Los bienes comunes, de acuerdo con el Tomales Bay Institute, son sistemas naturales o sociales palpables o intangibles, que nos fueron heredados de manera común a todas y todos; entre ellos está el conocimiento acumulado, las ideas y la biodiversidad, entre otros, de los que las mujeres han sido las protectoras históricas, como el agua.
«La manera más útil de entender los comunes, propone el Tomales Bay Institute, es pensarlos como la suma de todo lo que heredamos en conjunto y debemos transferir, sin merma a nuestros herederos», menciona el texto ¿Qué son los Bienes Comunes? Apuntes para periodistas sobre la defensa ciudadana de nuestros recursos, realizado por Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC) y la fundación alemana Heinrich Böll.
Una variante de este concepto es que los comunes pueden ser sistemas naturales o sociales, palpables o intangibles, distintos entre sí, pero comunes al ser heredados colectivamente, dice Silke Helfrich, socióloga alemana y ex directora para México y Centroamérica de la Heinrich Böll.
Entre los bienes que se consideran comunes están los elementos de la naturaleza, como el agua, el aire, la información genética de las plantas, animales y seres humanos; el conocimiento acumulado durante siglos, las ideas, la biodiversidad, la atmosfera, el cielo, el silencio, el espectro de ondas electromagnéticas, menciona el texto.
Los comunes se caracterizan por ser bienes compartidos, perdurables, administrados para el beneficio común a largo plazo. A diferencia del mercado, en el que son cosas privadas, de tipo transitorio, administradas para generar ganancias privadas a corto plazo.
Las mujeres han sido las protectoras históricas de los bienes comunes, tanto recursos naturales, como bienes culturales. Sin embargo, durante siglos carecieron de «voz pública» para opinar sobre la administración y propiedad de estos bienes.
De acuerdo con el texto de CIMAC y la Heinrich Böll, hoy en día, es un buen momento en el que «las ciudadanas podemos y debemos impulsar una posición activa para defender el futuro mismo de la vida en el planeta».
El agua, es uno de los recursos naturales, de los que administra, cuida y consiguen las mujeres para realizar sus labores en el hogar, «es uno de los fundamentos de la vida cotidiana y en ese entorno se asocia indisolublemente con las mujeres».
Cuando el agua escasea o está contaminada, el trabajo para las mujeres se multiplica, es decir gozan de menor tiempo libre. Las mujeres del campo deben caminar más para conseguirla y cargar con ella hasta sus hogares.
Además cuando este liquido vital está contaminado, ellas por su contacto cotidiano y primero con el agua, son las primeras en ser infectadas y cuando las y los miembros de su familia, se enferman por la contaminación del agua de malaria, diarrea, las mujeres están a cargo de su cuidado.
Según el Tomales Bay Institute, desde una lógica opuesta a la «mercantilización desmesurada» que «el papel del Estado consiste en alimentar tanto los comunes como el mercado y mantener un equilibrio entre ellos. Esta función equilibradora es esencial para evitar que la humanidad devore su propio nido».
La discusión sobre los comunes vuelve la mirada a culturas donde el tema de la propiedad se ha mantenido colectivo a lo largo de las centurias con un valor añadido en el respeto a la vida y a la naturaleza.
El proceso de proteger y mantener los comunes incluye varios pasos, en primer lugar se debe identificar al común y se le debe dar una estructura jurídica o institucional.
08/GCJ/GG