Bajo el lema «El coraje de atreverse-La fuerza del cambio», la Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebrará el Día Internacional de la Mujer en Ginebra.
Además, lanzará un informe sobre la situación de las mujeres en el mundo del trabajo durante la última década hasta la actualidad.
Para este jueves tienen programada una mesa redonda, con la participación de dos mujeres trabajadoras que han sido pioneras en áreas muy especiales y quienes conversarán con los asistentes sobre sus experiencias al atreverse a impulsar el cambio.
Las panelistas son Anousheh Ansari, empresaria y la primera mujer en convertirse en exploradora espacial sin ser astronauta, y Rabiatu Serah Diallo, primera africana en convertirse en secretaria general de una organización sindical, activa defensora de los derechos de las y los trabajadores en Guinea.
En el acto, el director general de la OIT, Juan Somavia, difundirá una declaración sobre el Día Internacional de la Mujer.
Por su parte la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el preámbulo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, señaló que la violencia que se ejerce en contra de mujeres y niñas sigue siendo una realidad devastadora en todas partes del mundo. «Hay pruebas escalofriantes».
Al tiempo, indicó que esa violencia es inaceptable, ya sea perpetrada por el Estado y sus agentes o por miembros de la familia o extraños, en el ámbito público o privado, en tiempos de paz o de conflicto.
La ONU, que utiliza el lema «Poner fin a la impunidad de la violencia contra las mujeres y niñas», aclara que aun y cuando se han establecido marcos jurídicos y normativos internacionales, regionales y nacionales que abarcan muchas formas diferentes de violencia en los contextos público y privado, los progresos registrados en la elaboración de esas normas, pautas y políticas jurídicas no han ido acompañados de progresos similares en su aplicación. Sigue siendo insuficiente y poco sistemática en todas partes del mundo.
Y manifiesta que la impunidad no sólo lleva a que se cometan más abusos, sino que también hace pensar que la violencia del hombre contra la mujer es aceptable y normal. El resultado es que se niega la justicia a las víctimas o supervivientes y se refuerza la desigualdad de género prevaleciente.
«La eliminación de la violencia contra la mujer sigue siendo uno de los desafíos más graves e imperiosos de nuestros tiempos», dice el organismo.
«Todo el mundo tiene la responsabilidad de actuar ante la violencia. Todos y cada uno de nosotros tenemos el deber de apoyar y mantener un entorno político y social en el que no se tolere la violencia contra las mujeres y las niñas, en el que los amigos, los familiares, los vecinos, los hombres y las mujeres intervengan para impedir que los autores de esos actos queden impunes».
Con ese marco de referencia, la ONU, durante la celebración oficial del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo de 2007, realizará una mesa redonda sobre este tema, en la que examinará las prácticas idóneas y ejemplos de soluciones concretas para eliminar la violencia y poner fin a la impunidad, desde el nivel mundial hasta el local.
En la mesa redonda se expondrán diferentes dimensiones del problema, desde la perspectiva de parlamentarios, funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, representantes de la sociedad civil e integrantes de los medios de difusión.
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