Hasta ahora, los mecanismos creados en México para prevenir y erradicar la violencia de género sólo han sido utilizados por el Estado para “quedar bien a nivel internacional”, cuando en la realidad a las mujeres las siguen asesinando.
En entrevista con Cimacnoticias, Magaly Reyes Chávez, coordinadora de Mujeres por un Milenio Feminista, señaló que si bien durante los últimos 12 años se crearon mecanismos y normas a favor de la población femenina, como la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en la práctica hay una simulación que impide su plena aplicación.
Estos mecanismos se han utilizado para cumplir en lo formal lo que marcan la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), y otros acuerdos internacionales signados por México.
“(Los funcionarios) van ante el Comité de la CEDAW y le dicen: ‘tenemos la Ley General, sus leyes estatales, los códigos penales, los institutos de las mujeres, estatales, el nacional’, y nos califica en todo, pero resulta que nada de esto funciona”, criticó la activista.
Agregó que a lo anterior se suma un presupuesto etiquetado que no se aplica de manera transparente y “se pierde”. “Es la doble cara, en México hay una omisión por parte de las autoridades encargadas de la política pública contra la violencia hacia las mujeres, la cual se traduce en una situación grave en la materia”, abundó.
El presupuesto destinado para el combate a la violencia de género se duplicó entre 2010 y 2011, al pasar de 65 millones de pesos (mdp) a 110 mdp.
Para este rubro, en 2012 el monto disminuyó a 68 mdp asignados a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Cabe recordar que la Conavim fue acusada en 2010 de subejercer 8 millones 508 mil pesos destinados al Diagnóstico Nacional sobre todas las Formas de Violencia contra las Mujeres, y al Programa Integral de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Magaly Reyes acusó que “hay mucha dispersión” en la aplicación de las leyes y los presupuestos por lo que “no hay un impacto real” en el combate a la violencia, a pesar de que las organizaciones de mujeres han realizado demasiado esfuerzo para crear albergues contra ese flagelo.
“Actualmente las mexicanas están siendo asesinadas en sus hogares por sus seres queridos”, alertó la feminista.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2011, por cada 100 mujeres de 15 años y más que han tenido pareja o esposo, 47 han vivido situaciones de violencia emocional, económica, física o sexual.
La coordinadora de Mujeres por un Milenio Feminista indicó que si bien las activistas han trabajado a nivel nacional y en sus entidades en la construcción de un marco legal a favor de las mujeres víctimas de violencia, (como la tipificación del feminicidio), ahora lo que corresponde “es dar el siguiente paso y velar porque las leyes se cumplan”.
El 1 de enero de 2007 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley General, la cual define por primera vez la violencia feminicida y establece que este delito se debe tipificar en los códigos penales estatales. Un año más tarde, el 8 de marzo de 2008, se publicó su reglamento.
A más de cinco años de que la Ley General entró en vigor, el feminicidio se ha tipificado en sólo 19 entidades. Guerrero fue el primer estado en tipificar el delito en diciembre de 2010.
En abril pasado, el Congreso de la Unión estipuló en el artículo 325 del Código Penal Federal el delito de feminicidio con penas que van de 40 a 60 años de prisión para los responsables, así como sanciones para servidores públicos que retarden o entorpezcan la investigación o la aplicación de la justicia.
Reyes Chávez agregó que en los últimos años no sólo se ha incrementado en el país el número de asesinatos dolosos de mujeres, sino que la violencia se ha incrementado en los hogares, y hay mayor saña contra ellas: son torturadas y mutiladas. “Como no hay justicia la violencia se potencializa”, advirtió.
“Las mujeres queremos que haya justicia, pero también programas de protección que no existen”, observó.
De acuerdo con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), a partir de información de procuradurías estatales, entre 2007 y 2009 el feminicidio aumentó 68 por ciento en todo el país.
De diciembre de 2006 a junio de 2012 se registraron 4 mil 112 asesinatos dolosos de mujeres tan sólo en 13 estados; mientras que en poco más de un año, es decir entre enero de 2010 y junio de 2011, en 24 entidades al menos 2 mil 273 mujeres fueron víctimas de feminicidio.
Datos de la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la UNAM señalan que hasta la fecha México ha recibido más de 200 recomendaciones de organismos internacionales de Derechos Humanos, a fin de erradicar la violencia contra las mujeres.
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diciembre 2012
Los ámbitos de la sexualidad y de la reproducción históricamente han sido los escenarios donde se ha potenciado la violencia contra las mujeres a través del disciplinamiento e intentos violentos por contener, distorsionar y/o suprimir su deseo sexual, incluidas todas las formas de violencia.
