El pasado sábado, en el fraccionamiento Sonora de San Cristóbal de las Casas, fue encontrado el cadáver de Itzel Janet Méndez Pérez, de 17 años.
El cuerpo de la estudiante del Colegio de Bachilleres de Chiapas plantel 1, tenía golpes, heridas, el rostro desfigurado y las vísceras expuestas.
Dos días antes en la misma ciudad, a las 5:15 de la mañana, una joven indígena, defensora de Derechos Humanos, abordó un taxi para dirigirse a las combis que van a Ocosingo y trasladarse a su centro laboral en Yajalón.
En el barrio La Merced, cerca de las oficinas de la Secretaría de Pueblos Indios (Sepi), un taxista intentó abusar sexualmente de ella. La defensora golpeó al sujeto y logró escapar.
«Es indignante para nuestra compañera y para las mujeres esta violencia. La discriminación que vivimos las mujeres por nuestra condición de género se evidencia en todos los espacios de nuestras vidas, como el no poder circular libremente por las calles sin que se nos considere objetos, propiedad de los hombres y por consiguiente se abuse de nuestros cuerpos y vidas», explicaron en un comunicado las defensoras del Centro de Derechos de las Mujeres de Chiapas.
Cabe recordar que el 8 de mayo de 2011 fue asesinada a puñaladas la indígena chol Reyna Díaz Arcos, en el barrio de San Diego. Ella era originaria del municipio de Salto de Agua. Presuntamente mantenía una relación sentimental con un militar.
En la capital del estado, la noche del 19 de junio de 2011 la joven de 29 años Candy Yesenia Reyes, originaria de Honduras, fue secuestrada en el Parque Central y al otro día apareció asesinada a balazos en la zona de Los Sumideros.
De estas cuatro mujeres, tres son indígenas y una ciudadana hondureña. Tres de las cuatro fueron asesinadas y dos presentaron huellas de haber sido violadas. De estos casos, sólo la defensora indígena logró escapar con vida al defenderse de su agresor.
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