«Sentí dolor antes de que se recrudeciera toda la violencia que estamos viviendo los ciudadanos de esta mi natal Juárez. Pero ahora siento vacío, desamparo e impotencia, supongo que como muchos. Pensar en mejorías para mí está en verde, pero la esperanza la tengo aún porque soy mujer de fe. ¡Viva Juárez!», dijo la activista Susana Chávez.
La ciudadanía mexicana clama paz, justicia y dignidad pero su voz se pierde en la distancia de los tiempos políticos.
Susana Chávez Castillo gritó «ni una muerta más» junto a las activistas sociales de Ciudad Juárez, y su reclamo se extendió por todo el mundo.
El pasado 6 de enero, Susana también fue asesinada. Su homicidio fue justificado por las autoridades como un hecho aislado en el que el comportamiento de la víctima la puso en un estado de vulnerabilidad que la llevó a la muerte.
Hace 16 años las activistas en Juárez exigieron al gobernador de Chihuahua, Francisco Barrio Terrazas, «ni una muerta más». El gobierno no respondió, el clamor se extendió y sólo bajo la presión internacional cuando se crearon las fiscalías especializadas, las cuales nunca dieron resultado.
El gran sueño de Susana Chávez Castillo aún está lejos de alcanzarse: que las mujeres en Ciudad Juárez y en todo México vivan sin violencia.
Susana fue una poeta comprometida con los Derechos Humanos de las mujeres. Nacida en Juárez, pronto descubrió que tenía la habilidad de poner en palabras sus sentimientos para compartirlos.
Incursionó en la poesía desde que tenía 11 años. Participó en varios festivales literarios en Ciudad Juárez y otros foros culturales.
En 1995, Susana Chávez creó la frase ni una muerta más, que se convirtió en símbolo de la lucha contra homicidios de mujeres en la localidad fronteriza, considerada la población más violenta del país.
Impartía clases en el Instituto Chihuahuense de la Cultura, escribía poemas, participó en cortometrajes y estudiaba dos carreras: psicología y administración.
En la década de los 90, el tema del feminicidio no se conocía fuera de algunos círculos de Juárez. Las víctimas eran, en su mayoría, adolescentes o jóvenes delgadas, morenas y pobres. Muchas eran empleadas de empresas maquiladoras.
Ninguno de los casos se había resuelto. De hecho, las investigaciones se aceleraron después que desapareció una colaboradora de un funcionario local. La cobertura que los medios dieron al caso ayudó a la protesta que Susana y las madres de las mujeres desaparecidas realizaban meses atrás.
Fue en esos días que la poeta Susana ideó la frase que se convirtió en la bandera del movimiento: ni una muerta más.
Susana nace el 5 de noviembre de 1974 en Juárez y muere asesinada el 6 de enero de 2011. Los motivos y las circunstancias del homicidio no han sido esclarecidos pese a la detención de los presuntos homicidas.
Las autoridades niegan el vínculo entre el activismo de Susana y el crimen. Insisten que el homicidio fue responsabilidad de ella al colocarse en una situación de vulnerabilidad.
Susana Chávez nos hereda el ejemplo de su militancia y convencimiento para que las voces de toda la ciudadanía se levanten y sigan exigiendo «¡Ni Una Muerta Más, Ni un Muerto Más!».
* Periodista y fotógrafa mexicana.
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