Ciudad de México.- Tras la denuncia pública de una alumna que fue agredida sexualmente al interior del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) número 7 del Instituto Politécnico Nacional (IPN) —que puso en el foco el tema de violencia de género dentro del centro educativo—, estudiantes y colectivas feministas exigieron un segundo diálogo abierto con el director general del IPN, Arturo Reyes Sandoval, el cual iniciaría este 29 de marzo a las 13 horas en la Plaza Roja de Zacatenco.
“Ante la creciente ola de violencia en el politécnico, hoy convocamos al director general a un diálogo público con las mujeres organizadas. Necesitamos que se comprometa a dar justicia a las víctimas y establecer acuerdos para terminar con la violencia de género”, dice un tuit compartido por la colectiva “Mujeres organizadas comunidad Politécnica”.
La reunión tiene la intención de presentar denuncias de acoso sexual y exigir condiciones y protocolos de género para su adecuada atención. El primer diálogo fue convocado el pasado 25 de marzo durante la manifestación que se realizó la Dirección General del IPN, en Zacatenco.
Derivado de esa reunión, se establecieron compromisos derivados de peticiones que hicieron algunas alumnas, víctimas de distintas formas de violencia. Algunos de estos acuerdos son: la suspensión de un servidor público involucrado en uno de los casos, la revisión de un protocolo de género elaborado por un grupo de estudiantes dirigido a atender hechos de este tipo y el acompañamiento por parte de la institución a una de las estudiantes que presentará una denuncia.
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El IPN al inicio negó los hechos
La primera mesa de diálogo con auroridades universitarias se organizó después de que el pasado 24 de marzo, cerca de 200 alumnas, en su mayoría mujeres de diferentes planteles, protestaron en las cercanías de la Dirección General luego de que se dio a conocer la denuncia de una alumna de 15 años de edad, quien fue víctima de violación sexual cometida por cinco compañeros y un adulto, dentro de un baño de la vocacional número 7, ubicada en la alcaldía Iztapalapa, en la Ciudad de México.
En un inicio el IPN emitió un comunicado en el que sostuvo que, “como resultado de la información recabada hasta el momento, no existió el presunto delito al que se referían distintos medios, redes sociales y portales de internet”. Feministas y mujeres acusaron a la institución de negar la violencia que se vive al interior del centro educativo y rápidamente se organizaron para manifestarse al día siguiente, el jueves 24 de marzo.
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