Ciudad de México.- El avance de las mujeres en las presidencias municipales ha sido lento a lo largo de estos años, tan solo durante este 2023, de dos mil 31 municipios de los que tiene registro el Sistema de Indicadores de Género (SIG) del Instituto de las Mujeres (Inmujeres), solo 530 son gobernados por mujeres y mil 501 por hombres, mostrando lo poco que se ha garantizado la paridad en este cargo.
El SIG estimaba en 1995 un 3.52 por ciento de mujeres en el cargo de presidentas municipales, en 2005 un 3.55 por ciento, para el año 2015 se registró el 9.43 por ciento de mujeres en este puesto.
El panorama “mejoró” después de 2019, año en que se aprobó la reforma constitucional para garantizar paridad en todo. Tan solo en 2020 la cifra de mujeres en el cargo de presidentas municipales incrementó a 21.7 por ciento. Y, al día de hoy (en 2023) la representación se encuentra en 26.1 por ciento.
Pese a los ligeros avances queda claro, de acuerdo con los datos, que en 28 años no se ha alcanzado la paridad en los municipios.
Es importante destacar lo que menciona el Instituto Nacional Electoral en el texto “Presidentas municipales y/o equivalentes en funciones México 2022”, donde se destaca que los datos anteriores “se encuentran envueltos en múltiples complejidades”.
Por ejemplo: en algunos años no se cuenta con información de todas las presidencias municipales, ya que no existían datos desagregados; las elecciones no tienen la misma periodicidad, ya que existen municipios en dónde se elige autoridades en periodos menores a los 3 años, además que los procesos electorales no son concurrentes en todo el territorio; hasta hace pocos años se reportan los datos indicando el sexo de las personas integrantes; los cambios producto de las licencias o renuncias modifican el panorama.
El INE también explica que existen cambios en el número de municipios totales del país, ya que en diversas entidades se han generado nuevos municipios; además, señala que en los datos reportados no siempre se contempla a los municipios que eligen autoridades por Sistemas Normativos Indígenas, donde también hay falta de información sobre el sexo de las personas titulares del cargo.
La obstaculización de los derechos políticos de las mujeres en los municipios
Las presidencias municipales representan el primer contacto de la población con el gobierno y sus autoridades, a través de las cuales se demandan soluciones a los problemas locales y se plantean necesidades, señala Inmujeres. Sin embargo, añade el Instituto, es en este nivel de gobierno donde menos han logrado incursionar las mujeres, manteniéndose casi en el mismo nivel su participación desde hace más de dos décadas.
Uno de los principales obstáculos para el ejercicio de sus derechos político-electorales es la violencia política contra las mujeres en razón de género.
Lo anterior lo demuestra el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género, el cual ha documentado 49 quejas por dicho delito en contra de presidentas municipales desde el inicio del proceso electoral 2020-2021 hasta este 17 de octubre de 2023.
Sumado a ello también se encuentra la existencia de grupos políticos locales que tratan de preservar su poder e influencia y bloquear a sus adversarios.
“El ámbito de la política municipal puede considerarse aún violento dentro de las filas partidistas, pero ahora también entre partidos. Esto se debe principalmente a dos razones: 1) es considerado el primer peldaño en la escalera política y puede ser un punto de acceso electoral y 2) a diferencia de los cargos legislativos, las personas titulares de las presidencias municipales ejercen presupuesto directamente y tienen a su cargo más personas, por lo que hay mucho más recursos en juego”, destaca la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres.
Es decir, en los municipios hay mayor control masculino, con formas autoritarias y caciquiles de ejercer el poder. Lo anterior provoca violencia en contra de las mujeres que transgreden dichas normas.
“Las cúpulas de los partidos están integradas mayoritariamente por hombres que favorecen las carreras políticas de quienes son parte de su círculo cercano y que suelen ser también hombres. Los líderes partidistas no apoyan las candidaturas de mujeres que alzan la voz o las de quienes no pueden manipular fácilmente”, señala el organismo.
ONU Mujeres añade que, dentro de los partidos políticos, las mujeres sufren acoso y violencia sexual frecuentemente. En ocasiones, se condicionan las candidaturas a cambio de transacciones sexuales. Por otro lado, esta también es una descalificación común para muchas candidatas a quienes se les acusa de no conseguir sus candidaturas por méritos propios.
Por ello la importancia de que los partidos políticos garanticen los derechos político-electorales de las mujeres, pues precisamente son ellos quienes representan el mayor obstáculo para puedan acceder e influyan en la toma de decisiones partidarias.