La sexualidad es un fenómeno cultural que supone tres condicionantes: género, clase social y grupo étnico, que a su vez, caminan sobre la base biológica, las relaciones sociales y la ideologización.
De la cultura náhuatl prehispánica, propia de la zona en la que se ubica el municipio Cuetzalan del Progreso, Sierra Norte de Puebla, sabemos lo que escribieron los frailes, desde su mirada de hombres y católicos, quienes enfocaron sus estudios a la parte central de la Nueva España: Valle de México, Tlaxcala y Puebla.
El término sexualidad no existía en el siglo XVI y la doctrina sexual que los frailes predicaron tenía como fundamento los valores de la Iglesia de la época.
Cuetzalan es reflejo de una cultura ancestral impregnada en los usos y costumbres de su población mayoritariamente indígena, donde las mujeres constituyen el sector más tradicional por ser quienes cumplen la función de transmitir y preservar la cultura.
La salud es una materia en la que la mirada indígena coloca a las mujeres con pocas posibilidades de decisión sobre su cuerpo, más aún la salud sexual, alrededor de la cual se construyen una serie de mitos que justifican el nulo acceso de las mujeres indígenas a información científica sobre su sexualidad.
Así la mayoría de las mujeres ha sido especializada en sexualidad procreadora y el resto en sexualidad erótica, pero para otros, no para ellas.
Asimismo, la salud encarna la posibilidad de ejecutar las funciones propias del ser humano que se traducen en el desarrollo real, efectivo e integral de la vida humana, de la libertad y da al ser humano las posibilidades de desarrollo sin límites físicos.
Para las culturas ancestrales, la salud y la enfermedad tienen un referente mágico-religioso, un simbolismo asociado y una curación prescrita, que envuelve las ideas sobre esterilidad, embarazo, alumbramiento, fertilidad, uso del baño de vapor o temazcal, reproducción y prácticas y procedimientos de atención al parto.
En materia de salud supone que una enfermedad fría se cura con remedios calientes, y en ocasiones con remedios fríos y a la inversa. En cuanto al cuerpo, las personas pueden nacer frías o calientes, o con una naturaleza débil o fuerte, respectivamente.
La concepción indígena dual indica que las menstruantes, embarazadas, puérperas o parturientas tienen exceso de calor, por lo que se les aconseja no exponerse a enfriamientos de ningún tipo, a fin de evitar complicaciones que puedan culminar en la esterilidad.
La llegada de la menstruación era vista como un período caliente y como un indicador de que la joven estaba preparada para la procreación. Una vez terminado el período menstrual y pasado el parto, la puérpera no regresa a su estado “térmico” normal y para que recupere un cierto equilibrio debe bañarse en el temazcal.
Bajo la concepción frío-calor, la atención al embarazo y el parto es brindada por sobadoras y parteras, incluso en aquellos casos en que existe la posibilidad de recibir atención especializada en una clínica, las mujeres prefieren alumbrar en la casa, en presencia de una terapeuta tradicional.
La Nueva España nació en medio de una auténtica conquista sexual que entendió la violencia como una herramienta de poder.
Posteriormente, las relaciones entre indígenas y españoles se estabilizarían, dando lugar a vínculos de todo tipo, entre ellos el matrimonio, el cual constituye uno de los ritos más importantes de la sociedad indígena debido a sus implicaciones en términos de parentesco (consanguíneo, descendencia y compadrazgo); económicos (acceso a bienes), y de reproducción social (reforzamiento y continuidad de representaciones).
La familia era un bien venerado, se resguardaba la sexualidad del marido sobre la mujer y los frailes instauraron en la Nueva España el matrimonio cristiano: “estarás bajo la potestad o mando de tu marido, y él te dominará”.
Señalaban que “el mandamiento de Dios, que dice y manda a las mujeres, que sean y estén a la sujeción y poderío de sus maridos”. Exhortaban a la obediencia: “No le seas desacatada; mas en mandándote hacer algo, óyelo y obedece, y hazlo con alegría”. “…De su naturaleza todas aquellas gentes, más que nación en el mundo son las mujeres a sus maridos…”. Enseñaban a sus hijas a mostrar “amor y reverencia de su marido”.
El patrón es que los padres den en matrimonio a sus hijas desde niñas a partir de los 12 años con hombres que le pueden triplicar la edad. En algunos casos, se debe al pago por un préstamo, ayuda o ante la incapacidad de la cabeza de la familia de seguir manteniéndola.
