Al considerar que el programa Oportunidades es «una escalera chica» para combatir la pobreza en México, el oficial de Políticas Públicas del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) en nuestro país, Mauricio González, sugirió implementar medidas de redistribución del ingreso más complejas para disminuir la desigualdad social.
Ello, al resaltar los grandes contrastes que México tiene, donde el 10 por ciento de la población más pobre concentra apenas el 4 por ciento de la riqueza nacional y, el 10 por ciento más rico concentra el 40 por ciento de los ingresos del país.
Durante la presentación del documento La infancia cuenta en México 2005, realizado por la Red por los Derechos de la Infancia en México, destacó: «si no se entiende de una vez por todas que la política social y la política económica son una sola, y que la primera no es la ambulancia de la segunda, entonces va a ser difícil construir una política económica mucho más humana e incluyente, más respetuosa de los derechos humanos».
Ante legisladoras de la Comisión de Especial de la Niñez, Adolescencia y Familias, el funcionario planteó: «la política económica no es un asunto técnico y tecnocrático, como no lo han hecho saber los gurús de la economía moderna; es una ciencia política y también tiene una ética atrás de ella y, cuando se toma una decisión puede ser para excluir o incluir».
Al comentar el contenido del texto, dijo que ahora debemos preguntarnos qué sigue para simplemente pasar de la indignación a la acción. «La utilización de la información puede ser muy útil para poder avanzar», planteó.
Durante el evento celebrado en el salón «E» de la Cámara de Diputados, la diputada perredista Angélica de la Peña, presidenta de la referida Comisión de la Cámara Baja, resaltó en ese marco la valiosa información del documento realizado por la Red, que a lo largo de sus 207 páginas pone de manifiesto el incumplimiento de nuestro país a los acuerdos internacionales contraídos en favor de la infancia.
«México tiene aún pendientes con la niñez; entre ellos, los derechos a la participación, opinión e información», acotó la legisladora, al considerar que para México sigue siendo una tarea inconclusa el «aterrizar» los compromisos asumidos con el exterior.
De la Peña resaltó el valor de la información pues, dijo, nos ubica dónde estamos y qué es lo que nos falta por hacer para tener un país distinto que permita que nuestras niñas y niños tengan un país distinto en donde puedan desarrollar libremente de su personalidad, sin discriminación, sin exclusión social y, sobre todo, donde sean vistos como personas sujetas de derechos.
En su oportunidad, el director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia, Gerardo Sauri, reconoció la falta de información precisa en el país sobre muchas de las problemáticas que padecen hoy las niñas y los niños mexicanos, como la discapacidad, las adicciones y la obesidad, entre otras.
Indicó que la información de calidad que se produce en los grandes institutos de México no se utiliza para hablar de la infancia, por lo que planteó la creación de un Sistema de Información de la Infancia al que habría que «clavarle los dientes» para que apoye la vigilancia y las políticas, así como la generación y evaluación de un nuevo conocimiento para el desarrollo que sensibilice y promueva el derecho de las niñas, los niños y la población adolescente.
06/GV/YT
