Cuernavaca, Mor.- El pasado 11 de julio, la periodista Claudia Marino fue víctima de agresiones físicas y verbales por parte de policías y presuntos funcionarios del municipio indígena de Xoxocotla. Debido a lo anterior, la comunicadora presentó una denuncia y una queja ante la Comisión de Derechos Humanos local, además exigió que su labor y la de sus colegas sea reconocida y no criminalizada.
Los hechos ocurrieron en el marco de la toma de protesta de Abraham Salazar, realizada en las oficinas del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF), hoy la presidencia municipal provisional.
En entrevista con Cimacnoticias, Claudia Marino detalló que el evento se vivió en un contexto de confrontación y tensión.
“Al finalizar el programa oficial de la toma de protesta, salí de la sede municipal a documentar parte de la protesta que se realizaba al exterior con simpatizantes de Raúl Leal (opositor a Abraham Salazar). Al intentar regresar al lugar para concluir con la información, elementos de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) y una persona colaboradora o simpatizante de Abraham Salazar me impidieron el paso a medio cuerpo. Este colaborador me empezó a jalar del brazo izquierdo, mientras policías estatales comenzaron a rodearme para impedirme el paso como si fuera delincuente. En el hecho también participó otro colaborador que gritaba: ‘¡No la dejen pasar, sáquenla!’”.
La periodista acusó que aunque los elementos de seguridad eran testigos de las agresiones perpetradas por parte del presunto funcionario municipal, únicamente se limitaron a observar. Incluso describió que junto a ella se encontraba una mujer policía que tampoco la auxilió.
“Obviamente, entre el forcejeo mi actitud no era de una mujer pasiva que iba a agradecer el incidente. Me sentí agredida y también actué en consecuencia gritándole al señor y lamentando con los policías su actuación”, contó la periodista.
Luego del episodio, Claudia Marino volvió a su hogar y dos días después se presentó ante la Comisión de Derechos Humanos para presentar una queja. Además, denunció el ataque ante la Comisión Estatal de Seguridad Pública para deslindar responsabilidades y buscar una sanción a los responsables de este acto.
Derivado de lo anterior, integrantes de la Red de Mujeres Periodistas del Estado de Morelos condenaron los hechos y calificaron este acto como «una agresión física por parte de un civil frente a la fuerza policiaca contra una periodista y por tanto, una obstaculización al ejercicio periodístico, además de que constituye una grave vulneración a la libertad de expresión y al derecho de información de la sociedad”.
“Consideramos que este tipo de conductas no deben permitirse en un contexto donde las violencias contra las mujeres van al alza y en un estado donde, desde 2015, se decretó Alerta de Violencia de Género (AVG) y nada avanza”, acusó la red.
Debido a lo anterior, lanzaron una serie de exigencias entre las que se encuentran:
- Que el Comisionado de Seguridad Pública investigue y sancione al o los responsables de los hechos.
- Que el Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas apele a que los elementos policiacos dejen de obstruir o agredir a las y los comunicadores en Morelos.
- Que las autoridades estatales y municipales pongan un alto a las agresiones en contra de las y los trabajadores de los medios de comunicación.
- Que el personal de la Comisión Estatal de Seguridad Pública sea capacitado con perspectiva de género y derechos humanos
Por su parte, Claudia Marino —integrante del medio Metrópoli Zona Sur— exigió que a nivel federal se realice una campaña donde se dé a conocer “la labor de los periodistas de a pie que construimos la noticias en la comunidad”.
“Preocupa que la sociedad agreda y que el presidente se la pase recalcando esta violencia. Funcionarios y presidentes municipales nos están despreciando y generan periodismo de militancia: o estás conmigo o contra mí, en lugar de fomentar un periodismo social”, enfatizó Claudia Marino.
