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Veracruz: las mujeres ante el huracán de la violencia política

En un ambiente de violencia en todo el territorio veracruzano, donde más del 60 por ciento de sus habitantes son mujeres, el próximo domingo se celebrarán elecciones para la renovación de los 50 diputados del congreso local y las 212 presidencias municipales.

Violencia, traiciones, denuncias, homicidios, mapaches electorales y coacciones a cambio del voto, han caracterizado un proceso electoral sin precedentes en el estado, donde más de cuatro millones de veracruzanos en extrema pobreza son testigos del dispendió y disputa entre las dos fuerzas políticas que representan el Gobierno federal y estatal.

La guerra electoral, iniciada por el Partido Acción Nacional (PAN) desde hace varios meses, es sin duda la más reñida en los últimos tiempos, en esta tierra donde el 40 por ciento de la población vive en extrema pobreza y sólo un 5 por ciento vive en condiciones económicas óptimas.

La intervención del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife) para revocar candidaturas de los más fuertes adversarios de la derecha, así como la presencia de mapaches electorales –integrantes en su mayoría del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)– enrarecen aún más el clima preelectoral.

LAS MUJERES, DEAN Y LA POLÍTICA

Tragedias como el paso del huracán Dean han sido capitalizadas políticamente para intentar favorecer a los candidatos de todos los partidos políticos que, lejos de apoyar a los damnificados de los 90 municipios afectados por este fenómeno natural, sólo han servido para promocionarse electoralmente ante una desgracia que deja perdidas millonarias en todo el territorio veracruzano.

Municipios de la sierra de Zongolica, de la zona del Totonacapan y en el sur de la entidad están en su mayoría integrados por mujeres, debido a la migración de los hombres, por lo que ellas han padecido el condicionamiento de programas federales, como Oportunidades.

En este ambiente electoral, las mujeres han sido relegadas, testigas mudas de la lucha por el poder público: de los 150 candidatos a diputaciones del Partido Revolucionario Institucional (PRI), PAN y Partido de la Revolución Democrática (PRD), sólo 19 son mujeres.

La equidad de género en la integración de planillas para la renovación de los 212 ayuntamientos se da, pero colocándolas únicamente como candidatas suplentes. No se cumplió con la equidad de género que mucho pregonaron los partidos políticos, cuyas dirigencias no las respaldaron como abanderadas de sus institutos políticos.

Además, las mujeres no han escapado a este clima de violencia, como ocurrió con Lorenza Zepahua Yopihua, integrante del Consejo Electoral en el municipio de Magdalena, en la sierra de Zongolica, torturada y asesinada hace algunas semanas, como ocurrió también con el presidente del Consejo municipal del Instituto Estatal de Veracruz (IEV) de Tequila, Gustavo Cotlame Yopihua, quien misteriosamente murió con varias fracturas la semana anterior.

Y este martes, cinco personas fueron torturadas y ejecutadas con el tiro de gracia en el norte y sur del estado durante el transcurso de la madrugada.

DESPENSAS Y EMPUJONES

Pero también otro tipo de violencia se desató en varios municipios, con la retención de despensas y otros apoyos que, a decir de las autoridades estatales, se distribuirían a través de las unidades regionales de protección civil para los afectados del huracán Dean.

Esta situación fue aprovechada por las dirigencias panistas para atraer reflectores hacia los candidatos de sus partidos, mientras que las descalificaciones mutuas y denuncias penales entre los abanderados del PRI y del PAN podrían anteceder a una serie de impugnaciones del proceso electoral en diversos municipios.

La presencia de las cúpulas panistas en el estado, encabezadas por Manuel Espino, añadió más elementos de intranquilidad, pues para atraer reflectores, en actitud «porril», a empujones y con el lema «empujen, empujen el único límite es no matar», ingresó a la sede del Ejecutivo estatal para denunciar lo que consideró el desvío de recursos con fines electorales, haciendo referencia a la entrega de apoyos destinados por el Gobierno estatal para los damnificados de Dean.

Pero al dispendio de recursos de la Sedesol y al arribo de funcionarios del gobierno federal anunciando programas a favor de los millones de necesitados, se suma a la operación del programa Ojo Azul, a través de «mapaches» profesionales disfrazados de delegados federales, que hacen acto de presencia desde el pasado fin de semana.

Sin embargo, aunque el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, pidió al Gobierno estatal que no se lucre con los recursos para resarcir los daños del huracán, Felipe Calderón entregó colchonetas y otros apoyos en color azul, mientras que Beatriz Zavala Peniche, titular de Sedesol, fue sorprendida por Rosa Borunda, titular del DIF, cuando entregaba apoyos en el norte de Veracruz a los damnificados de Dean.

Hace apenas un mes, el DIF Veracruz había presentado denuncias ministeriales en contra de quien resulte responsable por la utilización de recursos y programas del DIF con fines ajenos a resarcir la necesidad de quienes menos tienen.

07/LCM/GG

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