Urgen políticas públicas para que la población migrante mexicana que es repatriada desde Estados Unidos (de quienes al menos 35 mil son mujeres) viva en condiciones de igualdad e inclusión al regresar a nuestro país, dijeron especialistas.
Al participar en el “Foro sobre Movilidad Humana y Trato Igualitario en la Ciudad de México. Retos, experiencia y buenas prácticas”, la investigadora Leticia Calderón Chelius, del Instituto de Investigaciones Luis Mora, señaló que la repatriación es una de las situaciones menos visibles en el fenómeno migratorio en este país, pese a que se ha incrementado.
La experta detalló que se deben desarrollar políticas públicas y programas enfocados a garantizar condiciones para la adecuada inclusión de la población connacional repatriada desde EU, en ámbitos como el empleo, la educación, la salud y la familia.
No obstante, criticó Calderón Chelius, las políticas públicas encaminadas a dar garantías a las y los migrantes olvidan a la población de retorno, y se enfocan sólo en ciertas problemáticas, no menos importantes, pero sí de manera poco integral.
Como ha reportado Cimacnoticias, las migrantes que son repatriadas de EU a México enfrentan problemas –vinculados a su género o etnia o alguna otra vulnerabilidad– como la separación de sus parejas en el traslado, falta de documentos de identificación, y la búsqueda de la reunificación familiar, ya que cuando son deportadas no tienen oportunidad de arreglar la custodia de sus hijas e hijos, o no reúnen todos sus documentos.
Además de afrontar esas situaciones, las mujeres regresan a México con pocos o ningún recurso económico, sin tener dónde vivir ni dónde trabajar, condición indispensable para que puedan reclamar la custodia de su descendencia nacida en el país vecino.
Arturo Moreno, integrante de la organización Casa de los Amigos, dijo que no hay información suficiente sobre dónde y cómo llegan las personas que son repatriadas, y mucho menos se observan los obstáculos que enfrentan para su inclusión.
Subrayó la necesidad de un diagnóstico sobre la situación de esta población, así como la generación de políticas públicas y programas que permitan una convivencia respetuosa, inclusiva y sin discriminación.
14/AJSE/RMB
septiembre 2014
Indígenas mexicanas denunciaron que durante la Primera Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas –que celebró la ONU el 22 y 23 de septiembre en Nueva York–, el Estado mexicano mantuvo un doble discurso al hablar de avances y omitir información sobre los atropellos contra las comunidades originarias.
Las líderes indígenas Martha Sánchez, Felícitas Martínez, Guadalupe Martínez y Bettina Cruz aseguraron que no es verdad el dicho de Enrique Peña Nieto, quien afirmó que el gobierno mexicano “respalda a los pueblos originarios para que alcancen un verdadero desarrollo incluyente, que mejore su ingreso y calidad de vida, sin perder su identidad cultural ni comprometer el patrimonio natural del país”.
En conferencia de prensa hoy en esta capital, las indígenas, quienes participaron en la cumbre, dijeron que la delegación mexicana, encabezada por el titular del Ejecutivo, presentó información que dista de la realidad de los pueblos autóctonos, ya que en México se criminaliza, hostiga y encarcela a las y los indígenas que se oponen a megaproyectos o exigen sus derechos.
Ante ello recalcaron que México tiene un doble discurso porque mientras en la conferencia Peña Nieto presumió su compromiso con las comunidades originarias, líderes indígenas que luchan por la tierra y en defensa de sus territorios son encarcelados.
Martha Sánchez Néstor, coordinadora de la Alianza de Mujeres Indígenas de Centroamérica y México y encargada de Proyectos de Mujeres Indígenas del Instituto Simone de Beauvoir, observó que la conferencia mundial fue un logro de las indígenas tras intensos cabildeos, pero lamentó que el gobierno mexicano no garantizara una participación plural.
Destacó que hay decenas de casos de criminalización, persecución y hostigamiento contra mujeres y hombres indígenas que no fueron enumerados, por ello aseguró que es necesario que las mujeres sigan participando en espacios como Naciones Unidas para que puedan llevar sus demandas y problemáticas.
Felícitas Martínez, quien fuera parte de la Coordinadora Regional de la Policía Comunitaria de la Costa Chica y Montaña de Guerrero, relató que ejemplo de las violaciones a los derechos de las personas indígenas es el encarcelamiento de policías comunitarios, entre ellos Néstora Salgado, quien sigue encarcelada en el estado de Nayarit acusada de secuestro y delincuencia organizada.
Bettina Cruz, integrante de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIITDTT), abundó que en algunas regiones de México las empresas eólicas invaden las comunidades con el apoyo de las autoridades y el argumento de que generan energías renovables.
Asimismo destacó que quienes se oponen a esos proyectos son criminalizados. Cruz es acusada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de delitos “contra el consumo y la riqueza nacional y privación ilegal de la libertad”, y está en espera de la decisión del Juez Sexto de Distrito de Salina Cruz, Oaxaca, que emitirá la sentencia que definirá su situación legal.
Además, las activistas acusaron que las indígenas no tuvieron el apoyo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), e incluso precisaron que la titular de la dependencia, Nuvia Mayorga, junto con la Secretaría de Relaciones Exteriores, canceló un foro mundial que se organizaría en México previo a la Conferencia de la ONU.
Asimismo relataron que las mujeres tuvieron que sortear obstáculos financieros y de idioma para poder participar; no obstante, las líderes aseguraron que ahora el gobierno mexicano debe acatar los lineamientos acordados en el encuentro.
