Puebla es una de las entidades favorecidas con inversión pública y privada, con la que concentra toda una gama de actividades productivas. Con todo, esto no se refleja en la calidad de vida de su población; más particularmente en la femenina, cuyo número de muertes por causa de cáncer cérvico-uterino ocupa el quinto lugar en el ámbito nacional.
También, de cada 10 personas analfabetas en la entidad siete son mujeres, lo que habla del rezago educativo que priva en este sector, tanto urbana como rural. Un gran porcentaje de mujeres que no saben leer ni escribir se concentra en la población indígena, a lo que debe agregársele la violencia creciente que se ejerce contra ellas.
Ubicado al suroriente de la Ciudad de México, en 1990 Puebla tenía un alto índice de marginación y contaba con un muy alto grado de marginación. Dentro del estado, 44.5 por ciento de los municipios (217 ayuntamientos) tenían en la década pasada los rangos de marginación alto y muy alto, con 33 por ciento de su población: cuatro millones 126 mil marginados.
Para el 2000, según información del Consejo Estatal de Población (Coespo), hubo una ligera reducción en los índices: en esta ocasión Puebla se ubicó en el lugar número siete, sólo superada por Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Hidalgo y San Luis Potosí; en ese orden.
Respecto a las características de su población –según el Censo del 2000–, sus cinco millones 76 mil 686 se caracterizan por concentrarse en una superficie reducida o encontrarse dispersa en zonas abruptas y aisladas geográficamente; el resultado son las diferencias entre la calidad de vida de los habitantes de los municipios, como por ejemplo los de la sierra norte y nororiente que concentran los mayores niveles de marginación.
LA POBLACIÓN FEMENINA
La directora del Instituto Poblano de la Mujer (IPM), Blanca Alcalá Ruiz, en entrevista para cimacnoticias, señala que la entidad ocupa el quinto lugar en muertes por causas de cáncer cérvico-uterino.
También, a manera de ejemplo Alcalá Ruiz comenta que, dentro de las enfermedades de trasmisión sexual, el sida ha acumulado en los últimos años dos mil 687 casos; cifra más alta para las mujeres.
Por otro lado, pese a que 97 por ciento de las mujeres en edad fértil del estado (un millón 298 mil) conoce por lo menos un método anticonceptivo, sólo 18 por ciento utiliza algún método de planificación familiar.
JEFATURA FAMILIAR
Para la presidenta del IPM, otro aspecto importante es el asunto de las jefaturas de familia: de cada 100 hogares, 22 están encabezados por mujeres y de ellas dependen alrededor de 876 mil personas.
Su diagnóstico indica además que la mayoría de las mujeres jefas de hogar poseen baja escolaridad y poca o ninguna experiencia laboral. De ello, explica Alcalá Ruiz, precisamente por eso el Instituto ha diseñado una cartera de proyectos que buscan apoyar en ese sentido a las mujeres poblanas.
En relación con el mercado laboral, la funcionaria asegura que la situación de las mujeres poblanas es similar a las del resto del país. Tan sólo en el sector terciario (comercio y servicios) el porcentaje asciende a 63 por ciento.
Sin embargo, aclara que son escasos los lugares donde ellas son jefas, gerentes, directoras de área y demás puestos de dirección. «Esto nos habla de que todavía falta mucho por hacer para que haya igualdad de oportunidades.»
MAS INDICADORES
En Puebla, 13 por ciento de su población es indígena; de ella 51 por ciento son mujeres.
Como es del conocimiento general, la población indígena se caracteriza por su aislamiento, a la que históricamente ha sido sometida por su dispersión en el territorio; gran obstáculo que impide se le proporcione los servicios básicos.
En ese sentido, la población indígena en la entidad no es la excepción: junto con Oaxaca, Chiapas y Veracruz, los cuatro estados concentran la mitad de las y los indígenas de nuestro país.
Siguiendo con el Censo del 2000, la población hablante de lengua indígena en ese año era de 681 mil personas; ubicadas principalmente en las áreas rurales y en localidades menores a los mil habitantes. En la sierra nororiental y la sierra negra, la mayor proporción corresponde a la población femenina.
De los 217 municipios de Puebla, 54 son eminentemente indígenas, caracterizados con un alto y muy alto grado de marginación: muestra de las carencias que los indígenas poblanos tienen y afectan de forma negativa su calidad de vida.
VIOLENCIA
Un estudio de María del Carmen Jiménez y Gómez, del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla, da cuenta que de 70 casos de mujeres golpeadas e internadas en hospitales públicos del estado, 26 eran analfabetas, 27 no habían terminado la escuela primaria, tres tenían secundaria y cuatro contaban con preparatoria.
A decir de Jiménez y Gómez, 27 de ellas habían sido golpeadas por el esposo, 39 por el concubinos y en cuatro casos por el novio.
Desde su punto de vista la víctima de la violencia intrafamiliar es por lo general una mujer con baja autoestima, inmadura e insegura de sí misma que busca en la pareja una autoridad semipaterna.
En conclusión, es preciso hacer planteamientos serios hacia dónde y por qué deben orientarse muchas de las políticas públicas en favor de la población femenina del estado de Puebla.
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