La declaración final de las organizaciones civiles ante jefes de Estado y de Gobierno, quienes se encuentran reunidos para la firma del Consenso de Monterrey, estuvo a cargo de Mónica Vincent de la India, país en donde las mujeres padecen las peores formas de discriminación y violencia de género.
Procedente de la Casta Dalit, una de las más discriminadas en su país, Monica Vincent, quien además pertenece al Consejo Mundial de Iglesias, dio lectura junto con Arjun Kumar, de Nepal, el documento con el cual las organizaciones civiles manifestaron su postura ante la Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo que concluyó hoy.
Las organizaciones civiles determinaron que la lectura final del documento considerara la equidad de género, la juventud y la procedencia de los países más pobres.
Mónica, de 22 años de edad, dijo en nombre de las organizaciones civiles que al final del proceso los grupos no gubernamentales no formaron parte del Consenso de Monterrey, y que el documento no implementó las bases suficientes para combatir la pobreza y avanzar en los derechos económicos, sociales y culturales.
Señalaron que a pesar de que en los trabajos en las mesas redondas ministeriales y las propias declaraciones de los gobiernos mostraron acuerdos con la postura de la sociedad civil, finalmente el documento oficial fue adoptado.
También dijeron que los gobiernos han hablado acerca de reformar el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Organización Mundial del Comercio, pero al final esto no se refleja en el documento.
Vincent y Kumar dijeron que la ciudadanía notó que la adopción de una declaración con antelación reduce la credibilidad en el proceso. Asimismo, se preguntaron: ¿qué caso tiene la presencia de los mandatarios del mundo si no es para negociar el documento?
Apreciaron, sin embargo, el establecimiento de las mesas redondas como primer paso, aunque mostraron su desacuerdo con la intención de usar ese proceso como una manera de legitimizar el Consenso, cuando realmente no lo fue.
A quienes criticaron la falta de eficiencia de las organizaciones para incidir en el proceso, respondieron que fueron los gobiernos quienes no habían escuchado.
«Hemos siempre hecho cabildeos para un plan de acción concreto hacia la construcción de un marco de derechos humanos, una visión diferente del mundo basada en los problemas económicos, sociales y culturales y que pone a la gente antes que el beneficio económico», agregan.
Por ultimo señalaron que la Cumbre Mundial de la Infancia, la de Alimentación y la de Desarrollo Sostenible serán oportunidades para que los jefes de Estado demuestren que estamos equivocados en nuestra apreciación de su poca voluntad y que realmente quieren cambiar las cosas.
Cabe señalar que la participación de las organizaciones civiles fue adelantada durante la sesión plenaria del último día de trabajos de la Conferencia, luego de negociar para ser escuchadas por los jefes de Estado. Originalmente éstos eran los últimos oradores de una lista de más de 80.
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