A un año del allanamiento y robo sufrido en las instalaciones de Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC), donde sustrajeron documentos internos, información de organizaciones de mujeres periodistas, así como archivos digitales de investigación recopilados a lo largo de 20 años de trabajo y donde también se hurtó el equipo de trabajo de las periodistas; la investigación se encuentra «estancada» sin que hasta hoy se haya presentado al o los responsables de este transgresión.
La mañana del 28 de julio de 2008, quienes trabajan en CIMAC con el objetivo de contribuir al cambio social y a la democratización de los medios de comunicación en busca de influenciar las agendas nacionales y globales a favor de los derechos humanos y la equidad social, encontraron sus oficinas totalmente desbaratadas, como si un huracán hubiera atravesado pretendiendo terminar de un sólo golpe con el trabajo que un sinfín de mujeres periodistas que han pasado por las filas de esta organización han forjado por más de dos décadas.
Los archiveros de diversas áreas dedicadas a los derechos humanos de las mujeres estaban abiertos y su contenido: papeles y expedientes estaban en el suelo en completo desorden, los cajones de los escritorios estaban revueltos en su interior.
No se llevaron equipos informáticos nuevos, los dejaron a cambio de llevarse equipos más viejos, pero con información sustantiva; hay evidencias de la revisión, realizada por los delincuentes, de la información que trabaja CIMAC ya que algunos de los equipos se encontraron encendidos.
Así, a mayor parte del equipo de cómputo y de grabación con que desarrollaba su trabajo la agencia Cimacnoticias, la Coordinación de las Redes de Periodistas, el Centro de Documentación y el área de Prensa, fue sustraída
No fue un robo común, aseguró en su momento Manuel Fuentes, abogado de la institución, quien aseguró que el hecho «podría trascender el mero robo y tener características de intimidación y censura a la libertad de expresión, como sucede cada día con más frecuencia en todo el país».
Los responsables del asalto violaron chapas, escritorios, archiveros de la Administración y de la Secretaría General, donde se encontraban documentos fundamentales de la Asociación. En 20 años de trabajo de CIMAC, nunca antes se había registrado un suceso de esta naturaleza.
A pesar de ello, si quien perpetró el ataque pretendía detener el trabajo de CIMAC y su agencia Cimacnoticias, no lo logró pues las periodistas dejaron los asuntos legales en manos de quienes tenían que tratarlos, mientras ellas continuaron su labor informativa y ese mismo día 28 de julio de 2008, la información de CIMAC se despachó y publicó.
La sorpresa inicial que sufrieron las mujeres periodistas se convirtió en coraje y mucha fuerza para seguir adelante fortaleciendo el proyecto. Por eso, aquel día pudieron realizarse por parte de las y los suscriptores de América latina y Europa, y de la opinión pública en general las 25 mil visitas diarias que en promedio tiene el sitio www.cimacnoticias.com.
Las trabajadoras de la comunicación recibieron el apoyo solidario desde que fue dado a conocer el hecho delictivo: Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y medios de comunicación nacionales e internacionales inundaron los correos de la agencia, múltiples llamadas telefónicas y visitas a las oficinas en las que una y otra vez se señalaba que este acto representaba: «un atentado a la labor de difusión e investigación a los derechos humanos de las mujeres».
Así lo hicieron saber las reporteras y reporteros de la Red Nacional de Periodistas; la Red Trinacional de Periodistas; la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género; la Red Nacional Género y Economía; la Marcha Mundial de las Mujeres.
Todas y todos ellos coincidieron, junto con muchas y muchos más en la necesidad de que las autoridades esclarecieran el hecho, «que podría tener la intención de atacar la libertad de expresión del país, sobre todo de los medios que, como Cimacnoticias, realizan un esfuerzo diario por difundir la voz de la ciudadanía, en este caso, de las mujeres».
De igual manera la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) condenó el ataque y robo, señaló que «la agresión en contra de CIMAC requiere de una urgente y pronta investigación que permita esclarecer lo sucedido y castigar a los responsables de este ataque, que se perfila como un intento de intimidación en contra de una OSC».
Estas acciones dieron fe del lugar que representa el proyecto de CIMAC para la sociedad mexicana, en particular para la población femenina y los medios de comunicación, en un contexto nacional donde se recrudece día con día la violación a los derechos humanos y a la libertad de expresión e información.
Sin embargo, a un año de los hechos, la denuncia que se encuentra en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, en el expediente FCH7CUH.6/T2/1195/08-07, sigue estancada y sin que hasta el momento haya registrado resultado alguno.
09/GTR/GG
