Ciudad de México.- La ausencia de un sistema de cuidados en México genera brechas de desigualdad entre hombres y mujeres, quienes realizan 2.3 veces más trabajo doméstico no remunerado que los hombres. Esto hace urgente la creación de un Sistema Nacional de Cuidados que abone a la erradicación de tales desigualdades. Por eso, la diputada federal Amalia García Medina presentó una iniciativa que pretende generar un sistema sólido y permanente en el que se involucren todas las instancias de gobierno.
En entrevista con Cimacnoticias, la diputada de Movimiento Ciudadano detalló que su propuesta funcionaría como una especie de “paraguas” para proteger y asegurar las condiciones necesarias para un Sistema Nacional de Cuidados. Esto se lograría realizando diversas reformas a la Ley General de Desarrollo Social en sus artículos 49, fracción I, 51 y 60. También se adicionaría un Capítulo II Bis al Título Tercero.
Con estas modificaciones se pretende agregar una definición de “servicios de cuidado” como aquellos apoyos indispensables para el desarrollo de las actividades de la vida diaria. De igual forma, quedaría estipulado que los servicios de cuidado no remunerados son los llevados a cabo por familiares o voluntarios no profesionales sin remuneración económica.
Las reformas también detallan que se puede considerar a población en situación de dependencia a aquellas personas que carecen de autonomía física, mental, intelectual o sensorial para desarrollar sus actividades y atender por sí mismas sus necesidades básicas. Con base en estas definiciones, se considerará la variabilidad del grado de dependencia de las personas para poder diseñar estrategias que garanticen el acceso de niñas, niños, adolescentes, personas con discapacidad, población adulta mayor y personas con enfermedades crónico-degenerativas a servicios de cuidado de calidad.
De esta forma se restará la carga excesiva de trabajo para las mujeres, quienes podrán disponer de mayor tiempo para incursionar en el campo laboral remunerado y para centrarse en su propio desarrollo personal. En esta labor, además, deberán contar con el apoyo del Estado pero también del sector privado y de la sociedad civil en general.
Con este esquema de participación entre el sector privado y el gobierno se podrían generar más espacios seguros de cuidado y desarrollo como guarderías, escuelas de horario extendido, estancias infantiles y para personas con discapacidad y adultos mayores; también, casas hogar y albergues que ofrezcan servicios de cuidado dignos a personas en situación de vulnerabilidad o desamparo.
Entre la infraestructura que habría que asegurar también se encuentran estancias diurnas y nocturnas de calidad para personas en situación de dependencia que requieran de cuidados médicos no intensivos. También se asegurarían servicios a quienes requieran rehabilitación física para mejorar sus capacidades, favorecer su autonomía y minimizar su condición de dependencia.
¿Cómo funcionaría este Sistema Nacional de Cuidados integral?
La reforma propuesta por Amalia García —la cual ya fue enviada a la Comisión de Bienestar de la Cámara de Diputados para su discusión— pretende agregar un artículo 17 Ter a la Ley General de Desarrollo Social. En él se establecerá que las instituciones del Estado encargadas de salud, educación, trabajo y seguridad social deben coordinar sus políticas, programas, estrategias y acciones para promover que las personas en situación de dependencia reciban servicios dignos de cuidado en su domicilio o en alguna estancia diurna o nocturna.
También, que quienes realicen los cuidados remunerados accedan a capacitaciones y certificaciones de manera periódica y a la seguridad social; y que quienes llevan a cabo trabajos de cuidado no remunerado capaciten y certifiquen y reciban pensiones por incapacidad o vejez.
De igual manera, la reforma busca establecer garantías para que las licencias de maternidad y paternidad realmente ayuden a conciliar la vida laboral y familiar y a disponer de tiempo para cuidar a sus hijas e hijos (especialmente cuando éstos presenten alguna discapacidad).
Finalmente, con la reforma a los artículos 49, 51 y 60 se busca agregar a los organismos públicos autónomos para integrar la Comisión Nacional, la Comisión Intersecretarial de Desarrollo Social, y colaborar con el Consejo Consultivo de Desarrollo Social.
