Ciudad de México. Los países del Consejo Social y Económico de las Naciones Unidas para Europa, que también comprende Canadá y los Estados Unidos, Israel así como estados de Asia Central, han priorizado el combate a la violencia contra las mujeres, el empoderamiento económico, y la participación política de las mujeres en los últimos cinco años.
Así lo destaca el informe regional del Consejo que se preparó para el 64º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición de la Mujer de la ONU, que se realizará entre el 9 y el 20 de marzo en Nueva York. La sesión es una de las bases de la “ruta a Beijing +25”, varios eventos que conmemoran la aprobación de la Plataforma de Acción de Beijing en 1995, y que culminan en el debate de los avances logrados en la Asamblea General del gremio, en septiembre.
Las representantes de los Estados europeos destacaron que hasta el momento, 45 países de la región firmaron o ratificaron la Convención de Estambul contra la violencia de género, aprobada en 2011 y parecida a la Convención de Belém do Pará en América Latina. Reportaron “avances significativos” en la criminalización de violencia contra las mujeres, como hostigamiento, mutilación genital, matrimonio forzado e infantil, y aborto por razones de género.
Como ejemplo, se mencionaron los esfuerzos de Reino Unido para criminalizar “comportamiento controlador o coercitivo en las relaciones íntimas o familiares», así como el llamado “upskirting” (tomar fotografías debajo de las faldas de personas), y crear una línea nacional de emergencia en casos de “Revenge Porn” (material pornográfico publicado sin consentimiento, en la mayoría de los casos por ex parejas).
Georgia, luego de firmar la Convención de Estambul, aprobó legislación para reconocer todas las formas de violencia de género, crear unidades especializadas en la policía y fiscalía, implementó protocolos de investigación, un registro de medidas de protección, así como un observatorio nacional de la violencia de género.
Aunque hubo muchos avances en el combate a la violencia contra las mujeres, el informe notó que el acoso en línea tiene efectos diferenciados para mujeres y niñas, y que las diferentes formas de violencia en línea, constituirían un “desafío emergente”, que “seguirá requiriendo una respuesta integral”. En general, advirtió que el combate a la violencia no se podría dar sin una implementación efectiva de estándares y protocolos. “La falta de capacidad actores clave y la persistencia de actitudes patriarcales y normas sociales de género tradicionales impiden la aplicación de un enfoque centrado en la víctima y con perspectiva de género”.
Las representantes europeas, también destacaron los esfuerzos de los Estados para implementar políticas públicas en materia del cuidado, con el fin de estimular la participación de las mujeres en el mercado laboral. “La expansión de centros maternales, subsidio de los costos de cuidado de niñas y niños, y la expansión del permiso parental fueron generalizados. La licencia de paternidad se introdujo por primera vez en varios países; unos pocos países dentro de la Unión Europea aumentaron los incentivos financieros para que los padres compartan vacaciones, fomentando la participación de los hombres en atención no remunerada y trabajo del hogar”, se informó.
Sin embargo, a pesar de esas medidas, mujeres a través del continente siguen teniendo tasas de empleo más bajas, horarios de trabajo más cortos, tasas de ausencia más altas e ingresos más bajos que los hombres. “El género no se ha incorporado efectivamente en las políticas económicas nacionales”, analizaron las representantes de Estados. También notaron que en el área de medios de comunicación, las mujeres constituirían la mayoría de las periodistas en la región, pero “los hombres ocupan predominantemente puestos directivos y de propiedad de alto nivel.” Pocos países proporcionaron datos sobre la representación de las mujeres y las cuestiones de género en los medios de comunicación y la situación de la vigilancia estatal para detectar contenidos discriminatorios por motivos de género en los medios.
Al igual que otros foros regionales, las europeas criticaron instituciones “débiles” del adelanto de mujeres en la región, algunos de ellos sin apoyo político y con poco presupuesto. El parlamento sueco incluso votó para abolir la recién creada Agencia para la Igualdad de Género, escribieron. La participación política, en la mayoría de los países, sigue siendo inferior al 40 por ciento, con los niveles más bajos de mujeres en el parlamento en Hungría y Liechtenstein, con 12 por ciento.
Muchos países de la región no han adaptado cuotas, o cuotas institucionalizadas no se implementaron. La participación política de las mujeres sería especialmente baja al nivel regional, con algunos países como Bosnia y Herzegovina, y Kirguistán reportando la violencia política de género como algo común. Las autoras del informe igualmente lamentaron la poca inclusión de mujeres en los cuerpos diplomáticos y militares de los países, para lograr una mejor participación en el desarrollo de políticas de paz, así como la ausencia de mujeres en políticas dirigidas a combatir el cambio climático.
Otro de los retos que formularon fue la mejora de la colección de datos desagregados por sexo, sobre todo en paises del sureste de Europa y Asia Central. En todos los países, sería necesario tomar en cuenta otros factores de vulnerabilidad como discapacidad, etnia, o ingresos, para diseñar “políticas de base empírica” que promueven la igualdad de género.
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