Así, de los 3 a 4 años de edad las mujeres indígenas inician su colaboración en las tareas domésticas; a los 7 u 8 son las madres sustitutas de sus hermanos más pequeños; a los 10 acarrean el agua, recolectan leña, ayudan en las tareas domésticas, se hacen cargo de los hermanos menores y ayudan en las tareas artesanales.
A los 12 años tienen responsabilidades de adultas en las labores domésticas y agrícolas; entre los 13 y 16 están listas para el matrimonio; entre los 16 y 19 empiezan su vida de casadas e inician un largo periodo de procreación, con alrededor de 12 o 15 embarazos, de los que sobreviven 4 o 5 hijos –a menos que sean esterilizadas, generalmente sin su conocimiento–.
A los 40 años han dejado de ser fértiles y representan 15 o 20 años más de los que tienen y tendrán un alto riesgo de violencia en sus relaciones de pareja, es decir, que en la vida de las mujeres indígenas, la sexualidad, el matrimonio y la maternidad están íntimamente ligadas; ellas apenas podrán diferenciar sexualidad de reproducción.
Las indígenas viven en constante violencia sexual al interior de sus hogares y viven con sus agresores. Su sexualidad se concibe como una obligación-servicio para su marido y al embarazarse no tienen otra alternativa que concluir con su embarazo con amigas, parteras o lugares inseguros en los que su vida está en juego.
Presentan constantes abusos médicos institucionalizados: maltrato, discriminación, negación de servicios, desinformación y esterilizaciones forzosas.
*Investigadora de la Coordinación de Redes de Periodistas de CIMAC.
12/CCO/RMB
Sumado al riesgo de los embarazos en adolescentes, la anemia complica los problemas perinatales y maternos, provoca partos prematuros e incluso llega a ser causa de muerte. La pobreza y las malas condiciones de vida contribuyen a acrecentar el problema.
En México, es precisamente el grupo que va de los 12 a los 19 años de edad el más afectado por la anemia, mientras que los embarazos prematuros van en incremento.
En 1990 el número de mujeres de entre 15 y 19 años que tenían uno o más hijos fue de 12.1 por ciento, pero en 2009 aumentó al 15.5 por ciento, según cifras oficiales.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012, el 20 por ciento de las mujeres embarazadas tiene desnutrición crónica, y la prevalencia de la anemia en mujeres en edad fértil es de 17 por ciento.
Los factores que detonan la anemia están estrechamente relacionados con la pobreza y las malas condiciones materiales y sociales. La Ensanut revela que las más afectadas por esta enfermedad son mujeres que habitan en las áreas rurales.
Asimismo se registró que 13 por ciento de las mujeres que mostraron mayor prevalencia de anemia se encontraban en el quintil más bajo de condiciones de bienestar; es decir, no contaban con servicios básicos de vivienda.
Si bien la anemia en mujeres embarazadas ha disminuido en los últimos 13 años en un 15 por ciento en las zonas urbanas, en zonas rurales sólo lo ha hecho en 8 por ciento, lo cual indica que los programas del Sector Salud para distribuir suplementos alimenticios enriquecidos con hierro y ácido fólico a mujeres embarazadas han funcionado para abatir la anemia sólo en las ciudades, de acuerdo con los resultados de la Ensanut 2012.
Según cifras de 2010 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 21.2 millones de personas padecen pobreza alimentaria, de los cuales 12.3 son habitantes de alguna zona rural.
12/MMS/RMB
Doña María Cruz vendió todo lo que pudo, hasta su estufa, para tener recursos y seguir buscando a su hija que desapareció desde hace 12 años.
La joven salió de Nicaragua con rumbo a Estados Unidos en septiembre de 2000. En aquel país quería un empleo, algo muy difícil de conseguir en su tierra natal.
En entrevista telefónica, María explica: “Yo tenía contacto con mi hija; cada que ella llegaba a un país me hablaba por teléfono para decirme que estaba bien. En diciembre me habló para decirme que ya estaba en la frontera de México. Me llamó un viernes y el lunes me volvió a hablar para decirme que la tenían secuestrada, que consiguiera dinero, que vendiera todo para hacerle un depósito”.
La hija de doña María forma parte de las 400 personas desaparecidas de países centroamericanos y de las cuales el 80 por ciento tuvo el último contacto con sus familiares en el municipio fronterizo de Tapachula, en el estado de Chiapas, según un reporte de la organización civil Voces Mesoamericanas.
Aldo Ledón Pereira, integrante de esa agrupación, afirmó que 4 de cada 10 personas migrantes desaparecidas entre 2000 y 2010 en la frontera sur de México son mujeres de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
Al momento de salir de sus países, ellas tienen como objetivo trabajar en México o irse a EU en busca de trabajo.
