La guerra de Independencia de México ha tardado dos siglos en reconocer que las mujeres mexicanas también forjaron la patria. Este es el caso de Rita Pérez Jiménez, mejor conocida en la historia como Rita Pérez de Moreno, heroína jalisciense que a la par de su esposo, Pedro Moreno y González, se sumó a la lucha independentista.
Nacida en una familia de San Juan de los Lagos con solvencia económica, el destino de Rita era ser un ama de casa tradicional ocupada de resolver las necesidades de su familia. Sin embargo, una decisión de su esposo, Pedro, la llevó a contribuir con la causa insurgente al ser la administradora del Fuerte del Sombrero.
Rita se casa con Pedro al cumplir 20 años. Los primeros años de su
vida como mujer casada trascurren con tranquilidad; al cumplir 15 años de matrimonio su esposo le comunica que se ha unido a los insurgentes y que ella es libre de seguirle o quedarse a lado de su madre en Lagos.
Rita, que conocía el ánimo resuelto de su marido, no perdió el tiempo en quererlo disuadir de su determinación y en cuanto a ella, declaró sin vacilar que con sus cuatro hijos correría la misma suerte que Pedro, y se encaminó a la Hacienda de la Sauceda, donde se encontraba su esposo.
La campaña de los Moreno Pérez duró tres años y medio; durante ese tiempo Rita se ocupó de administrar los víveres y pertrechos de guerra. Junto a otras mujeres que se unieron a la guerra organizaron un lugar para atender a los heridos y su ejemplo servía para animar a los combatientes a no desfallecer.
Durante la toma del Fuerte del Sombrero el 8 de julio de 1815, Rita se entera del secuestro en la Cañada Grande de su hija Guadalupe Moreno Pérez.
Pedro Moreno rechazó canjear la liberación de su pequeña hija por el sargento realista Bartolo Gaspar con el argumento «de defender a toda costa la independencia mexicana».
Rita y Pedro continuaron en la guerra. Guadalupe no habría de volver a ver a su madre sino años después.
La derrota del Fuerte del Sombrero habría de mermar la fuerza de la familia Moreno Pérez. Rita fue hecha prisionera con su hija Prudenciana, de un año, y Severiano, de dos y medio, además de estar embarazada.
Durante el encarcelamiento en León, Guanajuato, y más tarde en Silao, Rita vio morir a Prudenciana y a Severiano, además de sufrir un aborto.
Pedro había logrado romper el cerco de los realistas en la toma del Fuerte del Sombrero y al saber la suerte de Rita le escribe para consolarle: «Un fondo de sufrimiento y de conformidad vale un mayorazgo, y es la única felicidad de que se puede disfrutar en la turbulencia época que nos ha tocado; ármate de tan fuerte escudo, y todo será para ti llevadero».
Meses más tarde Pedro Moreno cae prisionero por las fuerzas realistas y es asesinado. Al saber la noticia en su encierro, Rita soporta el dolor y sigue adelante. En 1819 es liberada por el virrey Juan Ruiz de Apodaca.
Rita Pérez y dos hijas que le quedaban –Josefa y Luisa– se refugian en San Juan de Los Lagos. Monta un expendio de tortillas para mantenerse ya que los bienes de Pedro Moreno (tres haciendas y tierras) fueron incautados por el Virreinato.
Rita Moreno Jiménez nace en San Juan de los Lagos en 1779 y muere el 27 de agosto de 1861. Nos hereda el valor y la fuerza para conseguir la libertad de México, y a pesar de ser reconocida y honrada con letras de oro en el Congreso de Jalisco y con una estatua, ella es conocida en la historia como Rita Pérez de Moreno, esposa de Pedro Moreno González, y no como Rita Pérez Jiménez, insurgente jalisciense.
*Periodista y fotógrafa mexicana, integrante de la Red Nacional de Periodistas.
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