La paridad es la igualdad perfecta, lograda mediante la adopción de un sistema de representación equilibrada y equivalente entre mujeres y hombres. De esta forma cambia el esquema predominante de la relación jerárquica entre los géneros por la equidad.
Paridad es un término que han introducido las mujeres en el lenguaje y en los foros políticos. Se refiere a la proporcionalidad representativa entre mujeres y hombres.
Asimismo remite a los porcentajes y a las cuotas de presencia estadística de mujeres en sectores en que se encuentran sub-representadas y establece la discriminación positiva para conseguir espacios laborales o políticos, como los económicos y sociales «hiper ocupados» por los hombres, de acuerdo con Elena Simón en su texto Democracia Vital.
Para la especialista en el tema Claudette Appril, la paridad significa un avance en la conquista de los derechos del ser humano, llena una laguna y repara un error. El concepto de paridad tiene por objeto asegurar que dos entidades distintas, pero del mismo valor, intervengan de forma igualitaria en la toma de decisiones.
En Europa a finales de 1980, y principalmente a mediados de los 90, la paridad era definida como un equilibrio en el ámbito político acerca de la representación entre mujeres y hombres 50 y 50 por ciento, respectivamente.
En junio del 2000, en Francia se promulgó una Ley de Paridad, a través de la cual se favorece el acceso igualitario de mujeres y hombres a los mandatos y funciones, estableciendo asimismo la obligación de los partidos de contribuir para ello.
Quienes proponen la paridad como un medio para alcanzar la equidad de género manifiestan que es una participación equilibrada, genera ideas, valores y comportamientos diferentes a los establecidos históricamente.
Las mujeres se deben incorporar a la política: ser sujetas activas dentro de la misma y no meras espectadoras.
Entre las estrategias para conseguir la participación paritaria está la reforma a las leyes electorales. Además de impulsar el establecimiento de nuevos pactos entre mujeres y hombres, en los que las relaciones humanas se basen en el respecto, el amor y la solidaridad y no la fuerza, la violencia y la exclusión.
07/GCJ/GG