Duele pensar que a pesar de los avances de las sociedades y de los descubrimientos científicos, la humanidad no ha superado la esclavitud como forma de explotación de las personas, aun más cuando ésta se ejerce en contra de niñas y niños, adolescentes y jóvenes; y por supuesto en mujeres esta forma de esclavitud moderna, ocupa el segundo lugar como negocio más rentable por parte del crimen organizado.
Por ello la lucha de Somaly Man activista camboyana por erradicar la esclavitud sexual y la trata de personas es tan importante. Desde su organización Acción por las mujeres en situación precaria (AFESIP), una ONG que trabaja en Camboya, Tailandia, Vietnam y Laos para erradicar la trata de personas ha trasformado la vida de al menos 3 mil personas de 5 a 18 años que han sido víctimas del mal que azota a personas en el continente asiático.
Un problema difícil de ser erradicado, mientras que un sector de la población de los varones, se considere con el derecho de tratar a una persona como un objeto para su satisfacción sexual.
Somaly entiende muy bien lo que viven las mujeres, niñas y niños que son víctimas de trata, ella vivió en carne propia esta dura experiencia.
Somaly no recuerda a su familia, sus primeros recuerdos son como trabajadora doméstica con varias familias en Phnom Penh. Hasta que finalmente, una de las familias la vendió a un burdel.
Su vida estuvo plagada de violencia y abuso, Somaly señala que su vida cambió cuando delante de ella el proxeneta del burdel donde era obligada a ejercer la prostitución, asesinó a una de sus amigas.
Desde ese día Somaly sabe que tiene que escapar de ahí y logra casarse con un ciudadano francés, Pierre Legros, que la rescata de la esclavitud sexual en 1991 y funda con ella en 1996 (AFESIP).
Tras su rescate Somaly aprende a leer y escribir, más tarde viaja a Francia en 1993 para aprender francés y regresa a Camboya como parte de Médicos sin Fronteras en 1995.
En 1996 Somaly funda la asociación Acción para mujeres en situación precaria AFESIP. Asociación no gubernamental, sin ánimo religioso ni político, que ayuda a las niñas de cualquier raza. Básicamente luchan contra la explotación sexual de las niñas y las mujeres.
Su misión es dar voz a las víctimas y sobrevivientes, liberar a las víctimas, poner fin a la esclavitud, y dar autonomía a las personas supervivientes, además de crear y mantener la dignidad y autoestima de las personas que han vivido el delito de trata de personas.
Por esta labor Somaly Mam ha sido galardonada en 1998 con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, junto a Fatiha Boudiaf, Rigoberta Menchú, Fatana Ishaq Gailani, Emma Bonino, Graça Machel y Olayinka Koso-Thomas por su trabajo en defensa y por la dignificación de la mujer.
En 2006 fue una de las ocho portadoras de la bandera olímpica en la ceremonia de inauguración de la justa olímpica de los juegos de invierno en Turín, Italia. Y en octubre de 2006, fue nombrada mujer del año por la revista Glamour.
Su lucha contra la trata de personas y la prostitución ha puesto en riesgo su vida y la de su familia por ello en 1998 se vio obligada a trasladarse a Francia, debido a las amenazas de muerte que recibía de manera constante.
Somaly Man actualmente continúa su trabajo para erradicar la trata de personas y la prostitución forzada en Asia, por rehabilitar a las jóvenes y niñas que viven esta dolorosa realidad si alguien desea apoyarla por favor consulte este vínculo http://www.afesip.org/
Por ello Somaly Man nos hereda su ejemplo de vida y lucha porque las mujeres y niñas no sean forzadas a ser esclavas sexuales, víctimas de trata de personas, para que se respete su derecho a vivir en libertad y sin violencia.
09/EC/LAG