En el documento final, firmado por México, se compromete a los países a adoptar, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas, medidas apropiadas a nivel nacional, incluidas medidas legislativas, administrativas y de política, para alcanzar los fines de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, entre otros acuerdos.
Guadalupe Martínez, integrante de la Alianza de Mujeres Indígenas de Centroamérica y México, resaltó que si bien este acuerdo internacional es un avance, hubo pendientes porque en la declaración final no se mencionaron compromisos para evitar la militarización de las comunidades indígenas, y no se abundó en los derechos sexuales y reproductivos de las indígenas.
Es por ello que las mujeres coincidieron en que es necesario que el gobierno mexicano implemente los acuerdos adoptados.
14/AGM/RMB
Convocan a Papa Francisco a debatir sobre derecho al aborto
La Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) invitó al Papa Francisco a sostener una reunión con ellas, para dialogar sobre el bien de las mujeres y la comprensión que debería tener la Iglesia católica para aquellas que abortan.
En una carta entregada a la Nunciatura Apostólica en México –que según lo informado llegará al Vaticano en una semana–, la Red que integra a mujeres de Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, España, México, Nicaragua, Paraguay y Perú convocó al Papa a dialogar abiertamente sobre el aborto.
La misiva fue enviada al Vaticano en el marco del Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, que se conmemoró el pasado 28 de septiembre.
CDD invitó al jerarca católico “a que nos reunamos para conocernos, dialogar y encontrar hospitalidad mutua, reconociendo que es posible poner un mantel sobre la mesa del corazón para propiciar, con la ayuda de Dios, que estalle el bien en la vida de tantas mujeres latinoamericanas”.
En el escrito recordó que durante su papado el pontífice ha recogido un mensaje ético y amoroso, y ha declarado que la Iglesia es una casa abierta en la que participan todas las personas.
La Red explicó al Papa Francisco que la maternidad es una elección libre, no una imposición ni un destino obligado: “Es una elección amorosa y responsable que requiere de cada mujer deseo, compromiso y trabajo”.
Por ello –abundó– cada sociedad demanda una renovación cultural y jurídica para que podamos ejercer el derecho “a decidir si queremos ser madres, si continuamos o interrumpimos un embarazo no deseado”
Agregó que “nadie aborta con alegría en su corazón, ni con la fría intención de dañar una vida en ciernes”. Asimismo, que “la inflexibilidad rompe la cercanía entre las personas, es inhumana y causa muchísimo sufrimiento”.
Por ello la Red observó que la Iglesia necesita una mayor sensibilidad humana y vivir un espíritu de comprensión, consuelo y misericordia ante los millones de mujeres que han abortado o lo están haciendo, convencidas de que es su mejor decisión en sus circunstancias concretas.
Llamó a considerar que la despenalización y legalización del aborto es apenas la posibilidad de ofrecer condiciones humanas a una práctica que cuando se realiza en la ilegalidad pone en riesgo la salud y la vida de muchas mujeres y niñas, especialmente las más pobres.
14/AZM/RMB
El recién aprobado reglamento interno del Instituto Politécnico Nacional (IPN), así como los eventuales cambios a los planes de estudio de diversas licenciaturas, podrían derivar –según la lectura de alumnas de la institución– en que las jóvenes no accedan a mejores empleos y salarios, se enfrenten a nuevas barreras para encontrar un trabajo, y no obtengan todos los conocimientos que requiere su profesión.
Ante ello, estudiantes de licenciatura decidieron unirse a la lucha “por defender el IPN”, y con ello proteger su escuela, su carrera y su futuro, porque –como ellas dicen– la lucha por el Politécnico también es una lucha de mujeres.
El pasado 24 de septiembre el Consejo General Consultivo del IPN aprobó un nuevo reglamento interno –que en caso de entrar en vigor sustituiría al vigente desde 1998–, y el cual las y los alumnos tachan de contradecir los fundamentos con los que fue creada la institución, contribuir a que las empresas puedan contratarlas por bajos salarios cuando concluyan sus estudios (pues no obtendrían un título de licenciatura o ingeniería, sino como personal técnico), y de responder a la reciente reforma educativa.
Desde el pasado 25 de septiembre diferentes escuelas se declararon en huelga y salieron a las calles del DF para manifestar su descontento ante el hecho de que el reglamento fue aprobado sin una consulta previa, las modificaciones a los planes de estudio no responden a las necesidades del alumnado, y porque se vulneran sus derechos estudiantiles.
En un comunicado, la “Asamblea por la Defensa del IPN” dijo que el instituto fue creado “para dar educación a los hijos de los obreros y campesinos y para aportar en el desarrollo científico y tecnológico del país”, no obstante con las reformas se pretende “responder a las necesidades del sector privado que bajo la máscara de términos como ‘cultura emprendedora’ y ‘competitividad empresarial’ busca vendernos como mano de obra barata, contradiciendo los principios con los que fue creado”.
Denunció que sus derechos como estudiantes se ven violentados mediante diversos artículos omitidos en el nuevo reglamento, e incluso “se criminaliza la libertad de expresión” en varios artículos que dejan la puerta abierta a sanciones contra quienes decidan manifestarse.
