Los resultados de las encuestas sobre el uso del tiempo en México, «se han quedado en declaraciones», pues a ocho años de la penúltima encuesta no se ha creado ninguna política pública, para disminuir la sobrecarga de trabajo de las mujeres, señaló a Cimacnoticias Mercedes Pedrero Nieto, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
«Por desgracia», el gobierno federal no utiliza las estadísticas para construir políticas públicas, a diferencia de otros países latinoamericanos como Ecuador, añadió en entrevista la licenciada en actuaría, maestra y doctora en demografía, por la máxima casa de estudios.
La ausencia de políticas públicas en la materia «se debe a que a los políticos no les interesa el bienestar de la población, si les importara buscarían que las acciones que emprenden tuvieran el respaldo estadístico», mencionó la experta.
Sin embargo, «se quejan de que las estadísticas son caras, pero resulta más caro trabajar sin estadísticas, porque terminan dando ‘golpes de ciego’, al no haber políticas organizadas para sacarle mejor provecho a los recursos públicos», añadió Pedrero Nieto.
Las encuestas de uso del tiempo, explicó, detectan «grandes huecos» de servicios en salud y en los servicios públicos, como guarderías y casas de día para ancianos, estos vacíos derivan en un aumento de trabajo para las mexicanas.
Muestra de ello, es que las mujeres destinan 29.2 horas a las actividades domésticas, mientras que los hombres dedican a esta actividad 7.8 horas a la semana, según datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) con base en la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) 2009.
Las mexicanas dedican 19.9 horas a labores de cuidado, mientras que los hombres ocupan 8.8 horas a esta tarea. Cabe mencionar, que por cada hija o hijo menor de cinco años, el trabajo en el hogar aumenta 5.92 por ciento, mientras que por cada niña o niño de 6 a doce años de edad, la carga de trabajo crece 4.87 por ciento.
Con el servicio de una trabajadora del hogar, la carga de trabajo de las mujeres se reduce 17.7 horas semanales. Si cuentan con enseres domésticos, el trabajo de las mujeres disminuye 7 horas. Y si carecen de agua potable, éste aumenta 3 horas.
Además, las mujeres representan 70.49 por ciento de las personas que dan apoyo a otros hogares, mientras que los hombres sólo 29 por ciento.
En este sentido, el 52 por ciento de las personas que se dedican al cuidado infantil en otros hogares son las madres o suegras, padres o suegros, de quien ejerce la jefatura del hogar.
Acerca del cuidado de personas de la tercera edad, la ENUT 2009 arrojó que 65 por ciento de quienes realizan esta actividad son las hijas, hijos, nueras o yernos de la persona jefa de hogar.
Mientras que, 56 por ciento de quienes se dedican al cuidado de personas enfermas son la madre, el padre o la suegra.
Al respecto, Pedrero Nieto indicó que en el país hace falta voluntad política para cubrir las necesidades de cuidado, de servicios de salud, que disminuirían de modo considerable, las cargas de trabajo, que recaen sobre todo en las mujeres.
Dicha cobertura debe ser asumida como una responsabilidad del Estado mexicano, no debe «subrogarse» a particulares como ocurrió en el país, con las guarderías y estancias infantiles.
Lo «peligroso» de ello, advirtió, es que los gobernantes ven la demanda de servicios como «una ventana de oportunidades para sacar provecho: ya vimos lo que pasó en ABC, se subrogaron las guarderías, sin ningún control, y se las dieron a los parientes cercanos a la plana mayor de la presidencia», ejemplificó la investigadora.
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