Ciudad de México.- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) se ha dado cita en Santiago de Chile para la 66ᵃ Reunión de la Mesa Directiva a 30 años de la creación de la Plataforma de Beijing, referencia en la agenda internacional por la defensa de los derechos humanos de la mujeres y encaminar los primeros asuntos de camino a la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe 2025 con sede en México.
Al evento acudió Citlalli Hernández, titular de la Secretaría de las Mujeres, ella fue la primera en tomar palabra recordando que el gobierno de México tiene un extremo compromiso con poner «cuerpo y alma» por el bien de las mexicanas.
Citlalli Hernández reconoció lo que representa esta conferencia para la región y nombró la manera en que, desde la academia, la calle y la política se ha abonado a la materia; una lucha que se ha mantenido vigente desde diferentes frentes y que cobra una especial relevancia en nuestro país ante el ascenso de una primera mujer presidenta.
El asunto de fondo, dijo Hernández es meter «el acelerador» a los compromisos pautados en la plataforma de Beijing, pues si bien hace un par de décadas esto produjo un cambio sustancial y paradigmático a nivel global, la verdadera pregunta es: ¿Cómo detener la violencia?, pues mientras parece que alcanzamos cada vez más derechos, acciones legislativas y el engrosamiento de movimientos sociales feministas, el fenómeno de la violencia parece no poder ser erradicado.
Una de las discusiones fundamentales que dio Hernández, fue el reconocer que el estado ha fallado de manera sistémica para garantizar una vida libre de violencia, su discurso osciló entre aplaudir la paridad de género y las acciones que tiene en la mira Sheinbaum, y también, en nombrar la violencia como un fenómeno que ha rebasado al estado mexicano, según apuntó, tanto para ella como para la presidenta, es inconcebible que en nuestros tiempos las niñas, mujeres y adolescentes no puedan acceder a los derechos más básicos, por ello, se tomó el tiempo para nombrar algunas de las acciones afirmativas más importantes.
Se nombró la campaña permanente «es tiempo de mujeres sin violencia», lanzada el pasado 25 de noviembre y que tiene por objeto enviar un mensaje a las mujeres de que no están solas y que toda mujer tiene a un sólido estado listo para proteger, defender y cuidar.
En segunda instancia, Hernández presentó ante la cumbre de ministras y altas comisionadas el proyecto del sistema nacional de cuidados -que después corrigió a sistema «progresivo» de cuidados-, según refirió, para el gobierno en turno es muy importante todo lo que implica ser una sociedad del cuidado que permita tomar todas las raíces comunitarias y culturales con la finalidad de mejorar la calidad de las mujeres que dedican su tiempo al cuidado y al trabajo no remunerado.
El compromiso realizado por Citlalli Hernández y, probablemente, una de las voces más sólidas en materia de políticas, fue el reconocer las violencias estructurales y con ello, apostar por la creación de políticas públicas que permitan limar todas estas circunstancias como por ejemplo, la brecha salarial, la educación, los derechos sexuales y reproductivos, el cuidado y la disminución de la inseguridad alimentaria. Su voz resultó prioritaria en la apertura de la cumbre, pues fue de las pocas mujeres políticas que tienen un poder de incidencia lo suficientemente importante como para construir garantías, trabajar con los poderes de la unión y transformar la vida de millones de mujeres, niñas y adolescentes.

«México está viviendo un momento extraordinario en este gobierno, estaremos entregando cuerpo y alma para defender la vida de las niñas y mujeres, tenemos una gran tarea por delante, el compromiso de la presidenta y de esta secretaria (de las mujeres) , es estar a la altura de un pueblo mexicano, no permitamos en nuestra región el retroceso de nuestros derechos, estoy convencida que la agenda feminista es profundamente transformadora, es tiempo de ser audaces, de realizar cambios que desafíen todas las estructuras que sostienen la injusticia, el machismo, la discriminación, la misoginia, por eso es muy importante verlas acá en México. Mucho de lo que se soñó entonces en colectivo, se ha materializado y tiene grandes avances, sin embargo, sabemos que no es suficiente. Estoy convencida que, si seguimos empujando y encontrándonos, nuestra región será un faro de luz ante los retrocesos del mundo», concluyó Hernández.