ZOZOBRA
“Vendí todo, hasta la estufa. Una semana después mi hija me volvió a hablar para decirme que estaba en Villa Comaltitlán, Chiapas, y me preguntó si le había hecho el depósito. Yo le dije que sí y colgó. Llevo más de 12 años sin saber nada de ella, sin saber si está viva, sin saber si está bien”, dice doña María.
La mujer nunca ha salido de su natal Nicaragua y trabaja como empleada doméstica, pero comenta que está ahorrando para venir algún día a buscar a su hija a México.
“Una vez se me ocurrió pedir ayuda con alguna organización mexicana para pegar fotos de mi hija en el municipio donde tuve la última noticia de ella, pero organizaciones de aquí me dijeron que sería peligroso porque si mi hija estaba ahí, víctima de trata o secuestrada, sería movida a otro lugar”, relata.
Ledón Pereira explicó en entrevista con Cimacnoticias que las mujeres migrantes que atraviesan la frontera sur son víctimas de secuestro, abuso y violaciones sexuales, abuso de autoridad, trata de personas, extorsión, agresiones físicas y verbales, condiciones irregulares de detención, violación al debido proceso, y desaparición forzada.
Ana Elena Barrios, de la organización civil Enlace, dijo que existe un porcentaje muy bajo de mujeres migrantes violentadas que denuncian si fueron agredidas física, sexual o verbalmente por autoridades, ya sean policías o agentes de migración.
12/PCH/RMB
Ante la falta de oportunidades de educación y empleo, la proporción de adolescentes urbanas dedicadas al trabajo doméstico no remunerado aumentó de 59.3 a 63.6 por ciento de 2000 a 2010, reportó el Consejo Nacional de Población (Conapo).
En el análisis “La situación demográfica de México 2011”, el Conapo indicó que el incremento también esta relacionado con la incorporación de las menores de 20 años de edad a la vida conyugal y reproductiva.
Así, en el mismo periodo que creció el número de adolescentes urbanas dedicadas a los quehaceres domésticos, se registró un “modesto” descenso de mujeres de este grupo de edad que se ocupan en estas tareas en las áreas rurales, al bajar de 40.7 a 36.4 por ciento.
Aunque cuando se mide la ocupación de las jóvenes rurales (de 15 a 29 años) en esta actividad, el análisis refiere que de 2000 a 2010 la proporción se ha mantenido en 32 por ciento.
Entre los motivos por los que las adolescentes y jóvenes (no unidas) se dedican al trabajo en el hogar no remunerado destacan las escasas oportunidades para que continúen sus estudios y las dificultades para incorporarse al mercado de trabajo.
De igual modo, refiere que en los hogares en los que las madres tienen un empleo remunerado, la responsabilidad del cuidado del hogar recae en las personas más jóvenes, sobre todo en las mujeres, quienes de forma “recurrente” interrumpen sus trayectorias académicas para ocuparse en las tareas domésticas.
La proporción de jóvenes que se dedican al trabajo doméstico se incrementa con la edad por el inicio de su vida conyugal y reproductiva. En 2010, 4 de cada 10 adolescentes estaban unidas, mientras que 85 por ciento de las mujeres de 25 a 29 años se encontraban en ese estado civil. La primera unión, sobre todo entre las adolescentes, está ligada a un embarazo previo.
En México, la edad mediana de la primera relación sexual es a los 18 años; la mitad de las mujeres en 2010 ya vivía con su pareja desde los 19 años de edad, y la misma proporción tuvo a su primer hijo a los 20 años.
La investigación de Conapo indica que las jóvenes madres dedican la mayor parte de su tiempo al cuidado de sus hijas e hijos pequeños, limitando su actividad al ámbito doméstico.
El documento refiere que la educación es un factor que debería impactar en la postergación de la primera unión y la maternidad, al tiempo que debería facilitar la incorporación de las jóvenes al mercado del trabajo, pero no ha sido así.
Y es que pese al incremento de jóvenes con secundaria completa y con educación media superior y superior, muchas de ellas deben ocuparse en las tareas del hogar una vez que forman una familia.
La proporción de personas de 25 a 29 años de edad con educación media superior y superior aumentó de uno de cada 10 en 2000 a uno de cada cinco en 2010.
La instrucción escolar es insuficiente para que las jóvenes unidas se incorporen al mercado de trabajo remunerado porque para hacerlo requieren ser relevadas en las tareas del hogar.