MOVILIZACIÓN
Dispuestas a defender su institución –con 85 años de creada y una de las más reconocidas en América Latina–, las jóvenes de nivel superior participan activamente en manifestaciones y asambleas, organizan a sus escuelas, y realizan brigadas de solidaridad en el transporte público y otras universidades, porque como contaron a esta agencia, la defensa del IPN también es una lucha por proteger su futuro y por el que han trabajado arduamente.
Cabe destacar que las aulas del IPN por años estuvieron dominadas por una matrícula masculina, pero poco a poco las jóvenes han alcanzado notoriedad en las ingenierías y principalmente en algunas carreras donde la mayoría de estudiantes son mujeres.
Sandra, de 26 años, es estudiante de séptimo semestre de la licenciatura de Odontología, impartida en el Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS), en el Casco de Santo Tomás (al norte de la Ciudad de México), y desde el pasado 26 de septiembre apoya el paro de labores, acude a las asambleas y a los círculos de estudio que se han organizado “para evitar que se diga que hacemos la manifestación porque no queremos estudiar”.
Ella se convirtió en madre a los 19 años de edad, por lo que tuvo que postergar su ingreso a la universidad por un tiempo. “Cuando mi hija creció un poco y entró a la escuela pude acomodar mis horarios y me puse a estudiar para presentar mi examen. Las dos primeras veces no lo pasé; entrar es muy difícil pero finalmente obtuve un lugar”.
Para ella, estudiar implica dividir su día entre sus responsabilidades con su hija, las labores del hogar, hacer la tarea y estudiar por las noches, además de pasar los fines de semana y días festivos trabajando.
“Apoyo el movimiento porque también es mi lucha; si el nuevo reglamento interno se aplica me sacarían de la escuela si repruebo una materia sin darme la oportunidad de explicar mi condición. No soy floja o apática, simplemente no es tan fácil para mí cumplir con todo, aún así lo hago y te aseguró que no soy la única chava que está y estará en una situación como la mía.
“Además pareciera que las autoridades del Politécnico no pensaron en las historias de las y los alumnos; a todas y todos nos ha costado mucho trabajo llegar a la universidad, en dinero y esfuerzo, y no nos parece que después de esforzarnos tanto no vayamos a obtener un título de licenciatura, eso no es justo”.
MÁS TRABAS
Para la licenciatura de Enfermería, que se ofrece en la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia (ESEO), el nuevo plan de estudios pretende eliminar las horas de prácticas de laboratorio, en las que las alumnas aprenden a tratar con pacientes y desarrollan habilidades básicas para su profesión.
“A nadie le preguntaron qué era lo que necesitábamos para mejorar nuestro plan de estudios; el nuevo reglamento define que los cambios de estudios corresponderán a los directivos; para nosotras eso significa que harán cambios arbitrarios sin tomarnos en cuenta”, dijo Gabriela, estudiante de cuarto semestre.
Ella contó que eligió estudiar enfermería por que le gusta trabajar con las personas, y en un futuro le gustaría seguir estudiando y en un momento desarrollar técnicas innovadoras que permitan un tratamiento menos invasivo de las y los pacientes.
Por ello advirtió que “si no defendemos al IPN corremos el riesgo de que todos los planes y sueños que tenemos sobre un mejor futuro se vengan abajo”.
Mientras repartía trípticos sobre el movimiento en las calles aledañas al Casco de Santo Tomás, Noemí, estudiante de quinto semestre de la licenciatura en Biología de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, sostuvo que no dejará de defender sus derechos, los de sus compañeras y los de futuras generaciones.
Agregó que su lucha también es por su familia: “Mi madre es jefa de familia; trabaja desde que yo tengo memoria para ayudarme a estudiar; yo trabajo los fines de semana para ayudarme en los gastos. Para mí estudiar es un gran esfuerzo y un desgaste económico aun cuando estudio en un lugar público. El nuevo reglamento amenaza eso, deja abierta la posibilidad de que el IPN se privatice; para jóvenes como yo implicaría quedarnos sin la posibilidad de estudiar.
“Voy a participar en esto hasta el final y voy a apoyar las protestas porque es defender la educación pública que beneficia a las jóvenes como yo, aunque ahora una carrera universitaria no te garantiza una mejor calidad de vida, no tenerla sí te garantiza que no tendrás muchas oportunidades de tenerla”.
La joven explicó que se esfuerza también por demostrarles a las autoridades politécnicas que vale la pena invertir en la educación de la juventud, y que su movimiento estudiantil es pacífico.
En su pliego petitorio, las y los estudiantes inconformes piden la cancelación total del nuevo reglamento interno, la derogación de los nuevos planes de estudio para las vocacionales y todos los que vayan en detrimento de la misión histórica del IPN.
También exigen la destitución de la directora general Yoloxóchitl Bustamante Díez; el aumento del presupuesto para el IPN derivado del aumento al 2 por ciento del PIB para educación; la democratización de los órganos de gobierno y elección de autoridades, y la realización de un Congreso General Politécnico con participación de toda la comunidad y el reconocimiento de las autoridades.
Hasta el cierre de esta edición, integrantes de la “Asamblea por la Defensa del IPN” esperaban reunirse con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en la sede de la dependencia, para darle a conocer sus demandas y exigir solución.
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Garantiza Ley de Infancia derechos reproductivos de las niñas
Con la aceptación de las organizaciones civiles, el Senado aprobó por unanimidad el decreto por el que se expide la Ley General para los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, la cual contempla los derechos sexuales y reproductivos de las menores de edad.
