Con el Partido Acción Nacional al frente del gobierno ha habido una política de desinterés hacia los derechos sexuales y reproductivos de las mexicanas que se traduce en falta de presupuesto, de instancias y abastecimiento de anticonceptivos.
En los últimos dos sexenios no ha habido un solo spot de radio o televisión que promocione el uso de anticonceptivos y el acceso y abastecimiento de estos métodos es insuficiente, coincidieron especialistas en el tema.
Esta falta de voluntad política para operar los programas dirigidos a la planificación familiar (PF), ha provocado un aumento constante de la demanda o necesidad insatisfecha de anticonceptivos (número de mujeres expuestas a un embarazo que no usan métodos anticonceptivos pese a su deseo de espaciar o limitar su descendencia), señaló Ricardo Vernon, investigador asociado del Instituto de Investigación, Salud, y Demografía.
El grupo de la población más afectado son las adolescentes quienes tienen una demanda insatisfecha de 36 por ciento, seguidas por las mujeres de 20 a 24 años de edad, cuya necesidad insatisfecha es de 24 por ciento mientras que quienes viven en estados con un índice más alto de marginación, presentan una demanda insatisfecha de 27 por ciento, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2006.
Esta encuesta también reportó en ese año, la disminución de 3.2 por ciento en la cobertura anticonceptiva en las mujeres unidas, pasó de 74.1 en 2003, a 70.9, en 2006.
Con el blanquiazul al frente del país, la política de planificación familiar dejó de ser prioridad, afectando sobre todo a las más jóvenes y pobres del país, concluyó Vernon.
Al respecto, Doroteo Mendoza Victorino, coordinador de Evaluación e Investigación, de la organización civil Mexfam, dijo que los programas de PF, «son muy buenos, pero no se llevan a cabo, porque a este gobierno no le interesa».
Este desinterés en la promoción, abastecimiento y acceso de anticonceptivos, no es casual; obedece a la política conservadora del PAN, «basada en dogmas religiosos», que violenta los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, sostuvo el investigador de Mexfam, organización que trabaja este tema, desde 1965.
Los programas PF iniciaron de forma aislada en las instituciones del sector salud en 1973, y de manera integrada con el Plan Nacional de PF en 1997, hasta ese entonces las acciones estaban controladas por la administración federal.
Previo a la entrada del PAN, la PF se descentralizó del gobierno federal y aunque la propuesta era mantener centralizados el abasto de vacunas para la niñez, y de anticonceptivos, «considerados insumos de importancia nacional», estos últimos fueron descartados, explicó Rafaela Schiavon, directora de la organización promotora del respeto a los derechos reproductivos de las mujeres, Ipas México.
Actualmente, las entidades federativas tienen la autonomía para decidir si compran métodos anticonceptivos o no, a quiénes les compran, y en qué cantidades, sin que normativamente estén obligados a rendir cuentas, señaló Daniela Díaz, especialista de Fundar, Centro de Análisis e investigación.
Este hecho, permite la discrecionalidad en la compra de anticonceptivos y en general de los recursos económicos y materiales que destinan a la operación de los programas de PF, añadió.
En tanto, el Centro de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CEGySR) de la SS, «invita» a las entidades federativas a comprar estos métodos, mediante un pedido concentrado que realizan al Fondo de Población de Naciones Unidas.
La capacidad de acción de este Centro está limitada por la disminución presupuestal que sufre desde 2004. Mientras el año pasado el presupuesto asignado fue de 120 millones de pesos, para este año se redujo a 100 millones de pesos, señala el documento «Métodos anticonceptivos a nivel federal para población abierta: quién decide y la ruta del financiamiento para el año 2010», elaborado por Fundar y Mexfam.
Además, de la reducción de recursos para el CEGySR, el IMSS, y el IMSS Oportunidades, han visto disminuida su infraestructura y financiamiento en el rubro de PF.
De acuerdo con Ricardo Vernon, con los gobiernos panistas, en estas instituciones, la salud reproductiva en general, y la PF en particular, dejaron de ser prioritarios.
Durante la gestión de Felipe Calderón, la coordinación de salud reproductiva desapareció del IMSS. Esta coordinación operaba la política de PF en las y los 49 millones 134 mil 310 derechohabientes del Instituto, señaló Doroteo Mendoza.
El investigador de Mexfam manifestó que este hecho es «muy grave», ya que las mujeres y hombres que dejaron de recibir esta atención, representan 47.5 del total de la población en el país.
Mencionó que con la pérdida de esa coordinación, también han ido desapareciendo paulatinamente «esas figuras» en los estados, encargadas de que la consejería y el abasto de anticonceptivos funcionaran en las clínicas.
La consecuencia directa de la falta de aplicación de políticas públicas, es una regresión en los derechos sexuales y reproductivos, que propicia el aumento en el embarazo en adolescentes.
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