Ciudad de México.- El pasado viernes 24 de marzo, alumnas del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco tomaron las instalaciones del plantel tras darse a conocer un presunto caso de violación dentro del mismo. A tres días de los hechos, las autoridades escolares emitieron un comunicado donde hacen un supuesto llamado al diálogo que estigmatiza y criminaliza a las estudiantes.
El CCH Azcapotzalco permanece en paro luego de que una alumna denunciara públicamente una presunta agresión sexual perpetrada en su contra el pasado 23 de marzo. De acuerdo con el testimonio de la joven (que fue difundido a través de redes sociales) los hechos ocurrieron en el baño de mujeres del edificio T.
La joven afirma que tres hombres salieron del baño de hombres y la siguieron al de mujeres; finalmente la introdujeron en uno de los cubículos y uno de los sujetos la violó. La alumna asegura que, mientras la agredía, el hombre le decía que ella se lo había buscado “por estar metida en líos con dirección”.
Al día siguiente de la agresión, alumnas de CCH Azcapotzalco tomaron el plantel e iniciaron un paro de labores que continúa hasta el momento; esto, para exigir justicia y una mayor seguridad al interior del plantel. No obstante, los comunicados que han hecho las autoridades hasta ahora se han centrado únicamente en criminalizar la toma del plantel, dejando de lado la información acerca de la presunta agresión sexual.
Los comunicados estigmatizantes de CCH Azcapotzalco
El primer día del paro, las autoridades de este CCH hicieron público un documento en el que habla sobre daños a edificios y profesores presuntamente golpeados por “un grupo de jóvenes encapuchadas”, hechos por los cuales se levantarían “las actas correspondientes”.
Por otro lado, sobre la presunta violación, se hace referencia a “comentarios [que] circulan en las redes de manera anónima”, poniendo en duda la veracidad de los mismos. De igual forma, invita a la víctima a presentar las denuncias correspondientes para aplicar el Protocolo contra la violencia de género en la UNAM.
En un segundo comunicado del mismo viernes 24 de marzo, el plantel informó sobre “un reducido grupo de encapuchados” que tomó las instalaciones “a la fuerza… realizando actos vandálicos a diversos edificios”. Las autoridades también comentaron que no se hizo una asamblea estudiantil y, pese a que dicen rechazar la violencia, nuevamente, no se posicionaron contra la presunta violación ocurrida un día anterior.
Un tercer comunicado fue emitido ese mismo día. En él, las autoridades nuevamente enfatizaron los destrozos y afirmaron que la Dirección no tenía información sobre una agresión sexual ocurrida “en días y horas recientes” pese a recorridos que se hicieron en la escuela (como si dichos recorridos fueran suficientes para identificar un hecho violento). Aun así, reiteraron su invitación a que la víctima presentara la denuncia correspondiente.
El domingo 26 de marzo, en otro comunicado se expusieron hechos de “vandalismo y saqueo… hechos que dañan gravemente el patrimonio universitario” y que impiden el desarrollo normal de procesos de enseñanza y aprendizaje. En este comunicado no se hizo alusión a la presunta agresión sexual ocurrida la semana anterior, la cual (aunque no se menciona) también es un daño grave e impide el desarrollo de “procesos de enseñanza y aprendizaje”.
Finalmente, este lunes 27 de marzo, la Secretaría Académica de CCH Azcapotzalco lanzó un último comunicado sobre una supuesta invitación al diálogo que se hizo a las alumnas paristas. En el documento se menciona que las autoridades propusieron hacer una revisión del Plantel e, innecesariamente, se menciona que “los encapuchados” suelen portar machetes, bombas molotov y varillas. Con esto se criminalizó la protesta del alumnado y, además, se volvió a omitir información sobre el presunto caso de violencia que desató el paro.
Violencia sigue presente en aulas de los CCH
La presunta violación ocurrida en CCH Azcapotzalco no es un hecho aislado, y las manifestaciones de las alumnas evidencian una vez más el hartazgo de la comunidad estudiantil ante la falta de medidas de las autoridades para protegerlas a ellas y a sus compañeros.
Al respecto hay que recordar que en octubre del 2022, las alumnas de otro CCH ubicado al sur de la Ciudad de México denunciaron un caso más de violación perpetrado en los baños del plantel. En aquella ocasión, las autoridades también respondieron criminalizando a las estudiantas que se manifestaron; además, entorpecieron las investigaciones al limpiar la zona donde la víctima fue violentada.
Detrás de estos hechos hay problemas estructurales que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM, la institución de la cual dependen los CCH) no ha atendido. Pese a que la institución cuenta con el protocolo referido por CCH Azcapotzalco, las alumnas denuncian que las autoridades no lo aplican correctamente y únicamente se enfocan en revictimizarlas.
Esto ha provocado diversas manifestaciones contra la violencia de género en diferentes planteles de la UNAM, que incluyen tanto a los dos CCH ya mencionados como a sus compañeros del Oriente, así como a la Facultad de Estudios Superiores Acatlán (FES Acatlán), entre otros.
De acuerdo con el testimonio de la presunta víctima de CCH Azcapotzalco, ya se levantó una denuncia frente al Ministerio Público por los hechos. Ahora, las alumnas organizadas esperan una respuesta por parte de las autoridades que no se centre en criminalizarlas sino en atender un problema que se repite constantemente en la UNAM.
Aquí te compartimos un reportaje especial sobre la violencia en las universidades en México y las resistencias que las alumnas han forjado para afrontarla e intentar erradicarla:
