Las mujeres afganas sufren la mayor tasa de mortalidad materna del mundo, al registrar en promedio mil 600 muertes derivadas de la maternidad por cada 100 mil nacimientos, reportó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Investigaciones recientes de esa instancia internacional y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) concluyen que Afganistán es probablemente el peor lugar en el mundo para que una mujer viva un embarazo.
Al presentar un informe hoy en la sede de Unicef, los organismos señalaron que la mortalidad derivada de la maternidad no es un «problema de la mujer», pues el estudio reveló que cuando la madre de un recién nacido muere, el niño tiene solamente una posibilidad entre cuatro de cumplir su primer año de edad.
Entre las conclusiones del informe se señala que la mayor parte de las muertes derivadas de la maternidad se pueden evitar, y que solamente siete por ciento de las mujeres que murieron dieron a luz con la ayuda de personal obstétrico capacitado.
Muchas de las mujeres que murieron tenían de 20 a 29 años. Solamente cuatro por ciento de ellas sabía leer y escribir y 26 por ciento de sus maridos estaban alfabetizados.
Las tasas de la mortalidad derivada de la maternidad varían considerablemente por región, lo que refleja diferencias en el acceso a los recursos y a la atención de la salud entre las zonas urbanas y rurales.
Las encuestas realizadas entre marzo y julio de este año abarcaron entornos rurales y urbanos en cuatro provincias: Kabul, Laghman, Kandahar y Badakshan.
En el plano internacional son pocos los progresos que se han alcanzado para reducir la mortalidad derivada de la maternidad, señala el informe. Alrededor de 515 mil mujeres mueren todos los años como resultado del embarazo y el alumbramiento.
El estudio examina datos provenientes de 13 mil hogares, donde los miembros de las familias ofrecieron información sobre unas 85 mil mujeres. Los encuestadores preguntaron a las familias sobre la causa de la mortalidad entre las mujeres en edad de procrear que habían muerto entre 1999 y 2002.
La directora de Unicef, Carol Bellamy, señaló que las restricciones de los talibanes sobre las mujeres, además de los 20 años de guerra, han hecho retroceder enormemente la situación sanitaria de la mujer.
Señaló que la inversión en la atención básica de la salud beneficiará a las mujeres si se les presta apoyo para que reciban esta atención.
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