Ciudad de México.- En las primeras horas de este 21 de septiembre, el Senado de la República inició las discusiones para aprobar o rechazar una reforma constitucional que permitiría que la Guardia Nacional se haga cargo de la seguridad pública hasta 2028. Sin embargo, tras poco más de cuatro horas de sesión, senadoras y senadores decidieron regresar la propuesta a comisiones. Con ello, queda suspendida esta discusión que podría marcar un periodo más en la etapa de militarización del país.
La votación fue suspendida después de que la Mesa Directiva del Senado recibiera una solicitud para retirar el dictamen. Previo a ello, Ricardo Monreal Ávila (coordinador de los senadores del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena) propuso que el Pleno tomara más tiempo para analizar la iniciativa y tomar una decisión al respecto. También habló sobre la posibilidad de regresar la propuesta a las comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos Segunda.
Les planteo que regresen el dictamen a comisiones y sigamos la discusión pública para el bien del país. No queremos ocultar nada, actuamos con limpieza y con transparencia.
Ricardo Monreal Ávila, senador de Morena
Tras las declaraciones de Monreal, la senadora del Partido Acción Nacional (PAN) Xóchitl Gálvez Ruiz solicitó continuar con la votación del dictamen aseverando «sé que no les alcanzan los votos, pero aprendan a perder». Cabe destacar que, al tratarse de una reforma constitucional, se necesitan los votos de dos terceras partes del Senado para que se apruebe la iniciativa. Sin embargo, desde que iniciaron las discusiones al respecto ha habido opiniones en contra, principalmente por la bancada del PAN y de Movimiento Ciudadano.
A pesar de que hubo otros senadores que también solicitaron que se continuara con la votación, como el senador independiente Gustavo Enrique Madero Muñoz y Damián Zepeda del PAN, finalmente se decidió regresar la iniciativa a comisiones y suspender la decisión.
Una discusión centrada en la división política
Al inicio de la sesión de este miércoles, las y los senadores mostraron opiniones divididas respecto a permitir que las fuerzas armadas sigan encargándose de la seguridad pública en México. El primero en mostrar su apoyo a la iniciativa fue el senador de Morena Eduardo Ramírez Aguilar, quien afirmó que no se trata de militarización sino de «acompañamiento» en la estrategia de seguridad.
Por su parte, la senadora Claudia Ruiz Massieu, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), afirmó que esta medida no es el camino adecuado para generar una estrategia efectiva. También calificó la iniciativa como un intento de doblegar a la oposición y de cumplir un capricho a costa de los derechos humanos de la población. Así, rápidamente la discusión giró hacia temas partidistas.
Prueba de ello es que, durante su participación, el senador panista Damián Zepeda Vidales afirmó que la iniciativa fue presentada por los priistas como parte de un «pacto de impunidad«. Al respecto, recordó que el dirigente nacional del PRI (Alejandro Moreno Cárdenas) estaba siendo atacado últimamente con diferentes señalamientos en su contra; incluso, dijo, se le estaba amenazando con quitarle la dirigencia.
No obstante, afirmó que en cuanto la diputada priista Yolanda de la Torre presentó la iniciativa para ampliar la presencia de la Guardia Nacional en las calles hasta 2028, todos estos ataques cedieron.
Si era culpable como decía el gobierno de Morena, entonces esto fue un pacto de impunidad. Y si no era culpable, entonces fue un abuso de poder usando la justicia para presionar los votos.
Damián Zepeda Vidales.
Antonio García Cornejo, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), se unió a estas acusaciones y expresó su opinión acerca de una estrategia institucional que se ha seguido por años pero que, desde su punto de vista, simplemente no ha funcionado.
Más allá de las declaraciones de Zepeda Vidal y de García Cornejo, lo cierto es que la iniciativa ha provocado rupturas en la oposición del gobierno actual. Y es que, tras el apoyo del PRI para que las fuerzas armadas continúen haciéndose cargo de la seguridad nacional, la alianza entre el PRI, el PAN y el PRD quedó suspendida.
Alejandro Moreno ha declarado que esta ruptura no es definitiva; no obstante, Marko Cortés Mendoza (el dirigente nacional del PAN) ha afirmado que no existe confianza en Moreno y que próximamente se definirá lo que sucederá con la coalición. Mientras tanto, queda en suspenso una decisión que podría determinar si las fuerzas armadas, con sus más de 4 mil acusaciones de abuso contra los derechos humanos, regresan a los cuarteles o continúan ganando espacio en la República Mexicana durante los próximos cuatro años.
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