Inicio AgendaA pesar del rechazo generalizado a su gestión, Rosario Ibarra es reelecta en CNDH

A pesar del rechazo generalizado a su gestión, Rosario Ibarra es reelecta en CNDH

Por Arantza Díaz

Ciudad de México.- Con un total de 87 votos a favor senadoras y senadores morenistas lograron el consenso para consolidar la reelección de Rosario Ibarra frente a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, de acuerdo con Saúl Monreal, esto porque «no vieron mal la participación» de Rosario Ibarra durante su última gestión, opinión compartida por Noroña quien confirmó haberla respaldado por ser una compañera «probada y comprometida». Esto sucede, entre férreos posicionamientos de la sociedad civil que demandaron frenar la reelección y vetar de la terna a Ibarra por su pobre desempeño en el quinquenio anterior.


Con esto, Rosario Ibarra continuará al frente del órgano autónomo por la defensa de los derechos humanos más grande a nivel federal durante los próximos 5 años, es decir, en sumatoria, Ibarra será la cabeza de la CNDH por un periodo total de 10 años. En respuesta, organizaciones de la sociedad civil han denunciado la opacidad en este proceso y la violación a principios internacionales que cometió el Senado de la República al votar por una reelección.

«Se premia indebidamente una gestión caracterizada por el debilitamiento institucional, la inacción y la pérdida de autonomía. Se ignoraron los estándares internacionales sobre no reelección de Ombudsperson. Mal mensaje sobre el lugar de derechos humanos y la rendición de cuentas en el sexenio que inicia», denunció Centro Prodh.


Mientras la votación acontecía, personas de diversas organizaciones civiles, quienes conforman el movimiento La CNDH que queremos, se vieron envueltas en un episodio de violencia luego de que elementos del Senado les expulsaran por la fuerza de los alrededores del recinto, acto de represión que fue condenado por espacios como Elementa o Designaciones.


Pese a los tropiezos reiterados en el proceso electoral de Rosario Ibarra, su reelección victoriosa tomó por sorpresa, no sólo a los movimientos civiles, sino también, a otros perfiles calificados que competían por la titularidad y que terminaron siendo relegados por motivos desconocidos, como el caso de Tania Ramírez Hernández, la segunda mejor calificada y que fue sacada de los 3 mejores perfiles, colocándose en ese segundo sitio a Rosario Ibarra, quien, además, se encontraba al fondo de la lista como la peor calificada.


«Pues las tres personas que estábamos mejor evaluadas no resultamos ser las mismas 3 de la terna, se hizo un esfuerzo por incluir a la actual titular, y en ese camino sustrajeron mi perfil que era el segundo mejor evaluado lo que genera dudas, ¿por qué no quitaron otros perfiles?», denunció Tania Ramírez, actual titular de la Red por los Derechos de la Infancia en México.

Aunada a esta pobre calificación, hace apenas 6 días antes de determinarse su reelección, Ibarra volvió a ser tendencia luego de presentar un documento apócrifo donde presentó una carta de recomendación firmada por el obispo emérito de Saltillo, Fray Raúl Vera López. En la carta, esta autoridad eclesiástica aseguraba respaldar la reelección de Rosario Ibarra, sin embargo, Vera López se posicionó el 6 de noviembre negando su participación en ese documento y exigió una disculpa por haber utilizado su nombre sin su autorización.


Si bien Ibarra aceptó que el documento era apócrifo, aseveró que no se había hecho con una mala intención y que sólo se había tratado de un documento que había recibido «como muchos otros» y que ella utilizó como referencia para su postulación sin «mala fe». Ibarra deslindó su responsabilidad y pidió a las autoridades correspondientes que se realizaran las debidas investigaciones. Por su parte, el Senado de la República no realizó ningún posicionamiento al respecto e Ibarra permaneció en la terna final, avanzando su reelección de manera laxa hasta, finalmente, consagrarse esta tarde como la nueva titular de la CNDH.

Advertencias sobre la autonomía de la CNDH: La reelección

En conferencia de prensa, celebrada el pasado 6 de noviembre, Itzel Checa y Katia García del Observatorio de Designaciones, en conjunto con Nelly García de Documenta realizaron algunos apuntes sobre la autonomía de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y una presunta relación entre Ibarra de Piedra y el partido Morena.

De acuerdo con las activistas, desde el quinquenio pasado de Ibarra, la 4T ha tenido una fuerte injerencia al interior de la CNDH, pues de acuerdo con la organización «La CNDH que queremos», la comisión se convirtió en un órgano defensor del gobierno y no del pueblo, siendo una de las evidencias más clara la tibieza en su actuar al no condenar el avance de la militarización, los asesinatos cometidos por la Guardia Nacional, ni las desapariciones forzadas cometidas por las fuerzas armadas. Asimismo, por no haber realizado ningún posicionamiento certero que evidenciara la crisis de desapariciones que se disparó durante el sexenio lopezobradorista; la CNDH adoptó un rol de pasividad durante el sexenio morenista.

En un panorama general, se encuentra que la mayoría de las acciones interpuestas por la CNDH durante el sexenio de López Obrador corresponden a legislaciones estatales o municipales, mientras que hay pocos avances en leyes federales; se puso el esfuerzo en ayuntamientos como el cobro de servicios públicos o recaudación fiscal, ¿por qué es tan importante poner aquí la lupa? Según infiere el Centro Prodh, existe una subordinación de la CNDH ante el poder ejecutivo.

El Centro Prodh también ha denunciado la inacción de la Comisión de no interponer acciones ante la SCJN, especialmente, sobre aquellas iniciativas promovidas por López Obrador y que representaron un impacto en la vida nacional.

Un ejemplo contundente de esto fue la omisión de posicionarse en contra de la adscripción de la Guardia Nacional a la Sedena; no sólo se denuncia la falta de interponer recursos para frenarla, sino además, la Comisión defendió y replicó el discurso del Gobierno sobre el beneficio de esta adscripción y su constitucionalidad. Esto último, evidenció su falta de independencia.

Por ejemplo, aunque la Guardia Nacional acumuló mil 816 quejas de 2020 a 2023, la CNDH tan sólo emitió 13 recomendaciones. Por su parte, la SEDENA acumuló mil 664 quejas, pero sólo recibió 26 recomendaciones por parte de la comisión, de acuerdo con el Centro Prodh.

Ahora, con la victoria de Ibarra en la terna, queda pendiente saber cuál será la ofensiva de las organizaciones civiles quienes, desde hace meses, han empujado la lucha colectiva para evitar la reelección apegándose a los más altos estándares internacionales como los principios de Venecia que regulan a las instituciones públicas de derechos humanos y recomiendan un mandato único por representante.
En contracara, quedará pendiente identificar cuáles serán los primeros pasos de Ibarra, esperando siempre, la apertura al diálogo y la consolidación de una CNDH robustecida ante el alza en crisis de derechos humanos, desapariciones de defensoras, homicidios de madres buscadoras, desaparición forzada y por supuesto, el avance de las fuerzas armadas al espacio público en el devenir del sexenio.

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