12/GCJ/RMB
Ante la creciente pobreza en la que viven las mujeres y niñas indígenas y rurales en México, el Comité de Expertas de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), pidió al Estado se asegure de que todos los programas y políticas destinadas a esa población incluyan una perspectiva de género y un enfoque intercultural.
En las observaciones finales hechas a México en agosto pasado, el organismo de Naciones Unidas indica su preocupación por el alto nivel de pobreza, el analfabetismo y las múltiples formas de discriminación contra las mujeres indígenas y rurales, en particular en los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
En México la población indígena representa alrededor del 10 por ciento del total (10 millones 103 mil 571 personas), y constituyen el 60.4 por ciento de las personas que viven en municipios con alta y muy alta marginación.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), esta población se concentra principalmente en los estados de Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Yucatán, Estado de México, Puebla, Hidalgo y Guerrero.
Los municipios donde el índice de educación, salud e ingreso por familia son los más bajos del país se ubican en Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
El 25 de agosto de 2006 el Comité de la CEDAW emitió 20 recomendaciones al Estado mexicano para implementar acciones a favor de las mexicanas, entre ellas las relacionadas a las mujeres indígenas y que habitan en zonas rurales.
Ante su incumplimiento, el mismo Comité extendió el pasado 27 de julio 52 recomendaciones más en las que nuevamente se solicita al Estado que adopte medidas para abatir las disparidades que enfrentan las indígenas para obtener servicios sociales básicos, como educación y salud, así como en el acceso a la tierra y la propiedad.
México fue evaluado el pasado 17 de julio respecto al cumplimiento de la CEDAW, mecanismo aprobado en 1979 y ratificado por nuestro país en 1981. Las expertas del Comité analizaron los informes 7 y 8 presentados por el Estado mexicano en 2010.
Tales observaciones y recomendaciones son de cumplimiento obligatorio para México, por lo que corresponde al nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto tomar a cabo las medidas correspondientes para ello.
De los 10 millones de indígenas que habitan el país, 46.5 por ciento no tiene instrucción académica o cuenta con primaria incompleta; 50.6 por ciento de estas personas son mujeres y las causas por las que no tienen acceso a la educación es que las niñas no van a la escuela por prejuicios de género que derivan en que dentro de las familias se privilegie la educación de los hombres.
El Comité también solicitó a México una estrategia general de concientización dirigida a las comunidades indígenas, para fortalecer una imagen positiva y no estereotipada de las mujeres.
Expresó su alerta por prácticas rurales “nocivas” que forman parte de los sistemas jurídicos indígenas basados en la asignación de roles de género estereotipados, tales como el “precio de la novia”, los cuales perpetúan la discriminación contra mujeres y niñas indígenas.
De acuerdo con el Inegi, el rezago educativo presente en varias generaciones ha hecho que el promedio de escolaridad de la población hablante de lengua indígena sea bajo, “aspecto que la coloca en desventaja para mejorar sus condiciones de vida”.
Las indígenas también tienen una menor esperanza de vida, la cual es de 63.3 años contra 75.1 años de las mujeres no indígenas.
El organismo de la ONU advirtió que la política de seguridad pública adoptada por el Estado contra la delincuencia organizada ha afectado negativamente a las mujeres indígenas y rurales, ya que ahora sufren más violencia, incluido el feminicidio, a manos de las fuerzas de seguridad.
Solicitó medidas necesarias para que los integrantes de las fuerzas armadas y los agentes del orden público que prestan servicio en las comunidades de los pueblos indígenas o cerca de ellas, respeten los Derechos Humanos (DH) de las niñas y mujeres.
Asimismo que se asegure la aplicación efectiva de las leyes pertinentes a fin de prevenir e investigar la violencia de género, así como enjuiciar y sancionar a los culpables y garantizar que las victimas tengan acceso efectivo y rápido a la justicia, así como a los mecanismos de reparación del daño.
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“Soy muy idealista y aunque suene tonto, siempre he querido hacer de este mundo algo mejor. Sé que con un cómic no voy a lograr mucho, pero por algo se empieza”.
Quien afirma lo anterior es Victoria Rubio, joven feminista originaria de Santiago de Chile, y autora desde 2007 del comic lésbico virtual “Lesbilais, tortilla periférica” (www.lesbilais.com), todo un acontecimiento en el país sudamericano por expresar de manera libre y sin complejos la diversidad sexual y la reivindicación de los derechos femeninos.
La creadora, guionista, dibujante y diseñadora de “Lesbilais” –cuya protagonista es “Anita” – comenta vía internet a Cimacnoticias sobre su quehacer artístico y su propuesta de concientizar a las y los lectores de que es posible un mundo más equitativo para las mujeres.
