La obesidad en el embarazo aumenta considerablemente el riesgo de sufrir alteraciones durante la gestación que, en el más grave de los escenarios, puede desencadenar la muerte de la futura madre y del bebé.
De acuerdo con información del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el problema es sumamente complejo en la entidad, donde el 45 por ciento de las mujeres en edad fértil, que acudieron a consulta el año pasado, padecen obesidad y el 33 por ciento registró algún índice de sobrepeso.
La jefatura delegacional de Prestaciones Médicas señaló que durante la gestación, las mujeres obesas son más propensas a sufrir preeclampisa (elevación de la presión arterial) y diabetes gestacional, lo que aumenta el riesgo de que se presenten infecciones postparto, lo cual dificulta considerablemente la recuperación.
El riesgo para las y los hijos es padecer macrosomía, enfermedad que se caracteriza por el exceso de peso del producto; defectos del tubo neural tales como espina bífida y anencefalia, usualmente asociados a la falta de ácido fólico, durante el tercer trimestre del embarazo, o bien presentar obesidad infantil en la niñez.
Embarazarse a corta edad también tiene sus riesgos, afirma el IMSS pues la menor aún no tiene la madurez física ni psicológica para enfrentarse a un suceso que le cambiará la vida.
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