo del cerviz, peritonitis, endometritis, laceración o perforación del útero o de alguna otra víscera, hemorragia, trauma renal, enfermedad inflamatoria pélvica, tromboembolia y embolismo, así como problemas de esterilidad».
Y esto lleva, a su vez, a repercusiones que estamos viendo día a día: el aumento de la tasa de nacimientos a partir de operaciones cesáreas; el aumento del riesgo de nacimientos prematuros después de las 32 semanas; la esterilidad por el daño que se causa a las trompas de Falopio; una inserción baja de la placenta o placenta previa, lo que hace necesario que a veces se interrumpa el embarazo cuando ya es el producto deseado, por las laceraciones que dejó el aborto previo.
Celina Castañeda, de extracción priista, abundó en que las condiciones sanitarias y las indicaciones médicas son determinantes para proteger la vida de las mujeres, su fertilidad y su autonomía.
La ponente sostuvo que cuando existen las indicaciones terapéuticas y se realiza el procedimiento en las primeras 12 semanas de gestación se disminuyen los índices de morbi y mortalidad, que contribuye a que se conserve la dignidad de la mujer, la autonomía y la libre determinación de tener o no tener un embarazo.
«Nuestro partido ha sentido la necesidad de ofrecer una posibilidad de tratamiento segura y confiable, con estándares sanitarios que den seguridad a la paciente y le permitan a aquellas mujeres que van a ser sometidas a un aborto tener la posibilidad de conservar su salud y por lo tanto su vida», comentó la galena.
Castañeda de la Lanza subrayó que en su partido «reconocemos al aborto no como una solución sino como un medio para evitar que en la clandestinidad se sigan perdiendo vidas valiosas, tener claro que no es un método de planificación familiar, no es la primera elección, no es la solución rápida ante un embarazo.
«No se trata, abundó, de proponer el uso indiscriminado de este recurso terapéutico, porque ya vimos que tiene indicaciones precisas. Por lo tanto, la toma de decisiones implica dilemas éticos y morales, integra aspectos técnicos y finalmente conlleva a que esta toma de decisiones se haga con base en el análisis específico de cada caso.
La vicepresidenta de la Asociación Mexicana de Cuidados Paliativos indicó que la verdadera área de oportunidad está en dignificar la libertad de ejercer la sexualidad con responsabilidad, y «es aquí verdaderamente donde deberemos encausar los esfuerzos, proponer políticas de salud que vayan en fomento y promoción a la educación sexual».
La prioridad sería educación sexual, ejercer la sexualidad con responsabilidad, así estaríamos incidiendo en el problema de fondo y disminuyendo el número de embarazos no deseados, así como de manera secundaria el número de muertes, concluyó en su ponencia la doctora Celina Castañeda de la Lanza.
07/MLT/GG/CV