“Si puedo mostrar la realidad de una mujer que intenta salir adelante de la mejor manera posible y además puedo sacar una risa con esto, me doy por pagada y me dan más ganas de seguir dibujando”, explica.
Victoria cuenta que la idea de hacer un cómic lésbico surgió cuando ella tenía 22 años. “Lesbilais, tortilla periférica” es una mezcla de palabras.
Detalla: “En Chile nació una ‘tribu urbana’ conocida como las ‘pelolais’, chicas católicas de clase alta que tenían relaciones sexuales, pero no con penetración vía vaginal, a fin de evitar quedar embarazadas y seguir siendo ‘vírgenes’. También se caracterizaban por traer el pelo lacio o liso (de ahí el nombre)”.
La dibujante recuerda que se burlaba de esa moda “clasista y moralista” poniendo en el estado de su messenger “lesbilais”, porque ella tiene el pelo liso y es lesbiana.
Sobre el nombre de la tira cómica, Rubio señala que se inspiró en la palabra “tortilla”, la cual se usa para referirse a las lesbianas (al igual que en México). Mientras que “periférica” tiene que ver con que ella vive en el sector sur de Santiago.
PAÍS CONSERVADOR
“Me inspira el pensar que estoy haciendo un buen trabajo, siempre quise dibujar, creo que es el sueño de toda ‘ñoña’ lectora de cómics. Siempre pensé que (la tira) sólo la íbamos a leer mi mamá y yo y tal vez mis amigos. Cuando vi que se leía en otros países y que además a la gente le gustaba, no lo podía creer; me sentí bien con lo que estaba haciendo y con lo que estaba provocando”.
Añade: “Tengo amigos heterosexuales que les gusta y se ríen mucho con ‘Lesbilais’. También tengo conocidas lesbianas que me dicen que ellas nunca habían leído un cómic, pero que con el mío se sienten identificadas.”
Victoria Rubio apunta que ha planeado editar un libro compilatorio de su cómic, pero critica que en su país sea difícil lograrlo si no se cuenta con un patrocinio. Advierte que todavía es más complicado si la protagonista (y la creadora) “es lesbiana, pobre y mujer”.
“Acá las cosas se consiguen por ‘pituto’ (trabajo ocasional e informal). Mantengo la esperanza de lograr publicar algún día algo más masivo”, afirma.
La artista lamenta que en Chile cueste trabajo vivir siendo lesbiana pública: “Vivo en un país conservador, fascista y discriminador, donde rige la moral cristiana-católica y gobierna un presidente inepto (Sebastián Piñera), que lo que más hace son promesas que obviamente no ha cumplido”.
Concluye: “Es difícil decirse ‘soy lesbiana’ si eso te cuesta tu futuro, pero alguien lo tiene que hacer. Por ahí leí que si vivimos con miedo seremos perdedores por elección propia. Yo no quiero vivir en un país donde tenga que esconderme e inventar una relación heterosexual para poder ser feliz”.
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Tres noticias recientes nos llevan a reflexionar al finalizar este 2012 sobre el sentido del tiempo y la relación con la tierra que dominan nuestras vidas.
La primera se refiere a la conclusión de la era larga del calendario maya donde este pueblo preveía que para el 21 de diciembre del año 2012 iba a presentarse una nueva alineación de planetas y eso marcaba el fin de ese calendario.
Asimismo, en esos días cerca de 40 mil indígenas mayas de las bases zapatistas marcharon de manera silenciosa en cinco poblados de Chiapas, para recordarnos que su sentido del tiempo, del mundo y de la vida es diferente al impuesto por la cultura consumista occidental y que algo está por cambiar.
La tercera noticia se relaciona con una entrevista en mayo pasado realizada a Dennis L. Meadows, profesor emérito de la Universidad de Nueva Hampshire y uno de los autores del célebre libro del Club de Roma llamado “Los límites del crecimiento”.
En la entrevista, el profesor vaticina que en los próximos 20 años, entre hoy y el 2030, veremos más cambios de los que han ocurrido en un siglo tanto en la política, como el medio ambiente, la economía y la técnica.
Y señala que “estos cambios no se llevarán a cabo de manera pacífica” y que “el crecimiento va a detenerse en parte en razón de la dinámica interna del sistema y en parte en razón de factores externos como la energía. La energía tiene una influencia muy grande. La producción petrolera ha pasado su pico y va a comenzar a descender”.