La segunda mexicana en participar en la mesa directiva, fue Dulce Patricia Torres Sandoval, coordinadora nacional de mujeres indígenas de México (CONAMI) quien, al igual que Citlalli Hernández, coincidió en que era momento de acelerar los compromisos de la declaración de Beijing, atajando que, si bien reconocía el poder de los documentos, era momento de adelantarse, especialmente, por la defensa de las niñas y mujeres indígenas, quienes continúan enfrentando brechas educativas, de justicia económica, climática, participación política, de reconocimiento y de sus derechos sexuales. A 30 años de la plataforma de Beijing y 16 de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, este sector sigue enfrentando avances sustanciales.
La demanda principal de Torres Sandoval fue la producción de información cualitativa y cuantitativa sobre la violencia que carga este sector en diferentes territorios, reconociendo así, las deficiencias estadísticas que no han permitido atender las fallas estructurales. Asimismo, la coordinadora del CONAMI, señaló que, entre otras deudas a saldar, estaba la participación política, la toma de decisiones y la necesidad de transversalizar toda política pública que nunca podrá presumir de «igualdad de género», si la agenda es selectiva y colonial.

La última mexicana en participar en esta cumbre -que comienza a arar el camino para la próxima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe-, fue Ingrid Aurora Gómez Saracíbar, titular de la Secretaría de las Mujeres (SEMUJERES) de la Ciudad de México quien abrió el diálogo refiriendo que, no será hasta que una niña pueda caminar tranquila en las calles que el país logrará hablar de plenitud, hasta entonces, el camino aún no es certero. Y aunque reconoció que esta idea pueda resultar ambiciosa para países que tienen atravesada con crueldad la violencia, apuntó a que para eso las mujeres estaban ahí, para luchar, para abonar y construir sociedades más justas bajo un lema colectivo: «No les podemos fallar«.
El discurso de Ingrid Gómez, quien también fue coordinadora de mesas, estuvo orientado a la invitación internacional a arribar a México en 2025.
«No estamos destinadas a un rol de prejuicios y violencias, estamos destinadas a ser libres y luminosas, por eso, tenemos que ser contundentes, es construir, paz e igualdad, para México la conferencia será la oportunidad de ciudadanizar los acuerdos de la plataforma de Beijing y otros tratados que nos han permitido avanzar en la garantía y ampliación de derechos. A veces, las necesidades de nuestro pueblo superan a los estados, por eso, la arquitectura financiera y redistributiva es urgente, no podemos fallarles a las mujeres, llegamos todas como decimos en México, y eso exige consolidar el avance de la agenda de los derechos de las niñas, las jóvenes, mujeres y adultas mayores, por eso, estamos muy contentas de que la conferencia sea en México, en el ombligo de la luna, queremos también decir, que no se nos olvide: La cultura de la igualdad ha llegado para instalarse, es tiempo de defender lo alcanzado, es tiempo de cerrarle el paso al machismo, ¡las esperamos con los brazos abiertos!»
Opiniones regionales: El avance de la derecha y defender lo conquistado
Las palmas en la 66ᵃ Reunión de la Mesa Directiva, se las llevó Aparecida Goncalvez, ministra de las Mujeres de Brasil quien no dudó en apuntar que no hay derechos completamente conquistados en la región y que la misoginia, está al acecho en todas partes. Goncalvez nombró a Dilma Rousseff, la expresidenta brasileña quien sufrió una tentativa de feminicidio promovido por la misoginia; una misoginia que aún no soporta ver a las mujeres al frente. Por ello, la ministra brasileña atajó durante su participación que una de las piezas que muchas veces se deja fuera de las discusiones es la democracia, sin embargo, es urgente nombrarla en todo discurso regional pues sin democracia, las mujeres vamos hacia atrás.
«Discuten de pobreza, pero sólo desde el hambre, ¿sólo desde eso? porque en nuestro país, el hambre tiene raza y género, en nuestro país el 75 de las personas con hambre son mujeres, el 50 son madres autónomas y la mayoría, son negras, entonces, tenemos qué definir cómo se da la pobreza y de qué forma ocurre, la inclusión debe ser un factor permanente», dijo Goncalvez.
