Ciudad de México. El pasado 10 de octubre, al menos 30 mujeres afganas junto con menores de edad salieron a protestar con carteles nuevamente a las calles de Kabul, Afganistán, a fin de exigir que los talibanes paren de violar sus Derechos Humanos, en particular el de estudiar y trabajar, incluso llevaron a cabo reuniones para unir fuerzas, intercambiar opiniones y visibilizar que seguirán firmes hacia su objetivo.
Esta manifestación es en respuesta a la orden emitida por los talibanes en septiembre pasado, cuando en un comunicado, informaron que sólo los niños podrían regresar a las aulas; y que si las mujeres deseaban ir a la universidad debían de cumplir con un nuevo código de vestimenta, además, iban a estudiar separadas de los hombres, lo que fue considerado por defensoras afganas como una intención de excluirlas de la educación porque las facultades no tienen los recursos para ello.
Además de estas restricciones, de acuerdo con medios de comunicación, el nuevo alcalde interino de Kabul, Hamdullah Nohmani, ordenó a las mujeres que se desempeñaban en un cargo en el gobierno no asistir a laborar a menos “que un hombre no pudiera hacer la misma acción que ellas, que mejor se tomarán unas vacaciones”. En suma, muchas periodistas han sido reemplazadas por hombres o despedidas debido a las amenazas de los talibanes de cerrar los medios de comunicación si no lo hacían. De las 700 mujeres periodistas que estaban activas en Kabul, Afganistán, sólo 100 siguen en labor, de acuerdo con Reporteros sin Fronteras (RSF).
Ante estos retrocesos, una vez más, las mujeres afganas junto con sus hijas e hijos caminaron por las calles de Afganistán y solicitaron a los talibanes cumplir con sus promesas iniciales de respetar sus derechos a tener una educación, trabajo y seguridad. De no hacerlo, aseguraron que las marchas seguirán pues tienen claro que no desean desaparecer los avances que han ganado en 20 años, luego del primer régimen de los talibanes.
«La mujer debe tener lugar en los ámbitos políticos, sociales y públicos. Hemos luchado por estos derechos durante años», dijo una de las líderes de la manifestación, y ningún gobierno sobrevive sin el apoyo de las mujeres”, eran algunos de los mensajes que visibilizaban en sus carteles las afganas, según medios de comunicación.
Al respecto, entre 1900 y 2001 en Afganistán, los talibanes desarrollaron su primer régimen, en el cual prohibieron que mujeres y niñas fueran a la escuela, no podían trabajar fuera del hogar ni salir a la calle sin un permiso o en compañía de un hombre, sin embargo, en su regreso este grupo extremista se comprometió en respetar la presencia de las mujeres y niñas en las escuelas, medios de comunicación, gobierno, vida pública, pero no ha sido así.
Desde su llegada a este país en agosto de 2021, según organizaciones civiles, se han reportado un caso de una mujer asesinada, las defensoras de Derechos Humanos son perseguidas, y otra ciudadana fue agredida por no traer la burka (ropa tradicional) puesta. Frente a este panorama, académicas y especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) concluyeron que una forma de apoyar la lucha de las afganas es impulsar su voz, documentar sus protestas, y demostrar la fuerza con la que ellas están resistiendo.
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