El gobierno de Panamá solicitó a la Cancillería mexicana que dé seguimiento al proceso penal contra Osvaldo Aristóteles Morgan Colón, acusado del asesinato de la joven Alí Desiré Cuevas Castrejón, mujer mexicano-panameña de 24 años, informó la familia de Alí en un comunicado de prensa donde solicita que el crimen no quede impune.
La familia también demanda a las autoridades del Reclusorio Norte que «rectifiquen el fichaje de identidad de Morgan Colón» debido a que la fotografía que está en el expediente no es la de él, hecho que la familia atribuye al tráfico de influencias del hermano del acusado, Humberto Morgan, ex diputado de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) durante la anterior legislatura.
Alí, quien estudió letras clásicas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue asesinada el 20 de septiembre por su ex novio, Osvaldo Morgan, quien ahora se encuentra en el Reclusorio Norte con auto de formal prisión, en espera de sentencia.
Erick Monterrosas, hermano de Alí, informó en entrevista con Cimacnoticias que ante las irregularidades en el caso se solicitó el apoyo de la Fiscalía Especial para Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR), y que esta semana concluirá el periodo de desahogo de pruebas.
Expresó que la primera audiencia ante el Juzgado Trigesimonoveno de lo Penal tiene como fecha probable el próximo 9 de noviembre.
IRREGULARIDADES EN EL SEGUIMIENTO DEL CASO
Desde que Erick Monterrosas, coadyuvante de la causa penal 285/09, descubrió que la fotografía del expediente no coincidía con el acusado la familia de Alí sospecha que quien está tras las rejas no es el verdadero asesino.
Refirió que cuando él tuvo la oportunidad de hablar por teléfono con Fernando Alonso Villanueva, director del reclusorio, el funcionario le dijo que por atención al diputado Morgan –hermano de Osvaldo- el acusado se encontraba en una zona especial de servicios médicos y que no había sido integrado a la población del reclusorio debido a las heridas que se practicó en «un intento de suicidio» después de asesinar a Alí.
Morgan está acusado de «homicidio calificado con saña (crueldad) y alteración voluntaria (presencia de narcóticos en la sangre)». La familia de Alí demanda que las prebendas de las que goza «cesen inmediatamente y que se le trate como a cualquier otro inculpado».
Aunque todas las pruebas acusan a Morgan, como el examen pericial que determinó la presencia de barbitúricos, mariguana y alcohol en su sangre, los tres abogados de Osvaldo apelaron para que el juicio pasara de sumario (con una duración de tres a seis meses) a ordinario, con el fin de tener más tiempo para presentar pruebas en favor del acusado.
Los defensores pretenden justificar la actuación de Morgan argumentando defensa legítima y quieren aprovechar las heridas que él mismo se provocó para «decir que Alí inició una pelea», aunque eso no explica la crueldad del crimen, detalló Erick.
CONTRA EL FEMINICIDIO Y LA MISOGINIA
Cimacnoticias ha tenido contacto permanente, mediante correo electrónico, con el padre de Alí, Conrado Cuevas Zelaya, quien vive en Panamá y refirió que su hija era militante activa de organizaciones feministas de derechos humanos y luchaba contra «la saña y el odio a las mujeres, que es tan común y aceptada culturalmente como crímenes de pasión»
Manifestó que la misoginia, contra la que Alí luchaba, evidencia «prejuicios e ignorancia»; apeló a que el feminicidio no quede impune e hizo un llamado para «educar y sensibilizar a la población, con un mensaje de respeto a las mujeres, para evitar que en un futuro otras familias estén dentro del círculo de dolor».
Desde su perspectiva, la lucha de Alí debe ser ahora «la causa de todos y todas».
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