Ciudad de México.- La fortuna de 5 hombres más ricos del mundo se ha duplicado desde 2020 a la fecha, asciende a más 800 mil millones de dólares estadounidenses, lo cual contrasta con la reducción de la riqueza de cerca de 5 mil millones de personas a nivel global y cabe señalar que una de las esferas más afectadas por estas desigualdades económicas afecta a mujeres, porque de acuerdo con la economista Carmen Ponce, «cuando los´super ricos no pagan, pagamos nosotras».
De acuerdo con datos del Inegi, en 2021 en México, cada mujer del país realizó trabajos de cuidados no remunerados equivalentes a 71 mil 524 pesos anuales.
Es más, el 1 por ciento más rico posee el 43 por ciento de los activos financieros del mundo, basándose en datos de Wealth X. En Estados Unidos, este grupo posee el 32 por ciento; en Asia, es el 50 por ciento. En Medio Oriente, el 1 por ciento posee el 48 por ciento de la riqueza financiera, mientras que en Europa es el 47 por ciento.
Indica sobre las penurias y el hambre son una realidad cotidiana para muchas personas alrededor del mundo. A este ritmo, se necesitarán 230 años para erradicar la pobreza; sin embargo, en tan solo 10 años, se podría tener al primer billonario. Una enorme concentración de poder empresarial y monopolístico está exacerbando la desigualdad en la economía mundial, pues 7 de las 10 empresas más grandes del mundo tienen un director general milmillonario, o a un milmillonario como su principal accionista.
La base de esas fortunas estaría sustentada en explotación de sus trabajadoras y trabajadores, evadir y eludir impuestos, privatizar los servicios públicos y alimentar el colapso climático. Sus empresas impulsan la desigualdad y generan una riqueza cada vez mayor para sus ya ricos propietarios, señala, pero sugiera que para poner fin a la desigualdad extrema, los gobiernos deben redistribuir de manera drástica el poder de los milmillonarios y de las grandes empresas hacia el resto de la población, se podría lograr un mundo más igualitario, siempre y cuando los gobiernos regulen y reinventen eficazmente el sector privado.
Según el estudio de Oxfam, mientras millones de personas se encuentran sumidos en la pobreza en todo el mundo, sin acceso a agua potable y limpia, servicios de salud adecuados, viviendas dignas o educación para sus hijos e hijas, el patrimonio de las personas más ricas del mundo se ha incrementado en más de 3 billones de dólares tan solo durante los últimos 3 años. La clase trabajadora pasa por grandes dificultades y las personas en situación de pobreza viven atenazadas por la desesperación.
Sin embargo, hay una buena y es que, gracias a organizaciones como Oxfam, cada vez más personas de todo el mundo están empezando a ver el vínculo entre su dura realidad económica y el carácter destructivo de nuestro actual sistema ultracapitalista, que prima la avaricia y la obtención de beneficios sobre cualquier otro tipo de valor humano.
Aunque la desigualdad está aumentando, ya no solo en datos, sino que también se puede apreciar en la vida cotidiana, hay algunos puntos positivos, según lo dicho por el director de justicia económica y racial de Oxfam América, Nabil Ahmed.
Menciona que los trabajadores estuvieron mostrando su fuerza a través de huelgas y acuerdos que mejoran sus compensaciones y condiciones laborales. Además, algunos gobiernos estuvieron de su lado, impulsando políticas destinadas a fortalecer los derechos de los trabajadores.
Las personas trabajadoras, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, están dejando claro que están hartas de ser estafadas y explotadas, ya no se resignan a ver cómo las empresas registran beneficios récord mientras ellas se quedan cada vez más rezagadas, ahora se defienden, muchas han conseguido importantes aumentos salariales y mejoras en sus prestaciones y condiciones laborales.
“Nos encontramos en una nueva Era Dorada, pero los trabajadores, los reguladores y los organizadores sindicales y comunitarios están empezando a abrirle grietas”, dijo Ahmed.
Los 5 hombres más ricos del mundo
Elon Musk, líder varias empresas, como Tesla y SpaceX. Su riqueza se disparó a 245 mil 500 millones de dólares estadounidenses a finales de noviembre pasado, un 737 por ciento más que en marzo de 2020, después de tener en cuenta la inflación.
Bernard Arnault, fundador, director ejecutivo y mayor accionista del grupo más grande de artículos de lujo LVMH, y su familia, tenían un patrimonio neto de 191 mil 300 millones de dólares estadounidenses, lo cual supone un aumento del 111 por ciento.
La fortuna de Jeff Bezos, creador de Amazon, fundador de Blue Origin y, desde 2013, propietario de ‘The Washington Post’, de 167 mil 400 millones de dólares estadounidenses, aumentó en 32 mil 700 millones de dólares estadounidenses desde 2020.
A su vez, Larry Ellison, empresario y emprendedor multimillonario e informático teórico estadounidense, cofundador de la empresa Oracle, ascendió a 145 mil 000 millones de dólares estadounidenses, un incremento del 107 por ciento. Por último, el patrimonio neto de Warren Buffett, director ejecutivo de Berkshire Hathaway, aumentó un 48 por ciento a 119.200 millones de dólares estadounidenses.
En general, los multimillonarios han visto crecer su riqueza en 3,3 billones dólares estadounidenses, o un 34 por ciento, desde 2020, y sus fortunas se han expandido 3 veces más rápido que la tasa de inflación, según el estudio de Oxfam, que señal que muchos de los multimillonarios estadounidenses obtienen su riqueza del capital de las empresas que dirigen, son 1,6 billones más ricos.
En el informe, Oxfam sostiene que las empresas están obteniendo grandes beneficios, que contribuyen a impulsar las fortunas de los ricos.
Dijo Oxfam que unas 148 de las corporaciones más grandes del mundo obtuvieron casi 1,8 billones de dólares estadunidenses en ganancias en los 12 meses previos a junio de 2023. Eso es un 52,5 por ciento más que su promedio entre 2018 y 2021. La organización denuncia que la industria del petróleo y el gas, las compañías farmacéuticas y la industria financiera han obtenido mayores ganancias en el último año o 2 que su promedio en años anteriores. “Ignoramos, bajo nuestra propia responsabilidad, el papel del poder monopólico en la redistribución de la riqueza hacia la cima”, menciona Ahmed.
El antecedente