El pasado nueve de septiembre la Corte Constitucional de Durban, Sudáfrica, aprobó que una pareja de lesbianas adoptara dos menores.
La Corte confirmó el veredicto del juez Frans Kgomo, del tribunal superior de Pretoria, en favor de la jueza Anna Marie de Vos y su compañera Suzanne du Toit, al declarar inconstitucionales algunos artículos del Acta sobre cuidado y tutela de los niños, que le impedía a la pareja adoptar de forma conjunta a las dos hijas de la jueza.
Con este pronunciamiento, manifiesta en un comunicado el Centro comunitario y de salud lésbico-gay de Durban, se demuestra que las lesbianas y los homosexuales gozan de los mismos derechos que las parejas heterosexuales; por lo que califica este suceso como un avance positivo en la legislación de este país.
Dado que la Constitución de Sudáfrica prohíbe la discriminación por orientación sexual, ha quedado sentado en sus leyes que las personas que tienen una relación permanente con alguien de su mismo sexo puedan adoptar a menores para brindarles atención y cuidado, lo mismo que estabilidad y afecto.
Como se recordará, a principios de la década de los 90 comenzó el proceso de democratización y con él las consultas para crear una nueva constitución que incluyera la posibilidad de que parejas del mismo sexo adoptaran menores de edad.
De esta forma, en el mes de noviembre de 1999 un homosexual pudo adoptar a una niña en Sudáfrica; luego de haber luchado durante cuatro años. La adopción marcó un antes y un después en Sudáfrica no sólo porque ocurrió entre personas de distinta raza, sino también porque un homosexual hombre pudo adoptar a una niña.
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