Otra observación interesante de Meadows es que “los políticos son elegidos por periodos cortos. Su propósito consiste en parecer buenos y eficaces durante su mandato; no se preocupan de lo que pasará después. Justo por eso se tienen tantas deudas: se pide prestado sobre el futuro, para tener beneficios inmediatos, y cuando se trata de pagar la deuda, quien la ha contraído ya no se ocupa de las cosas” (La Jornada de Morelos, Correo del Sur, 23 de diciembre de 2012).
Por ello Meadows propone alargar el horizonte de tiempo de los hombres políticos. Para que no se pregunten qué hacer de aquí a las próximas elecciones sino “si hago esto, ¿qué consecuencias tendrá en 30 o 40 años?”.
La vida en el mundo en general se encuentra cada vez más ordenada por la búsqueda del placer material en el corto plazo: la felicidad conseguida por la vía del consumo de bienes y servicios que producen, ofrecen, promueven y renuevan constantemente empresas del mercado.
El crecimiento como motor de la vida moderna significa más bienes y servicios para el consumo puestos a disposición de cada vez un mayor número de pobladores del mundo.
Sin embargo, para alcanzar un mayor número de consumidores es necesario que las personas tengan ingresos para adquirir esos bienes y servicios; pero como la producción se realiza cada vez con menor utilización de fuerza de trabajo, miles de millones de seres humanos en el planeta quedan excluidos de los mercados de consumo al no encontrar trabajo ni acceso a ingresos.
Eso conlleva crecientes disparidades entre las personas, base de conflictos y violencia.
Pero también el crecimiento significa una utilización mayor de materia primas y de recursos: tierra, agua, energía, minerales, animales, plantas; recursos que anteriormente eran de disponibilidad común y que o bien se están agotando o están siendo privatizados limitando su acceso a las comunidades originarias que procuraban aprovecharlos de manera armónica a fin de conservarlos para las próximas generaciones.
En este sentido, China está comprando tierras en Estados Unidos y en África, las compañías mineras trasnacionales están adquiriendo derechos de explotación del subsuelo en muy diversos países (Túnez, México, Perú, Australia), generando crecientes protestas de los pobladores locales.
Los recursos y servicios de acceso a agua potable se han privatizado de manera muy rápida hacia compañías trasnacionales; los alimentos en el mundo están siendo controlados en su producción y distribución por un puñado de grandes empresas.
Es decir, el modo de vida propuesto por las economías de mercado no está teniendo salidas de largo plazo, ni por el lado de la generación de empleo y distribución de ingresos necesaria para generar consumidores con poder de compra, ni por el lado de acceso a recursos suficientes para la producción.
La concentración de la producción y el consumo se agudiza y las brechas entre pobres y ricos se están abriendo cada vez más y los conflictos y las violencias por los ingresos, los mercados y los recursos apuntan a aumentar como lo señala Meadows en su entrevista.
Es así que el cambio hacia una era de mayores guerras y conflictos que aparece en algunas estelas mayas, parecería coincidir con las predicciones de científicos modernos para los próximos 20 o 30 años, que recuperan tesis fundamentales de “Los límites del crecimiento”.
Cabría preguntarnos entonces si nuestros actuales gobernantes y políticos tendrán la altura de miras para convocar a una reflexión colectiva incluyente sobre el futuro de México en el largo plazo, ahora que están en preparación los planes y programas de desarrollo del país para los próximos seis años.
O ¿seguirán enfrascados en sus miopes luchas por el poder y el dinero en el corto plazo? Armonizar crecimiento, distribución y sustentabilidad parecería ser el reto para el largo plazo.
Les deseo que pasen una noche de Año Nuevo con amor, paz y alegría.
*Analista del Cambio Social y presidenta de INCIDE Social A.C.
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Luego de meditarlo con toda seriedad, he llegado a la conclusión de que vale la pena plantear un mínimo reglamento para que las fiestas decembrinas en realidad sean divertidas.
Para ello he decidido presentar algunas propuestas para compartir con la familia y las amistades; usted dirá si se suma a esta noble causa para democratizar las vacaciones.
Multa: Cada vez que alguna persona invitada a las cenas, brindis o pachangas mencione las palabras Peñanieto, Gurerracontralasdrogas, Elchapoguzmánandaporaquí, Elprinosrobólaselecciones, Elbaesterestácomooperada, o Enestepaísnohaydemocracia, deberá poner un billete de 50 pesos en una caja controlada por la señora o el señor de la casa.
Las multas serán efectivas a lo largo de todas las vacaciones y durante las comidas, cenas y recalentados. El dinero reunido será donado hasta después del 6 de enero (porque la regla también aplica para la merienda de rosca de reyes) a alguna asociación civil de su localidad que trabaje para mejorar al país y sus habitantes, incluyendo la protección de personas o animales.
