Pérdida del control de esfínteres, depresión, alteraciones hormonales y hasta infartos al corazón puede provocar el uso de laxantes entre las jóvenes que buscan bajar de peso advirtió hoy el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Esta práctica nociva que afecta a cinco mujeres por cada hombre que intenta bajar de peso también trae consigo diarrea o estreñimiento crónico, deshidratación, anemia, entumecimiento y calambres de extremidades.
El gastroenterólogo José Alberto Becerra Nava, adscrito al Hospital General de Zona 32 del IMSS, hizo notar que los estereotipos de belleza que actualmente se difunden a través de los medios motivan a las jovencitas ?y hasta a las niñas? a estar extremadamente delgadas incluso a costa de su propia salud.
Explicó que el abuso es aún más peligroso entre los 13 y 15 años de edad, ya que existe alto riesgo de sufrir trastornos hormonales que pueden ocasionar infertilidad temporal o que no concluya el crecimiento completo de las glándulas mamarias.
Los laxantes más frecuentes son de origen homeopático, de hierbas, cápsulas y leche de magnesia así como la ingesta de aceites (resina y oliva), todos ellos productos que, en exceso, alteran el sistema digestivo tal como se advierte en la etiqueta de algunos.
El uso de estas «purgas», que se pueden anunciar en televisión pero se usan generalmente a escondidas por jóvenes con tendencias a la anorexia o a la bulimia, ocasiona una cierta dependencia del organismo: «para poder evacuar, las jóvenes, incluso, llegan a consumir grandes cantidades de estos productos o lo sustituyen por otros más fuertes.»
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