Ayer, el pleno del Senado aprobó por unanimidad la ley que finalmente recogió las críticas de activistas a la propuesta inicial enviada el pasado 1 de septiembre por Enrique Peña Nieto.
Nashieli Ramírez, directora de la organización Intervención Social Ririki, dijo en entrevista con Cimacnoticias que esta minuta de ley que pasará a la Cámara de Diputados para su ratificación, contiene derechos fundamentales para la niñez mexicana.
Consideró que uno de los puntos más polémicos fue el de reconocer derechos sexuales y reproductivos a las niñas, ante lo cual el senador por el Partido Acción Nacional (PAN) José María Martínez, presidente de la Comisión de la Familia, manifestó su rechazo al interpretar que la minuta aprobada hacía referencia al aborto. No obstante, al final el decreto avanzó por unanimidad.
Con la ley aprobada se deberán generar políticas públicas para proveer información y herramientas que contribuyan a prevenir los embarazos prematuros, también otorgar apoyos a las madres adolescentes, y reconocer la responsabilidad de las personas adultas en la educación sexual de las niñas, según quedó asentado en el capítulo octavo relativo al derecho a la protección de la salud y a la seguridad social, y el capítulo décimo sobre derecho a la educación.
Algunos de los principales logros, destacó Nashieli Ramírez, es que se garantiza el acceso y la prevalencia de las niñas y las adolescentes en el sistema escolar, y la obligación de que los congresos estatales aumenten la edad mínima para el matrimonio a los 18 años.
Lo anterior quedó asentado en el artículo 58 correspondiente al capítulo sexto “Del derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral”, el cual estipula: “Las leyes federales y de las entidades federativas, en el ámbito de sus respectivas competencias, establecerán como edad mínima para contraer matrimonio los 18 años”.
Ramírez enfatizó que esta ley, con las recientes modificaciones, es un progreso en el resguardo de los derechos de las niñas, y afirmó que esto se debe a la participación de grupos civiles que dieron argumentos para que 90 por ciento de los artículos de la iniciativa que propuso el Ejecutivo federal fueran reformados.
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Piden acciones urgentes contra embarazos tempranos en Perú
Perú.- En los recientes 20 años en Perú se han incrementado los embarazos en mujeres adolescentes de 15 a 19 años. De 1991 al año 2000 la tasa pasó de 11.3 a 13 por ciento y desde 2013 se mantiene en 13.9 por ciento en todo el país, informó el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex).
Es así que 14 de cada 100 adolescentes peruanas están embarazadas o han sido madres, por lo que Promsex pidió a los ministerios de Salud, Educación y de la Mujer acciones inmediatas para frenar el incremento de los embarazos tempranos, ya que las principales causas que originan esta situación es la falta de información, y el poco acceso a servicios de educación sexual, salud y anticonceptivos.
Convocan a Encuentro Nacional de Mujeres en Argentina
Argentina.- Para posicionar en la agenda política argentina el feminicidio, la violencia de género, la trata de mujeres y la despenalización del aborto, se realizará el 29 Encuentro Nacional de Mujeres los próximos días 11, 12 y 13 de octubre.
El encuentro reunirá a más de 25 mil mujeres, quienes con talleres, actividades y protestas exigirán la impartición de educación sexual en las escuelas públicas, presupuesto para la plena aplicación de la Ley de Protección Integral a las Mujeres y el cese del feminicidio, que en lo que va del año ha dejado una víctima cada 24 horas.
Salen a la luz más denuncias por violencia de género
Perú.- El viceministro peruano de Poblaciones Vulnerables, Fernando Bolaños, informó que gracias a la creación de centros de atención a mujeres maltratadas, salieron a la luz las altas cifras de violencia de género en el país sudamericano.
Con motivo del 20 aniversario de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belém do Pará), el funcionario dijo que los centros de atención han alentado a más mujeres a denunciar abusos, como la violencia verbal y el acoso callejero.
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La investigación que se realiza en el Estado de México –a raíz de la solicitud de Alerta de Violencia de Género (AVG) presentada en diciembre de 2010– se basa en encuestas y cuestionarios, y no en testimonios de las víctimas, denunció el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF).
Como parte de la Alerta Ciudadana de Violencia de Género, el OCNF visitó la semana pasada el municipio de Tlalnepantla, localidad mexiquense con alta incidencia de violencia de género.
Durante la protesta frente al palacio municipal, Yuridia Rodríguez, asesora jurídica de la organización, informó que aunque han pasado cinco meses desde que se anunció que se realizaría una investigación sobre violencia feminicida en la entidad, los avances son mínimos.
Cabe recordar que en 2010 la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) y el OCNF presentaron ante el Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (SNPASEVM) una solicitud de investigación para declarar la AVG en el Edomex, la cual fue negada en enero de 2011.
Ese mismo año, ambas organizaciones interpusieron un amparo contra la negativa de declaratoria de AVG. En 2012 el Juez Noveno de Distrito otorgó el amparo, obligando así al Sistema a motivar y fundamentar su negativa, y aunque realizó dos sesiones con ese fin el SNPASEVM volvió a rechazar la alerta.
En 2013 el Poder Judicial Federal ratificó el fallo del juzgado, y aunque la Secretaría de Gobernación respondió con una queja, la sentencia fue ratificada.
En mayo pasado se informó que la pesquisa correría a cargo de un “Grupo Multidisciplinario e Interinstitucional” creado en 2009, a partir del acuerdo 04-24/04/2009 del SNPASEVM, y conformado sólo por dependencias federales.