Diga no al güeycot. Güeycot: dícese de la acción llevada a cabo por un individuo que se hace güey durante las vacaciones y deja todo el trabajo en manos de una o varias mujeres de la familia, boicoteando así las vacaciones de quienes sólo trabajan, acaban agotadas y no disfrutan las fiestas.
La resistencia civil al güeycoteo es vital para llevar a cabo unas fiestas en las que todas las personas disfrutan y todas colaboran repartiendo el trabajo desde que se sirve el primer tequila y se pone la mesa, hasta que se lava el último cubierto o se reacomoda al burro del nacimiento.
Propóngase unas fiestas sin güeycoteadores o güeycoteo. Asigne tareas desde temprano para fomentar unas vacaciones o fiestas democráticamente divertidas.
Cápsula del tiempo. Antes de que la concurrencia haya brindado de más para recordar cómo sostener un bolígrafo, o que la banda joven pierda interés en la compañía adulta, entregue papel y pluma a cada persona y pídales que escriban un breve mensaje de cómo se sienten ahora y cómo les gustaría ver a su país y a su familia en una década.
Siembre la cápsula del tiempo dentro de una botella en un jardín, o en una maceta, y acuerde con las generaciones más jóvenes quién se hará responsable de rescatarla en una década.
Quemar la nave. Es una práctica de la casa que comenzó como un juego de psicomagia y con los años se convirtió en una divertida tradición.
Encienda una fogata (si tiene jardín o está en un lugar al aire libre), una chimenea, un fuego controlado en una olla de barro o en un asador.
Entregue un papel y un lápiz o bolígrafo a cada persona y pídales que escriban algo que estén dispuestas a desechar para el año venidero; puede ser un aspecto de la personalidad que nos detiene, algún resentimiento que nos desgasta, algún miedo del cual ya se quiere prescindir, o los resquicios del triste recuerdo de una o un gandul que estuvo en nuestras vidas.
Tírelo al fuego y brinde por la liberación. Como no es religión no se trata de creer sino de atreverse y divertirse, que para eso son las vacaciones.
Twitter: @lydiacachosi
*Plan b es una columna publicada lunes y jueves en CIMAC, El Universal y varios diarios de México. Su nombre se inspira en la creencia de que siempre hay otra manera de ver las cosas y otros temas que muy probablemente el discurso tradicional, o el Plan A, no cubrirá.
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2013: “Año de la protección de los derechos de la mujer”. IWMF convoca al Premio “Valentía en el Periodismo”. Crearán refugio estatal para mujeres violentadas en Veracruz.
2013: “Año de la protección de los derechos de la mujer”
México.- El Congreso de Oaxaca aprobó por unanimidad declarar a 2013 como el “Año de la protección de los derechos de la mujer”.
La impulsora de la propuesta, la diputada Margarita García, del partido Movimiento Ciudadano (MC), señaló que el Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO) debe destinar más recursos para su pleno funcionamiento, ya que en los últimos 10 años la entidad ha registrado 546 casos de feminicidio y 90 en 2012.
La legisladora advirtió que desde hace 30 años, en Oaxaca, no ha existido un presupuesto real para emprender acciones contra la violencia hacia las mujeres.
IWMF convoca al Premio “Valentía en el Periodismo”
Estados Unidos.- La Fundación Internacional de Mujeres en los Medios (IWMF, por sus siglas en inglés) emitió su convocatoria anual para el registro de candidatas al “Premio Valentía en el Periodismo”, y el “Premio a la Trayectoria” para mujeres periodistas cuyos logros hayan trascendido e inspirado a futuras generaciones de comunicadoras.
Para el “Premio Valentía en el Periodismo” se postulará a tres mujeres que hayan demostrado fortaleza de carácter al enfrentar dificultades en el ejercicio de informar.
Los nombres de las candidatas deben presentarse antes del 1 de marzo de 2013. Las nominadas pueden ser reporteras, escritoras, editoras, fotógrafas o productoras de tiempo completo, de medio tiempo o “freelance”, en medios digitales o impresos de cualquier país. Más información en la página oficial de la IWMF http://iwmf.org/honoring-courage/2013.
Crearán refugio estatal para mujeres violentadas en Veracruz
México.- La Comisión de Equidad y Género del estado de Veracruz destinó 20 millones de pesos para la construcción en 2013 de un refugio para mujeres víctimas de violencia.
La diputada y presidenta de esa instancia legislativa, Martha Lilia Chávez, señaló que el refugio también brindará a las mujeres apoyo integral en otros ámbitos. (Con información del portal AVC Noticias).
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