La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recomendó a los Estados realizar estudios que revelen cifras de morbilidad y Mortalidad Materna (MM) y neonatal, con el fin de que los sistemas de información reflejen, de manera adecuada, la situación de la salud de las mujeres y así se puedan tomar decisiones y acciones efectivas en su favor.
En el informe «Acceso a Servicios de Salud Materna desde una Perspectiva de Derechos Humanos» que la CIDH publicó ayer, se analizan las obligaciones de los Estados en materia de Derechos Humanos (DH) y salud materna, a fin de asegurar sobre todo a quienes han sido históricamente marginadas, gocen de una atención adecuada durante el embarazo, el parto y el período inmediato posterior.
Se destaca una gran preocupación internacional ante las altas tasas de mortalidad y morbilidad maternas evitables. Por esta razón este organismo considera que la MM continúa siendo un problema grave de DH que afecta dramáticamente a las mujeres en el mundo, y en la región, que repercute en sus familias y en sus comunidades.
Información de la CIDH retoma datos y cifras del Informe sobre la Salud en el Mundo, 2005, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Señala que cada año unas 536 mil mujeres mueren en el mundo por complicaciones en el embarazo y el parto, a pesar de que éstas son generalmente prevenibles y a costos relativamente bajos.
Las principales causas de MM en los países de América Latina y el Caribe son prevenibles y coincidentes: preeclampsia (elevación de la presión arterial), hemorragia y aborto, variando el orden según la razón de mortalidad materna y las coberturas de atención prenatal, parto y prevalencia de uso de anticoncepción.
Por esta razón, la CIDH exhortó a los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), a garantizar la provisión de programas de nutrición previos al embarazo, durante este, y en el periodo posterior al parto, que incluyan la orientación sobre cómo alimentar a los hijos adecuadamente.
También instó a que se eliminen las barreras que pueden limitar a las mujeres el acceso a los servicios de salud materna, como por ejemplo los costos por honorarios, la lejanía de los centros de salud y la falta de transporte público adecuado y accesible.
Con estas acciones, y si se garantiza que los servicios de salud materna sean proporcionados mediante una atención respetuosa a las mujeres, se podría prevenir la MM, señala el informe.
Además destaca que en el caso de las mujeres indígenas y afrodescendientes, los Estados deben adecuar los servicios de salud, tanto de prevención como de atención y tratamiento, atendiendo y respetando sus expectativas, tradiciones y creencias.
Finalmente, hace un llamado para que se garantice que las políticas públicas y programas dirigidos a mejorar la salud materna de las adolescentes, aborden las necesidades particulares de este grupo, respetando sus derechos a la intimidad y confidencialidad, reconociendo los derechos y deberes de los padres y en atención a su edad y madurez, conforme a su evolución de facultades.
Con este informe, auspiciado por el gobierno de España, la CIDH dio a conocer que espera contribuir con los esfuerzos de los Estados en la protección y promoción de los DH de las mujeres en su acceso a servicios de salud materna sin discriminación.
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