Aunque la maquila y la agroindustria son considerados por el Estado guatemalteco como motores del desarrollo, muchas empresas violentan las garantías individuales de las mujeres, principalmente las relacionadas con la salud y la seguridad social.
De acuerdo con una investigación de Médicos del Mundo Francia, basada en muestras realizadas en empresas ubicadas en Chimaltenango y Sacatepéquez, el empleo es precario y mal pagado; además, algunos empresarios fomentan expresiones de discriminación basadas en el género.
Las condiciones de trabajo son peligrosas para la salud de las personas que trabajan en esos ámbitos, la población femenina, que constituye entre el 75 y el 80 por ciento de la fuerza laboral, sufre acoso psicológico y sexual, malos tratos, abusos físicos, despidos injustificas y extenuantes jornadas de trabajo, enfatiza la publicación.
Las violaciones al derecho de acceder a la salud son las más recurrentes, ya que los administradores, empresarios o supervisores, obstaculizan a las mujeres las visitas al médico y a los centros asistenciales, mientras que carecen de clínicas en las instalaciones, añade la investigación.
Las normativas que regulan el derecho a la salud, son escasamente aplicadas por las respectivas autoridades, lo que coloca en una situación de vulnerabilidad a las mujeres ante eventos que podrían representar severas lesiones físicas y padecimientos ocupacionales, señala el análisis elaborado por Médicos del Mundo.
Desde el 2005, la citada institución realiza trabajo de atención e incidencia en maquilas y fincas ubicadas en Chimaltenango y Sacatepéquez, con el objetivo de mejorar el acceso a los servicios de salud de las ciudadanas, al desarrollar jornadas médicas y asesorar al empresariado.
En Guatemala hay 180 maquilas registradas, la mayoría son filiales de empresas extranjeras que aprovechan el bajo costo que les representa producir en el país, al contratar mano de obra barata, y evitar algunos impuestos, concluye la investigación.
10/GM/LR/LGL
