Las mujeres mexicanas se reconocen como agentes del cambio cultural, mientras los hombres se resisten a modificar sus patrones, según los resultados de una encuesta aplicada a habitantes de zonas urbanas y rurales del Distrito Federal, Puebla y Sonora.
La investigadora de la Universidad Autónoma de Metropolitana, plantel Xochimilco, Martha Rivas, dio a conocer hoy los resultados de este estudio durante una reunión del Grupo de Trabajo sobre Derechos Sexuales y Reproductivos convocada por el Population Council.
La consulta, aplicada a 60 mujeres y 40 hombres, reveló que ellas reconocieron sus derechos sexuales y reproductivos ligados a la normatividad social, mientras los hombres los vincularon más a lo biológico y lo divino, incluso algunos varones identificaron a las mujeres como seres complementarios del hombre, tal y como lo establece la biblia.
Las mujeres se autoreconocieron como agentes del cambio, como las educadoras de todos los hombres que las rodean y opinaron que los varones continúan resistiéndose al cambio de patrones culturales que favorezcan a las mujeres y siguen sintiéndose dueños de sus parejas.
Para los hombres entrevistados, el mundo reproductivo es asunto exclusivo de las mujeres y están lejos de aceptar métodos definitivos de planificación familiar, tal como la vasectomía.
Las mujeres de la muestra hicieron hincapié en la existencia de un sistema machista predominante y clasificaron dos clases de hombres: el macho irrespetuoso, ausente, bebedor, infiel y golpeador y el respetuoso, proveedor, sensible, pero autoritario.
El estudio reveló la preocupación de los hombres por satisfacer sexualmente a la pareja y por problemas de erección y la eyaculación precoz, más que por aspectos vinculados al ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.
Rivas informó que la muestra incluyó a mujeres de 16 a 65 años de edad en tanto que las edades de los hombres fluctuó entre los 15 y 65 años.
La mayoría de los encuestados del medio urbano y rural fueron personas de escasos recursos y de escolaridad básica.
Casi todas las mujeres entrevistadas vivían en matrimonio con sus parejas, a excepción de dos divorciadas. Un alto porcentaje del universo se dijo católico.
Las ocupaciones predominantes en ambos sexos, fueron obreros, comerciantes, incluso artesanos con excepción de una abogada y un odontólogo.
El sondeo arrojó la existencia de inequidades entre mujeres y hombres.
SM/MEL
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