Según las organizaciones civiles, la lentitud con la que se ha realizado la investigación se debe a que el gobierno federal “no sabe cómo investigar el feminicidio”, pues en reiteradas ocasiones pidieron les dieran a conocer la metodología con la que se realizarían las pesquisas, sin obtener una respuesta clara.
En ese contexto, Yuridia Rodríguez dio a conocer que recientemente el Sistema les dijo que solicitó información al gobierno del Edomex sobre el número de asesinatos y casos de feminicidio registrados durante el periodo denunciado por la organización (2005 a 2010).
“Esto nos parece sumamente grave porque en 2010 (cuando se solicitó la activación de la AVG) no existía el delito de feminicidio, así que ya sabemos que las autoridades locales van a informar que no tienen registrado ningún caso, simplemente porque no existía el tipo penal”, criticó.
Agregó que la investigación no “tiene ningún interés” por identificar las irregularidades que cometen los funcionarios, de lo que se podría desprender posibles sanciones.
Lo anterior porque, según informó el Sistema al OCNF, el Grupo Multidisciplinario “va a leer los expedientes (judiciales)”, pero no tiene ninguna facultad para señalar las fallas en la investigación o pronunciarse al respecto de los casos.
A decir de Rodríguez, la investigación que se lleva a cabo se basa en el envío de cuestionarios a activistas y al gobierno mexiquense, pero no contempla visitas al lugar de los hechos, municipios o acercarse a las víctimas, “cuando lo que nos ha permitido a nosotras ver que el problema es más grave de lo que imaginábamos es precisamente acercarnos a los municipios”.
Desde mayo pasado, cada día 25 de mes, el OCNF recorre los puntos emblemáticos de municipios mexiquenses con alta incidencia en violencia de género, y en sus recorridos escucha a las familias de víctimas que no han denunciado los hechos. Hasta ahora se ha visitado Toluca, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Chalco y Tlalnepantla.
Finalmente, la abogada Yuridia Rodríguez lamentó que mientras en los estados de Guanajuato y Morelos bastó un mes para emitir recomendaciones a los gobiernos locales, en el Edomex han pasado cinco meses sin resultados concretos de la investigación, por lo que se teme que carezca de un impacto real.
En una entrevista concedida a esta agencia el pasado 19 de agosto, Alejandra Negrete Morayta, comisionada Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), dijo que la investigación en el Edomex estaba en la etapa de acercamiento con las víctimas y sobrevivientes de feminicidio, y escuchando a grupos civiles.
Precisó que la metodología a seguir sería la misma de las investigaciones realizadas en Guanajuato y Morelos (indagaciones llevadas a cabo por un Grupo de Trabajo conformado además de funcionarios, por académicas y expertos). Sin embargo, lo denunciado por la integrante del OCNF desmiente lo dicho por la comisionada.
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Pakistán: grave disparidad de género en el mundo laboral
La paquistaní Saleema Bibi, de 40 años, se graduó hace 15 de la facultad de medicina, pero hasta ahora nunca pudo ejercer porque ciertos estereotipos culturales le impiden salir al mercado laboral. Como resultado, un sector necesitado de mujeres se pierde de tener profesionales calificadas.
“Quería trabajar para el Estado, pero mi familia prefería que me casara”, contó Bibi a IPS/Cimacnoticias. Ahora se dedica a las labores del hogar, pues sus “estrictos parientes políticos” se oponen a que las mujeres trabajen.
“Sé que hay escasez de médicas en esta provincia”, observó Bibi, residente de Peshawar, capital de la norteña provincia de Jyber Pajtunjwa. “Y los salarios y otros beneficios para los profesionales de la salud son lucrativos, pero los tabúes sociales frustran el deseo de las mujeres de conseguir un trabajo”, se lamentó.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la disparidad de género en el ámbito laboral es grave en Pakistán. Alrededor de 80 por ciento de los hombres tuvieron un empleo entre 2009 y 2012, mientras menos de 20 por ciento de las mujeres trabajaron en ese periodo.
En la zona tribal al norte del país centro asiático la situación es aún peor, porque las costumbres religiosas mantienen a las mujeres confinadas al hogar sin poder apartarse en lo más mínimo de los roles tradicionales de esposa, madre y responsable de las tareas domésticas.
Lo que descubrió Bibi antes de cumplir los 30 años es algo que la mayoría de las paquistaníes que sueñan con una carrera, terminarán por encontrar también: un sinfín de obstáculos para la participación equitativa de las mujeres en la economía.
El sector de la salud en Jyber Pajtunjwa, donde viven unos 22 millones de personas, emplea a unas 40 mil mujeres, muy por debajo de los 700 mil hombres empleados, según Abdul Basit, especialista en salud pública de Peshawar.
“La escasez de mujeres en el sector de la salud es perjudicial para la población femenina”, y es “resultado del dominio masculino y de un ambiente moldeado por la creencia de que las mujeres deben quedarse en casa en vez de aventurarse al exterior”, explicó.
Hay alrededor de una médica por cada cinco varones con esa profesión, pero muy pocas tienen un trabajo remunerado.
Cientos de mujeres estudian medicina, pero en Jyber Pajtunjwa solo hay 600 doctoras, muy pocas comparadas con los 6 mil hombres empleados en la salud, dijo Noorul Iman, profesor de la Facultad Médica de Jyber, de Peshawar.
