Hace unos meses, la escritora Sabina Berman en su columna de la revista Proceso decía que le gustaría mucho estar escribiendo acerca de las nuevas opciones de las mujeres, desgraciadamente se lo impedía la imperiosa necesidad de atender y refutar la avalancha retrógrada que nos invade en México y en buena parte del mundo.
Y, si es cierto, ahí están las propuestas de política económica carentes de toda viabilidad para la superación de la pobreza o de la crisis en que está sumida la gran mayoría de las mujeres de este país.
Un proyecto de reforma laboral que bajo ninguna perspectiva medianamente inteligente puede sostener que se traducirá en algún avance para las y los trabajadores, con el agravante de que le pusieron el apelativo de «perspectiva de género», como si fueran pocos los motivos para que las trabajadoras estén en pie de lucha por sus derechos.
La celebración que hicieron las organizaciones gremiales del día Internacional del Trabajo dio una respuesta muy contundente a esta propuesta, pero no se puede bajar la guardia, es necesario estar alertas en septiembre; cuando supuestamente el Congreso de la Unión debatirá este proyecto y posiblemente otras propuestas de reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT). Se ha dicho, y se ha dicho bien, que no hay condiciones económicas y políticas para este debate.
También ahí está la huelga de hambre de las y los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), en la que participan diez mujeres, utilizando un recurso muy drástico, frente a la cerrazón al diálogo.
Es muy simple, el patrón sustituto es la Comisión Federal de Electricidad, de acuerdo a la LFT, esa empresa debe recontratar a los trabajadores de Luz y Fuerza, todo lo demás que han hecho las autoridades laborales y el gobierno en general son violaciones a la Ley, misma que quieren reformar.
Otra más en esta miscelánea es el recrudecimiento de las condiciones de trabajo y de vida de toda la población latina en Estados Unidos, mediante el mecanismo muy útil para estos casos: racismo, discriminación y más xenofobia.
Esa es una de las funciones que cumple esa Ley de Arizona SB1070, destinada a someter con terror a las y los trabajadores migrantes y sus familias, con un fenotipo que en Arizona -y probablemente en otros lugares de ese país- se considera criminal, por definición.
El recrudecimiento de los requisitos y condiciones para alcanzar una reforma migratoria integral es otro efecto «colateral», tanto los relativos a su contenido como aquellos que conlleven la participación de las organizaciones de la comunidad latina y de los partidos políticos de Estados Unidos y de México.
Inmediatamente, en los centros de apoyo para las mujeres que son víctima de violencia doméstica de Phoenix, Arizona, disminuyeron considerablemente el número de llamadas de auxilio de las mujeres migrantes, por temor a ser deportadas. Ellas, su pareja, sus hijos o cualquier miembro de su familia, del barrio donde viven o de sus centros de trabajo. Invisibles entre las invisibles, minorizadas aquí y acullá.
Lo precarizado de los salarios en México mantiene una enorme brecha salarial con relación a Estados Unidos y a otros países, constituyen otro motivo más para la migración, a pesar de que las trabajadoras inmigrantes perciben las remuneraciones más bajas.
En el estudio «Precios e Ingresos 2009», del Banco Suizo de Inversión, se evidencia que las trabajadoras mexicanas están entre las cinco peor pagados de los 73 observados; el salario medio de una trabajadora de la Ciudad de México promedia 1.80 dólares por hora, que equivalen a 23.2 pesos.
Para llegar a esta ponderación, y hacerla comparable entre las ciudades de la muestra, los investigadores tomaron en cuenta los salarios de 14 ocupaciones de sectores de la manufactura y servicios.
De acuerdo a este reporte una trabajadora de Nueva York puede comprarse un iPod nano de 8 GB con su salario devengado en nueve horas. Mientras que la habitante de la ciudad de México le cuesta 95 horas de su esfuerzo laboral, es decir, cuatro días y medio de trabajo.
En contraste, los trabajadores de Zurich, Suiza perciben en promedio 31 dólares la hora. ¿Dónde quedó la homogenización que tanto pregona la globalización?, lo que priva son las diferencias y muy amplias, pero no hay que temerles.
Mientras tanto, en las calles de España ondearon las banderas republicanas y de nuevo se entonaron sus canciones: Andaluces de Jaén, aceituneros al fin…, la Pasionaria recorrió Madrid.
Juzgar los crímenes de lesa humanidad cometidos por el Franquismo y defender al Juez Garzón son muy buenos motivos para la memoria histórica de una sociedad agraviada, que no permite engaños. Se requiere de una España más republicana, sin falangistas, aquí tampoco habrá perdón ni olvido.
«Nuestra tradición es la resistencia, no la sumisión «, dicen las mujeres contra el fundamentalismo. La política transversal no es tan sólo una coalición de grupos que practican la «política de la identidad», dando por sentado que todas las personas que los integran tienen el mismo posicionamiento y son cultural, social y políticamente homogéneas.
Se tiene en cuenta el género, la clase, la raza, la etnicidad, el contexto, la sexualidad el período vital en el que se hallan, su grado de capacidad y cualquier otra dimensión de cualquier posicionamiento específico, así como los sistemas de valores particulares y las agendas políticas de las participantes en el intercambio (Nira Yuval-Davis, Etnicidad, Relaciones de Género y Multiculturalismo).
Luego entonces rescatar la dignidad económica abre muchos abanicos para el debate.
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* Economista, especialista en género
10/CRPM/LR
