La ex embajadora especial de Derechos Humanos de la Cancillería mexicana, Mariclaire Acosta, se reintegró al consejo directivo de Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), organismo civil que llevó el caso del feminicidio en Chihuahua a la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH).
Acosta Urquidi fue asignada para ocupar ese puesto el segundo día de la toma de posesión del presidente Vicente Fox, al quedar a cargo de la Subsecretaría para Derechos Humanos y Democracia de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), instancia donde laboró hasta el 19 de agosto de 2003.
A su salida, anunciada por la fusión de la subsecretaría a su cargo con la de Asuntos Globales, integrantes de organizaciones de derechos humanos protestaron preocupados por un probable retroceso en materia de derechos humanos para el país.
Las organizaciones de derechos humanos mexicanas, entre ellas la Campaña Alto a la Impunidad Ni una Muerta Más, en la que participa la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos (CMDPDH), fundada por Acosta promueven desde 2002 la búsqueda de justicia para los más de 370 asesinatos y las cuatro mil desaparecidas en la arena internacional.
En abril de 2003, después de dos audiencias ante la CIDH y una visita a Ciudad Juárez de Marta Altolaguirre, anteriormente relatora de la mujer de la dependencia de la Organización de Estados Americanos (OEA), México fue criticado por negligencia en la resolución del caso y recibió la recomendación para investigar a fondo los casos y reparar el daño a víctimas y familiares.
Cejil informó hoy también en un comunicado que Juan Méndez, ex presidente de la CIDH (2002) y relator sobre migrantes del mismo organismo (2003), se reincorpora a su directiva, encargado también de llevar en Washington los casos de la guerra sucia en México, la defensora Digna Ochoa y múltiples masacres en Colombia y Guatemala.
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