“No se trata de dar apoyos económicos aislados”
Antes de la propuesta de la diputada Amalia García, en la Cámara de Diputados y en el Senado ya habían pasado otras iniciativas que, sin embargo, permanecen congeladas. La más reciente —de 2020— logró salir de San Lázaro pero únicamente para estancarse en el recinto de Reforma.
Según declaró García Medina a Cimacnoticias, detrás de esta resistencia para legislar al respecto hay dos factores: el primero es la preocupación por el presupuesto que esto requeriría; el segundo, una falta de comprensión profunda sobre el tema. Tal incomprensión tiene que ver, declaró la legisladora, con que en nuestra sociedad damos por sentadas las labores que sostienen nuestra vida cotidiana como la alimentación, la limpieza y el cuidado de nuestra salud. También se da por sentado que somos las mujeres quienes nos encargamos de ello.
“Las mujeres nos hemos convertido en el seguro social de la sociedad y de los países. Sobre nuestros hombros recaen todos los cuidados, pero esto es inaceptable. Si queremos construir sociedades más igualitarias, el Estado tiene que compartir los cuidados, la sociedad tiene que compartir los cuidados, la iniciativa privada tiene que compartir los cuidados, y las familias también.”
Amalia García Medina
Por otro lado, la diputada apuntó que esta perspectiva sesgada sobre el tema también se refleja en los programas asistencialistas que se han convertido en la insignia del sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Al respecto, afirmó que “no se trata de dar apoyos económicos aislados” sino de adoptar un nuevo paradigma de Estado benefactor que incluya una visión integral como la que ella propone.
Y es que los apoyos económicos aislados no contemplan la liberación del tiempo de las mujeres: lo único que se hace es darles dinero para que cubran necesidades inmediatas, “pero siguen atrapadas en ese terreno chicloso de las labores de cuidados” que les impiden acceder a trabajos remunerados y a otras vías permanentes para salir de la precariedad.
Aun así, este 2023, más de la mitad del presupuesto del Anexo 13 —destinado a erradicar la desigualdad entre hombres y mujeres— está siendo invertido en este tipo de programas. Y este es el otro gran problema señalado por García Medina: la poca disposición para invertir en el Sistema Nacional de Cuidado.
“Cuando hablamos del tema”, declaró, “muchos legisladores y el propio gobierno en lo primero que piensan es en el signo de pesos y dicen «pero eso va a requerir dinero». Pues por supuesto que lo va a requerir: si el Tren Maya requiere dinero, ¿por qué los cuidados, que tienen que ver con todos los seres humanos y todos los mexicanos y mexicanas, no va a ser una prioridad?”.
Sin embargo, la legisladora no ve un obstáculo en esto. Desde su punto de vista, inicialmente no se requerirían grandes cantidades de recursos adicionales, sino que los presupuestos que ya existen tanto para salud como para educación, trabajo y seguridad social se articularan entre sí.
Por otro lado, también se requeriría que desde el inicio, los presupuestos fueran pensados con perspectiva de género. Es por eso que, paralelo a su iniciativa sobre el Sistema Nacional de Cuidados, la diputada Amalia García está impulsando otro proyecto de reforma para que dicha perspectiva esté presente no solo en la discusión del presupuesto sino en la programación y planeación del mismo. También, para que la perspectiva de género sea horizontal y no toque solo lo referente al Anexo 13.
“En estos meses, precisamente abril, es cuando en Hacienda tenemos que insistir en que haya esta perspectiva de género y que la programación y planeación del presupuesto contemple todos nuestros requerimientos.”
Amalia García Medina
La legisladora federal espera que su propuesta sea aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados y, posteriormente, pueda pasar a la de Senadores. Mientras tanto, es labor del resto de la sociedad cambiar nuestros paradigmas y dejar de obviar labores tan importantes que no son reconocidas pese a que sostienen la vida misma en cada país del mundo.