Según la Encuesta Económica de Pakistán 2012-2013, las mujeres tradicionalmente se han desempeñado en el sector informal, trabajando como empleadas domésticas y realizando otras tareas mal pagadas como cocinar o limpiar, por las que las familias de mayores ingresos les dan migajas.
Las investigaciones muestran que sólo 19 por ciento de las trabajadoras tenían cargos públicos. Además unas 200 mil mujeres en esta provincia buscaron empleo en el periodo 2010-2011.
Los puestos de trabajo más populares eran los sectores de la salud, la banca, la justicia y otros como ingeniería y, en especial, educación.
Los 40 días de licencia maternal son incentivos para trabajar. Pero aun en este sector, la disparidad es importante. En esta provincia, hay 119 mil 274 maestros y sólo 41 mil 102 profesoras.
El sector industrial no está mejor. Muhammad Mushtaq, importante empresario de esta provincia, dijo que hay sólo 3 por ciento de mujeres entre los empleados de los 200 complejos industriales de Jyber Pajtunjwa.
Es muy desalentador porque en las universidades, incluso en las del norte del país, hay casi la misma cantidad de mujeres que de hombres.
Mushtaq también cree que el acoso sexual que padecen en el ámbito laboral conspira con otras causas para que las mujeres queden fuera del mercado.
Alrededor de 11 por ciento de las trabajadoras presenta denuncias por esta causa, según un estudio realizado en 2006 por la Organización para el Desarrollo de las Mujeres, con sede en Peshawar.
En Pakistán, donde 55 por ciento de los 182 millones de habitantes ganan menos de dos dólares al día (27 pesos mexicanos) y 43 por ciento entre dos y seis dólares (hasta 80 pesos mexicanos), muchas mujeres están desesperadas por trabajar y aceptan empleos en la industria textil, en la de procesamiento de alimentos o en el sector fabril, que demanda sus habilidades para el bordado.
La situación empeora por la tasa de alfabetismo femenino de 33 por ciento, muy bajo teniendo en cuenta que 70 por ciento de las niñas se inscriben en la escuela primaria. Este número cae a 33 por ciento en la enseñanza secundaria.
Muhammad Darwaish, del Departamento de Intercambio de Empleo de Jyber Pajtunjwa, dijo que sólo las mujeres jefas de hogar, por invalidez o fallecimiento del marido, están habilitadas a buscar trabajo.
Por su parte, el ministro de Información de esta provincia, Shah Farman, dijo a IPS/Cimacnoticias: “Preparamos una ley sobre los principios de igualdad de oportunidades para mujeres y hombres y su derecho a ganarse la vida sin temor a la discriminación”.
El gobierno implementó algunas iniciativas para empoderar a las mujeres, como la creación de un “centro de crisis” para ellas, el Plan Nacional de Acción, los programas de reforma de género y el Programa de Apoyo a los Ingresos Benazir.
Sin embargo, las mujeres siguen ganando menos que los hombres y solo tienen 60 escaños de la Asamblea Nacional, muy por debajo de los 241 ocupados por sus colegas varones.
Hasta que las mujeres no puedan participar en igualdad de condiciones en la economía nacional, los especialistas sostienen que Pakistán no alcanzará el tercero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que promueve la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres.
*Este artículo fue publicado originalmente por la agencia internacional de noticias IPS.
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El concepto de equidad de género es joven y aunque se ha integrado parcialmente a los marcos legales de algunos países, la verdadera integración en nuestras conciencias es la que más tarda en suceder.
Seguramente todos conocemos a las personas que todavía se escandalizan al presenciar o escuchar algo que no cabe en sus estrictas ideas de los roles que cada sexo tiene que cumplir.
¿Quizás nosotros mismos podríamos cometer injusticias de pensamiento o de acción cuando nos topamos con situaciones que involucran la participación no estandarizada de diferentes sexos?
Por supuesto que necesitamos cambios en nuestras leyes, pero al mismo tiempo y como proceso paralelo tenemos que liderar revoluciones en nuestras propias mentes.
Puede resultar difícil romper los esquemas y prejuicios que hemos vivido, pero aún más difícil es detectar estos prejuicios porque comúnmente se vuelven parte de nuestro ser y pasan desapercibidos en nuestro día a día, ocultándose detrás de nuestras acciones o pensamientos rutinarios e inconscientes.
A continuación propongo un pequeño “checklist” o lista de verificación que quizás ayude a detectar ciertos paradigmas más arraigados en nosotros sobre la perspectiva de género, y por lo consiguiente nos ayude a cambiarlos.
Invito a las y los lectores a ser lo más críticos y honestos posibles respondiendo las siguientes preguntas:
1) ¿Alguna vez ha tratado de “adivinar” el sexo de una persona que no puede ser catalogada a primera vista?
2) ¿Cree que la homosexualidad es una moda pasajera, una degradación de valores, una enfermedad o algo exclusivamente genético?
3) ¿En una situación de peligro se sentiría más protegido si tuviera que acudir con un oficial de policía de sexo masculino que femenino?
4) ¿Alguna vez ha contado un chiste sobre paradigmas que caracterizan a mujeres y/u hombres?
5) ¿Considera que una feminista debe ser una o varias de lo siguiente: ser lesbiana, que odie a los hombres, o actúe/se vea como ellos?
6) ¿Piensa que una hija o hijo adoptado por homosexuales no va a tener decisión sobre su propia orientación sexual?