Su discurso produjo aplausos de pie en la cumbre, luego de advertir que, para 2025, la región ya debe contar con un documento que, de aquí a 30 años, permita decir que las cosas se hicieron bien, que todas las mujeres llegamos vivas y tener la paz de que se defendió todo derecho; no basta con más reuniones que conmemoren la plataforma porque no hay garantía de nada y prueba de ello, es el avance de la derecha, la violencia, el retroceso y la incertidumbre del futuro.
Esto fue secundado por Alejandra Mora secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres quien atajó: Tenemos que tener mucho cuidado con lo que estamos viviendo.
Subsecuentemente Paola Yáñez, coordinadora general de la red de mujeres afrolatinas, afrocaribeñas y de la diáspora (RMAAD) explicó que usualmente se hacen conmemoraciones bajo la creencia de que ese momento ya se superó o que se alcanzó de manera expedita, sin embargo, la realidad está aquí y es poco favorable a 30 años de la plataforma de Beijing, particularmente, para las mujeres afro e indígenas.
«La desigualdad sigue siendo un rasgo distintivo de la región cuya matriz tiene los componentes étnico y racial, se nos pregunta porqué invertir en las mujeres afro si hay posibilidad de hacerlo para todas (en lo general), pero en estos años, las mujeres negras están muriendo en las calles, no hay presidentas afro y a la paridad de 50 – 50 no llegamos las negras, ni las indígenas»
¿Cómo se ve el avance de la derecha en nuestra región y por qué la rabia de las mujeres que viven bajo este régimen debe ser motivo de lucha regional? Precisamente de esto giró la intervención de la poderosa Yamile Socolovsky, de origen argentino, se desempeña como presidenta del Comité de las Mujeres Trabajadoras de las Américas.
En una primera instancia, Socolovsky explicó desde su espacio de trabajo que no se podría hablar por completo de «violencia estructural» sin agregar a esa ecuación el mundo del trabajo y cómo suscribe la división sexual del trabajo, una de las raíces clave del capitalismo que explota, violenta y perpetúa el cuidado en las mujeres. Aunado a esto, su participación demandó una consciencia de clase real en el feminismo, antipatriarcal y anticapitalista, pues hasta entonces, no lograremos desafanarnos de la acumulación injusta de la riqueza, del extractivismo de nuestros cuerpos y del patriarcado en el mundo laboral.
Se deben mover posibilidades laborales, la necesidad de plantear la reivindicación de los cuidados, pero también en el reconocimiento de que cuidar es un trabajo, el desarrollo de sistemas de cuidados, un trabajo contra el acoso, el acceso a las oportunidades laborales, la transformación de los sistemas de seguridad social para todas, combatir la feminización de la pobreza.
Socolovsky denunció la profunda violencia que se está gestando en Argentina; la preocupación de un serio detrimento en materia de derechos humanos y la desaparición de los ministerios por las mujeres bajo la orden de Milei, quien recientemente, ejerció violencia en contra de la expresidenta Kirchner señalando que no podría esperar para enterrarla a ella junto a su movimiento político.
En un episodio importante, Socolovsky ondeó un pañuelo verde al aire y pidió a las mujeres en Argentina a resistir, a seguir luchando y a no doblegarse ante el ascenso de la extrema derecha al país. Y al resto de las mujeres, les pidió dimensionar lo que estaba aconteciendo a nivel global, porque no sólo se trata de hablar de Argentina o del trumpismo en Estados Unidos, sino de una amenaza concreta en la que todas debemos estar listas, sólo así, se podrá «combatir al monstruo de la violencia estructural«.

«La violencia que expresan sus declaraciones no requieren mayores comentarios, pero no se trata sólo de la violencia política, sino la promoción desde las redes sociales por los propios funcionarios; la violencia se convierte en acción. Decir que necesitamos de su solidaridad que se sepa, saber a qué monstruos nos enfrentamos porque no es un problema de la Argentina sino global, y decirles también, a nombre de las compañeras, les decimos que no nos vamos a rendir a la crueldad y que como nos enseñaron las madres y abuelas, la única lucha que se pierde es la que se abandona»
Al cierre, participaron otros países de la región como España, República Dominicana, Honduras, Ecuador, Chile y Canadá donde las declaraciones encauzaron hacia el mismo espacio: El diálogo multilateral y construir consensos ha demostrado ser un arma poderosísima, sin embargo, la región ya está lista para asumir nuevas responsabilidades, sí al diálogo, pero también acción, transformación y revolución.
