Oaxaca, Oax.- Son niñas que inspiran, niñas que hacen de su voz un instrumento contra la violencia hacia la niñez y al mismo tiempo la defensa de sus derechos. Son Zeltzin Xunelly García Domínguez, Dasha Aquetzalli Toral Reyes, Nadia Libertad Gallegos Altamirano, Sara Soledad Ortiz López, Karla Itai Flores del Porte y Giovanna Sofía Negretto Cruz, quienes tomaron los micrófonos para romper el silencio.
Sentadas en la cabina de Radio Universidad, sus palabras vuelan con libertad, con seguridad y convicción para retumbar en las conciencias de los adultos y en el corazón de la niñez. Sus voces importan.
– Yo soy Nadia, una niña que inspira, promotora de los derechos de niñas, niños y adolescentes, me acompaña Sara.
– Yo soy Sara una niña que inspira y estoy muy contenta de participar en esta serie. Hoy platicaremos del derecho a no ser lastimados.
– ¿Sabías que nadie puede lastimarte en tu cuerpo ni en tus sentimientos? Nadie nos debe hacer daño. Desde bebés necesitamos cuidados y merecemos respeto.
Así, de esta manera van hilando sus inquietudes, expresando lo que sienten a través de cápsulas radiofónicas que nacieron como un proyecto de seguimiento al taller “Niñas que inspiran” realizado por Cecilia González Landín en el verano de 2021 con recursos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA).
Construido con la dirección de Verónica Victoria Velasco, productora de radio y televisión educativa, “Niñas que inspiran por los derechos de la niñez” es un proyecto de 12 capítulos impulsado por la periodista Nadia Altamirano Díaz y desarrollado con las facilidades de Miguel Ángel Vásquez de la Rosa, director de Radio Universidad.
La idea -explica- Altamirano Díaz es que las niñas desarrollen las habilidades aprendidas en el taller, pero también que de manera sencilla y accesible conozcan sus derechos, los promuevan y defiendan.
“Para las niñas esto es ir acumulando herramientas, aprendizajes y relacionarse en otro contexto. Ha sido una forma de aprender de cosas importantes de una manera no tradicional. Esto también les fortalece la seguridad”, agregó.
“Nunca me hubiera imaginado estar aquí”, afirma Sara Soledad, de 11 años de edad, quien esta convencida de que la voz de cada niña y niño debe ser escuchada, valorada y atendida.
Nadia, de 9 años de edad, explica que su interés en la radio inició el año pasado. Aunque reconoce que siente cierto nerviosismo al expresarse, lo hace con tal naturalidad que su voz atrapa y te transporta hacia sus ideas.
Para Xunelly, de 9 años, además de los conocimientos adquiridos, participar en este proyecto representa la convivencia con más niñas con sus mismos intereses y opiniones diversas.
“Es muy bonito e interesante, aunque me da miedo hablar en público. Fue una experiencia fácil. Todas tienen talento y algo en especial, todas se expresan muy bien”, agrega Karla de 14 años de edad.
La fuerza de sus voces
“Cuando las voces de las niñas se escuchan, las políticas públicas pueden considerar esas preocupaciones”, explica Guillermina Juárez Leyva, representante legal de Mano Vuelta A.C., organización de mujeres indígenas y afromexicanas que promueve una vida de libertad y equitativa para la niñez y adolescencia.
Juárez Leyva, voz entrevistada en la cápsula 12, explica que dentro de las principales preocupaciones detectadas en este ejercicio radiofónico está el temor que sienten a ser violentadas en el espacio público. “Temores que desde muy niñas nos enfrentamos como mujeres”.
“Hay una inseguridad de salir y pensar que algo nos puede pasar. El escuchar cosas como esta permite a las autoridades, a los gobiernos locales y autoridades comunitarias a atender estas necesidades y reforzar los mecanismos de protección y seguridad que como Estado tienen la obligación de garantizar”, destacó.
Como sujetas de derecho, las niñas tienen la posibilidad de poner en el espacio público sus voces, sus preocupaciones, sus necesidades y todas aquellas opiniones de lo que viven, de las decisiones que se toman en su comunidad, escuela o casa, agrega. “Las niñas abordan muchísimos temas que verdaderamente tienen una necesidad de expresar lo que ellas quieren: el cuidado del medio ambiente, preservar las lenguas indígenas y el tequio, cuidado de los animales, la lectura.
Victoria Velasco refuerza que la ciudadanía debe ir abandonando el pensamiento adultocéntrico en donde todo gire en torno a sus necesidades. “Las niñas y los niños deben de tener espacios, voz, a ser tomados en cuenta, que sean ellas las emisoras de los mensajes, de lo que quieren transmitir, que sean las protagonistas de los contenidos, que ellas tomen las decisiones porque ello les ayudará a un desarrollo integral y autonomía progresiva”.
Conscientes de su labor, las niñas que inspiran saben que el trabajo que realizan es fundamental en un estado y país en donde los derechos de la niñez y adolescencia es violada a diario desde lo más fundamental.
Las cápsulas radiofónicas serán transmitidas en Radio Universidad a partir de este 30 de abril. En este sentido el equipo de niñas hizo un llamado a las distintas estaciones de radio a abrir sus espacios para transmitirlas.
La niñez en México
En 2020, las niñas, niños y adolescentes representaban tres de cada 10 personas en México de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En Oaxaca viven un millón 225 mil 319 niñas y niños de 0 a 15 años, que representan 30 por ciento de la población de la entidad.
Más de la mitad de la población infantil y adolescente en el país vivía en situación de pobreza, una cuarta parte presentaba carencias por acceso a una alimentación nutritiva y de calidad y una de cada 10 presentaba rezago educativo, según datos del Coneval.
6.3 por ciento de la población de 0 a 17 años en México presentaba carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad
27.5 por ciento de la población de 0 a 17 años en México presentaba carencia por acceso a los servicios de salud en 2020; esto correspondía a 10.2 millones de niñas, niños y adolescentes.
58 por ciento de la población de 0 a 17 años en México presentaba carencia por acceso a la seguridad social
12.3 por ciento de la población de 3 a 17 años en México presentaba rezago educativo.
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