7) Cuando ve a una mujer muy enojada o frustrada, ¿usted piensa que debe estar en sus días, necesita una relación, o es menopáusica?
8) ¿Está de acuerdo con que en el mundo actual ya todos tienen oportunidades iguales y no se deben dar espacios laborales preferentes, por ejemplo a las mujeres?
9) ¿Dudaría en comprarle una muñeca a su hijo varón aun si se lo pide?
10) Al ver un hombre adulto con ropa arrugada o manchada ¿pensaría que su pareja o su mamá lo descuida?
11) ¿Le tiene lástima a una mujer de cuarenta y tantos años o más que no se ha casado o tenido bebés? ¿Cree que “ya se le fue el tren” y que podría vivir arrepentida o sola?
12) ¿Le incomodaría compartir el mismo baño con una persona transexual o transgénero en un espacio laboral?
13) Para un puesto que requiere mucha responsabilidad y dedicación, ¿preferiría contratar a un hombre que a una mujer con hijos?
14) ¿Le importa saber el sexo de su bebé para planear su futuro?
15) ¿Usted inscribiría a su hija o hijo en una escuela sólo de niñas o niños?
Si considera que la respuesta a alguna de estas preguntas tiene que ser “sí”, les dejo breves explicaciones de por qué esto significaría tener un punto de vista sexista.
1) El deseo de catalogar a una persona dentro de un género habitualmente conlleva la expectativa de que esta persona cumpla con los roles y paradigmas de ese género. Si una persona no cumple con su entendimiento de roles, usted puede sentir enfado y considerar a dicha persona como ajena o lejana de un trato respetuoso y equitativo entre personas.
2) La homosexualidad no puede ser una moda, ya que siempre ha existido y sólo fue perseguida por la cultura occidental desde el siglo XII. No es una degradación de valores, ya que éstos pueden cambiar según cada persona, nacionalidad o afiliación política y religiosa. La idea de que es una enfermedad inició y duró sólo algunos años del siglo XX y sigue desmentida por médicos desde los años 50. Por último, la gran esperanza de algunos de que sea una cuestión exclusivamente genética e inescapable desde el nacimiento tampoco es absoluta, ya que la homosexualidad suele ser una libre elección entre adultos conscientes.
3) Cualquier mujer puede ser tan responsable o irresponsable, eficaz o ineficaz, fuerte o débil como cualquier hombre. Todo depende de la persona y no de su sexo.
4) Los chistes sobre las “características típicas” de algún sexo no son inofensivos, ya que propagan los paradigmas de género y despojan de seriedad al tema. Recordemos que gran parte de lo que pensamos proviene de nuestro entorno inmediato, y los hábitos de burla y segregación social nunca nos permitirán tratar a otros como iguales.
5) Ser feminista significa estar consciente de los valores de género y luchar por los derechos de las mujeres. Ni más ni menos. Ser feminista no determina las preferencias sexuales, el carácter o es exclusivo del género femenino.
6) Una hija o un hijo adoptado por homosexuales será tan libre o tan presionado de elegir cierta orientación como un hijo o hija de una pareja heterosexual. Ni el respeto por las decisiones de las y los hijos, ni la imposición de valores y condena de sus actos, dependen del uso de la sexualidad de madres y padres. Lo que importa es su actitud y nivel de tolerancia.
7) Las mujeres, al igual que los hombres, son seres humanos complejos y los cambios de su humor no tienen que ser condicionados únicamente al funcionamiento de su cuerpo.
8) No todos tenemos oportunidades iguales. De manera histórica se ha limitado el acceso al desarrollo y a la justicia de muchas minorías, y muchas veces hace falta un “empujón” para empezar a revertir una situación o cambiar un hábito o costumbre.
9) El niño debe ser apreciado por sus intereses y capacidades, no por si cumple o no con los paradigmas de género.
10) Un hombre adulto es suficientemente capaz de cuidar su guardarropa, su aspecto o su alimentación, y esto no debe ser la responsabilidad de su pareja o mamá.
11) Las mujeres, al igual que los hombres, pueden sentirse realizadas en muchos aspectos de sus vidas. Para que esto pase no es necesario “producir” un bebé, casarse o cumplir con los roles sociales de su género.
12) En caso de haber baños segregados por sexo, las personas transgénero o transexuales desean utilizar el baño del género con el cual se identifican, al igual que todos. Recuerde que la incomodidad que usted pueda sentir también puede provocar una presión o discriminación sobre las personas transgénero y transexuales que se ven agregidos o cuestionados. Pida a su empleador que ofrezca opciones de baños favorables para todos, como los baños de uso individual, sin distinción de género, de ser posible.
13) Las mamás con hijas o hijos pequeños suelen ser discriminadas en el ambiente laboral porque los empleadores consideran que no tendrán oportunidad de dedicarle al trabajo el tiempo o atención necesaria. Es importante hacer constar que esta discriminación no sucede usualmente con hombres en la misma situación. Sin embargo, esto no determina la eficiencia o responsabilidad del padre o la madre como trabajadora, y en ambos casos existe la posibilidad de contar con apoyo externo o de la propia empresa para cuidar a la descendencia.
14) Solemos planear la vida de una niña o un niño según su pertenencia a algún sexo en específico, restringiéndolo a un rol y expectativas limitadas durante toda su vida. Lo correcto sería apoyarle según sus intereses, capacidades e inclinaciones una vez nacido y durante su vida.