Presentación del documento a 30 años de Beijing
En la 66ª Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional también se llevó a cabo una sesión especial de consulta regional previa al 69º período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas, en el marco de la conmemoración del 30º aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y la aprobación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995).
En ese marco, Ana Güezmes García, directora de la División de Asuntos de Género de la CEPAL, presentó el documento Acción para la igualdad, el desarrollo y la paz en América Latina y el Caribe: proyecto de informe regional sobre el examen de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing a 30 años de su aprobación en sinergia con la implementación de la Agenda Regional de Género.
Este informe giró, principalmente, al cuidado y la liberación del tiempo de las mujeres, las cadenas productivas, de valor, migración y cambio climático.
«Lo que estamos viendo es que una de las principales barreras de la autonomía de las mujeres sigue siendo la sobrecarga de trabajo de cuidados de más de 40 horas, esto es absolutamente imposible, además, de manera remunerada, es un sector completamente feminizado», refirió Ana Güezmes García.
Una de las preguntas centrales es, ¿cómo alcanzar una sociedad del cuidado y la igualdad de género?, la directora de la división de género de la CEPAL, presentó los siguientes ejes principales para responder a ello y que forman parte crucial del informe regional sobre el examen de la plataforma de Beijing a 30 años de su aprobación.
- La economía política y el dialogo social como claves para garantizar la sostenibilidad de las políticas de
cuidados. - La importancia de contar con financiamiento suficiente, progresivo y sostenible.
- El cambio cultural es un elemento central para impulsar la sociedad del cuidado y avanzar hacia una mayor
igualdad de género. - El fortalecimiento de capacidades institucionales, tanto técnicas, operativas, políticas como prospectivas,
resulta esencial para diseñar, implementar y gestionar políticas de cuidado. - Necesidad de avanzar en las mediciones para la sociedad del cuidado, es crucial continuar desarrollando
estadísticas que midan el tiempo, los recursos, la demanda y la oferta disponible, y el valor social y económico
del cuidado, y la construcción de estadísticas que midan más allá del PIB. - Necesidad de avanzar en políticas de cuidado desde una perspectiva de género, intercultural, interseccional
y territorial. - En este contexto, destaca el rol de los Mecanismos para el Adelanto de las Mujeres para garantizar que las
políticas se construyan a partir de una perspectiva de género transformadora.

¿Qué es la Plataforma de Beijing?
La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995 (Plataforma de Acción de Beijing) es el programa más visionario para el empoderamiento de las mujeres y las niñas en todo el mundo. Creada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing, China (conocida como la mayor reunión de defensoras y defensores de la igualdad de género), la Plataforma de Acción de Beijing fue adoptada por 189 gobiernos que se comprometieron a tomar medidas audaces y estratégicas en 12 esferas de especial preocupación: pobreza, educación y capacitación, salud, violencia, conflictos armados, economía, poder y toma de decisiones, mecanismos institucionales, derechos humanos, medios de comunicación, medio ambiente, y las niñas.
En 2025 se cumplirán 30 años desde que la Plataforma de Acción de Beijing que estableció el modo de eliminar las barreras sistémicas que impiden la participación igualitaria de las mujeres en todas las esferas de la vida, ya sea en público o en privado, sin embargo, según advierte UN WOMEN, a pesar de que se tiene certeza de los avances, el progreso ha sido extremadamente lento, particularmente, para la región de América Latina y el Caribe.
«La mayoría de las mujeres y las niñas del mundo. Hoy en día, ningún país puede pretender que ha alcanzado la igualdad de género. Varios obstáculos permanecen inalterados en la legislación y en la cultura. Como resultado de ello, las mujeres siguen siendo infravaloradas, siguen trabajando más, ganando menos, tienen menos opciones, y enfrentan diversas formas de violencia en el hogar y en espacios públicos»
Sin embargo, desde frentes diversos, las mujeres continúan replanteando las luchas, construyendo espacios, implementando políticas públicas y, como ya se advertía, en esta última reunión, este 2025 podría ser un año histórico; las mujeres de la región están preparadas para invertir recursos, trabajo y distribución con el objetivo de acelerar los compromisos de la plataforma de Beijing.