El impacto de la Reforma Hacendaria, recién aprobada por la Cámara de Diputados, no está pensado para lograr la equidad de género en las políticas públicas del gobierno federal, es tan sólo un parche necesario, pero no suficiente. Es una reforma recaudatoria y no global, denunciaron especialistas.
La maestra Lucía Pérez Fragoso, coordinadora del área de Presupuestos Públicos con enfoque de Género, de Equidad y Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia AC, sostuvo que la reforma aprobada el pasado 13 de septiembre no tenía intención de incluir la equidad de género.
La equidad «no forma parte de la agenda pública, no forma parte de las prioridades públicas, a pesar del trabajo que se ha realizado en algunos casos, desde el Ejecutivo y desde el Legislativo, pero fundamentalmente desde la sociedad civil organizada y desde los grupos feministas, para que este tema se maneje como una prioridad nacional».
Sin embargo, reconoció que en el artículo 110 de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria se aprobó que todos los programas de gobierno que tengan beneficiarias y beneficiarios van a desagregar estos procesos, que permitirán transparentar mejor los recursos destinados hacia las mujeres y hacia la equidad de género, además de visibilizar las inequidades para más adelante poderlas analizar.
En el marco de la Mesa de Medios y Género «La Reforma Hacendaría con Perspectiva de Género», organizada hoy por la Fundación Friedrich Ebert Stiftung y Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC), Pérez Fragoso agregó que de esa manera las diputadas y los diputados podrán exigir una mayor rendición de cuentas para los recursos que la Cámara de Diputados va a aprobar para las mujeres.
A su vez, la directora de Estudios de la Condición Económica, Política y Social de las Mujeres y su posición Genérica, del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género de la Cámara de Diputados, maestra María de Lourdes García Acevedo, informó que el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), afectará a las mujeres que representan el 40 por ciento del sector informal.
García Acevedo dijo que habrá que esperar cómo los empresarios trasladarán el IETU a las y los trabajadores, para poder hacer un análisis más puntual sobre sus repercusiones, principalmente en las madres jefas de familia.
El análisis de género, coincidieron en señalar las ponentes, nos ayuda a contestar la pregunta sobre si los recursos que se van a generar con esas políticas serán suficiente y van a llegar a toda la población en igualdad de condiciones y circunstancias.
En México se requiere una reforma hacendaría y una reforma fiscal capaces de revertir la tendencia de polarización en la distribución del ingreso, que sea capaz de estimular la generación de empleo y el crecimiento de la economía, además de generar todos los ingresos y luego distribuirlos de forma equitativa entre las y los mexicanos, puntualizaron Lucía Clarisa Pérez Fragoso y María de Lourdes García Acevedo.
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