«En todas partes se cuecen habas», reza el refrán popular. Pero siempre el perdedor es el que mejor la debe de jugar en la siguiente mano.
En los procesos de selección de candidatos, previos a las elecciones de julio próximo, se han dejado ver en algunos casos los desaseos, manipulaciones, la estolidez y cacicazgo como en plena jungla, pero podría decirse que más o menos los resultados hasta ahora han sido pasaderos.
Sin embargo, falta el PRI, el gran perdedor, aunque muchos opinen que ese titulo le corresponde el PRD, lo contrario nos sugiere la silla presidencial y el coto particular del ejercicio del poder, como modus vivendi.
Si las cosas siguen de la misma manera, Roberto Madrazo y sólo el, tendrá la culpa de llevar sobre sus hombros la vergüenza de seguir solapando, encubriendo y registrando a hombres (las mujeres, creo son dos, las mismas siempre) sin valía, ni meritos distintos a la complicidad voraz.
Es mas fácil hablar con Osama Bin Laden que con el presidente del partido tricolor, por lo menos es lo que se comenta entre sus partidarios.
Es lógico que el señor se encuentre muy ocupado, se entiende claro, por razones de su proyecto personal, (respeto sus asuntos familiares y quedan fuera), decía que quiere contender por la presidencia y para ello tiene que apuntalarse con quienes puedan dar de manotazos a la hora de escalar.
Lo veremos en las listas, salvo pocas excepciones irá lo peor, los que no son libres pensadores, los que cobran favores o a los que tienen agarrados por el cuello.
La gente útil, honesta, eficiente ni siquiera puede hablar con su líder (por llamarlo de alguna manera), no se pueden acercar al partido, los ven feo, los critican porque quieren candidaturas, es decir, quieren seguir con sus aspiraciones políticas y no quieren renunciar a su partido, lo cual es perfectamente aceptable.
Para ellos mis condolencias, pues no son estos tiempos de competencia leal, tendrán que esperar a que pierda Madrazo, a que los viejos depredadores vuelvan a sus escondites, a que los protegidos y encubiertos sean llevados ante la justicia, a que los mejores y solo ellos con valor salven lo que quede.
MGG/MEL
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