15) Los argumentos a favor de las escuelas de un sólo sexo se mantienen únicamente bajo la premisa de que los roles de género son opuestos y no pueden cambiar. Un entorno de equidad de género no se podrá alcanzar al alejar a niñas y niños del mundo real con amplia diversidad de géneros, y sólo perpetúa la asignación de roles, resaltando diferencias creadas y mantenidas por antiguas tradiciones sociales. La educación de calidad no depende de la segregación.
Concluyendo el presente artículo me gustaría hacer constar que este “checklist” fue creado únicamente para demostrar la importancia de vigilar nuestros propios pensamientos, ayudar a identificar los prejuicios sexistas y combatirlos, y no pretende abarcar los aspectos de género en su totalidad.
Compartan el “checklist” con sus amistades, personas conocidas y en sus redes sociales, e infórmense acerca de los temas de género. Juntos podemos lograr que los verdaderos cambios sucedan mucho más rápido de lo que imaginamos.
*Periodista rusa residente en México.
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Decir que “las leyes son como las mujeres: hechas para violarse”, mereció que el personaje de un partido político en Chiapas se hiciera famoso en las redes sociales.
El comentario entraña en sí y sintetiza la visión patriarcal respecto al papel pasivo-receptivo de las mujeres; el símil entre las leyes –no en balde la justicia es una mujer con los ojos vendados– y el cuerpo de las mujeres como territorio de conquista, de subyugamiento y campo de batalla, es y ha sido el discurso que hay detrás del control sobre ellas y negarles a decidir sobre sus propios cuerpos.
No es casual que precisamente cuando el hombre logra el “control” de la producción, es decir cuando domina y subyuga a la tierra, a la naturaleza mediante la creación de la agricultura, es cuando surge el patriarcado y se deja atrás, junto a la recolección que realizaban las mujeres, la noción de las diosas.
La conquista y el control instrumentan en sí mismos el eje de la dominación del patriarcado, el colonialismo es la puesta en práctica de los discursos hegemónicos frente al otro (otra) que necesita ser subyugada para encontrar su verdadera vocación.
Es el mismo discurso de las naciones que colonizaron a América Latina para traerle cultura, religión, civilización… y con ello sometimiento y obediencia.
Cuando el indígena se rebelaba se convertía en el malo y desobediente, en el extraño que no responde a la buena voluntad de la cruz. La mujer “es buena” en tanto no se rebele.
Y en medio de la conquista: el robo y saqueo, pero también la violación de las mujeres. Una herencia muy europea que viene de las viejas conquistas bárbaras, la idea de subyugar y dominar al otro, al extranjero sometido y conquistado mediante la violación y el quebrantamiento de las mujeres.
Y desde entonces para acá el patriarcado asume que la mujer, la naturaleza, la tierra son territorios de conquistas, sea por el medio que sea: la violencia, la pobreza, el dominio o el colonialismo ideológico patriarcal.
Una frase así, que resume y sintetiza tan bien el discurso patriarcal merece ser analizado a fondo porque en realidad hay voces y muchas detrás de ella, millones de personas pensando así, entendiendo así la realidad y eso se traduce en la realidad que viven miles de mujeres en el territorio nacional y en el mundo.
Desde la antigüedad la violación de las mujeres forma parte del inventario de herramientas de la conquista, del coloniaje y las formas de asumir el control de los territorios de una nación, de un pueblo; el cuerpo femenino forma parte de los espacios o territorios para violentar a las sociedades y al mismo tiempo a la ley, cuya indemnidad otorga a una nación la condición de Estado de Derecho.
Bajo esta lógica, todo acto de violencia contra las mujeres, contra sus cuerpos, constituye por sí mismo un acto contra la soberanía, contra la dignidad de un Estado, y en medio las mujeres como “objetos”, sin ser personas en medio de la batalla, su cuerpo como botín de todas las guerras, incluso de los hombres contra la ley y lo representan en la violencia contra ellas.
Los relatos de los soldados que colonizaron México están llenos de violaciones contra mujeres, no en balde se trata de un relato de la “conquista”, y no es casualidad que en los feminismos los colonialismos constituyen una pieza fundamental para entender la relación de los hombres con el poder, y ahí en medio como objetos o cosas cuyos derechos son tutelados están las y los niños, las personas adultas mayores, las discapacitadas, las y los retrasados mentales y las mujeres, como eran consideradas en las leyes de los Estados nacionales en América Latina hasta antes del siglo XX.
Aún hoy, la violencia contra las mujeres es la consumación del ejercicio del poder y el control sobre lo que el patriarcado presenta, entiende y refuerza como “débil”, cuya subyugación se consolidó a través de los años apoyada en estructuras, la vulneración de los derechos a la libertad, a la autodeterminación, a una vida libre de violencia y al respeto al cuerpo femenino.
De ahí por qué (el patriarcado) persiste en mantener los esquemas de control a través del Estado mismo, su perpetuidad y salud depende en gran medida de la posibilidad de continuar conquistando los territorios representados en los países pobres, pero también en el control sobre los cuerpos femeninos a través de leyes que nos prohíben la autodeterminación y todo un engranaje ideológico que nos hace sentir vergüenza de nuestros cuerpos, y nos enseñan que cuestionar no está bien, que la obediencia forma parte de ser un buen territorio conquistado.
*Integrante de la Red Nacional de Periodistas y del Observatorio de Feminicidio en Campeche.
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