Ciudad de México.- Llega a la conmemoración de un 8 de marzo con la rabia digna de víctimas por la violencia machista; una espina que se repite de manera anual y que, tal vez, este 2025 podría ser una pauta. A partir de aquí, se llega con una mujer presidenta, pero también, con su músculo político contra la violencia, la impunidad y la discriminación: La Secretaría de las Mujeres que ya goza de recurso y carácter bajo la voluntad política de su titular, Citlalli Hernández quien comparte en entrevista el peso de ser la primera secretaria de este órgano, los retos y las causas que la empujan a no desistir.
¿Qué tanto peso de expectativa puede caer sobre la mujer que preside la Secretaría de las Mujeres y qué podemos esperar de ello? Estos cuestionamientos aparecen en el episodio coyuntural del 8 de marzo, donde Citlalli Hernández explica que se llega a la fecha con todo un marco constitucional nuevo que permitirá al Estado mexicano plegarse a garantizar más derechos para las mujeres y combatir las violencias.
¿Qué sientes de llegar a este 8M?: A mí me da mucho orgullo, mucha satisfacción, pero sobre todo, siento mucha responsabilidad justamente por ser la primera secretaria de mujeres y que la presidenta me han cargado esta encomienda. Este 8 de marzo es, como siempre, un día para reivindicar derechos, para recordar a las mujeres que lucharon antes que nosotras.
Vivir y transitar un 8 de marzo, no se puede reducir al fundamentalismo de «marchar«; es transitar, acompañar, abrazar, romper y denunciar. Es política. Por ello, al tejer esta idea con qué tanto la Secretaría de las Mujeres se involucrará con estas vivencias, Citlalli Hernández reafirma esto, explicando que el 8M será un puente entre la Secretaría de las Mujeres y las manifestantes; una puerta abierta para escuchar las demandas, ajusticiar los pendientes y construir una mejor realidad para todas.
Pensando en un 8M futuro: ¿Qué podemos esperar?
¿Qué pasaría si pudiéramos mirar hacia el futuro?, ¿cómo se traducirían 5 años de trabajo de Secretaría de las Mujeres? Sin posibilidad de virar aún al futuro, sí existe la certeza que sólo se necesita de una herramienta para producir el cambio: La voluntad política.
La misión esencial, dice Citlalli Hernández, es que, en los próximos años, las niñas, las jóvenes, las adolescentes que crezcan durante este sexenio, tengan mayor certeza, mayor perspectiva de futuro, de presente, de felicidad, de bienestar y de paz a diferencia de nuestras bisabuelas, nuestras abuelas, nuestras madres o nosotras mismas.
De ahí se desprende la importancia de este primer 8M, de saber que en algunos momentos de la historia quienes salían a protestar era una docena de mujeres y hoy, la cifra sobrepasa a las 100 mil manifestantes; el movimiento feminista es transformación constante y la Secretaría de las Mujeres debe permanecer firme para construir verdaderas políticas públicas que erradiquen las violencias estructurales que han echado raíz en la vida de cada una de las mujeres y niñas de nuestro país.
«Pienso que esta nueva ola feminista y de mujeres en las calles es emocionante, porque hoy somos miles. Entonces si hacemos de nuestra participación política a las mujeres un ejercicio pleno y constante, siempre habrá nuevas demandas, siempre habrán nuevos retos, siempre habrá nuevos pendientes, pero el objetivo es que justamente haya mucho más hacia dónde avanzar, que no haya retrocesos y que hayan avances para los próximos años»
Entre todas las deudas que tiene el Estado con las mujeres -como los derechos agrarios, alimentarios, salariales, de justicia, maternidad, cuidados, seguridad, educación, vivienda, por mencionar los pocos-, ¿en dónde está puesta la flecha? Probablemente, una de las bases donde Claudia Sheinbaum, en conjunto con Citlalli Hernández tienen puesta la mira es la igualdad sustantiva en derechos entre hombres y mujeres.
La titular de la Secretaría de las Mujeres refrenda esto explicando que, en efecto, es la igualdad de derechos uno de los objetivos que desea ver materializados en los próximos años, pues además, es uno de los mandatos conferidos por la misma presidenta de la República.
El segundo punto -sin orden jerárquico- es la no impunidad, la prevención y la justicia.
¿Qué se hará para comenzar a quebrar las asimetrías del sistema judicial?: para nosotras es muy importante trabajar con el poder judicial porque creemos que hay una gran deuda histórica eh y si en los próximos años hay mayor certeza de derechos para todas, eh menos impunidad y mayor procuración de justicia para las mujeres, me parece que habremos dado buenas cuentas.
Y aunque estos son dos de los ejes rectores de la Secretaría de las Mujeres, tampoco se puede dejar de lado que abolir las prácticas violentas, de impunidad e injusticia que han atravesado -y atraviesan- a las mujeres de manera histórica no es un trabajo de un sexenio, sino un derribo paulatino y estructural que debe ser acompañado por el cambio cultural.
«Por supuesto tenemos claro que lo que hagamos en 5 años, en 6 años no será suficiente, pero este es el momento en el que mejores condiciones hay para las mujeres y avanzar hacia la igualdad y en materia de derechos. Estoy convencida que vamos a avanzar en todo lo que esté en nuestras manos, en nuestra capacidad de convencimiento, de vinculación con todo el gobierno, con los tres poderes, etcétera y, que bueno, los próximos 8 de marzo sigan planteándonos un horizonte porque estoy segura que la lucha por la igualdad, para algunas será la lucha hasta el final de nuestras vidas» (Citlalli Hernández).
Los vestigios del calderonismo y la ofensiva de la ultraderecha
Se llega al 8M en un escenario internacional poco afable para las mujeres y niñas del mundo, en añadidura, las tensiones políticas con el republicanismo norteamericano parecen tampoco dar tregua. Esto sin olvidar que, el día 9 de marzo Claudia Sheinbaum dará su discurso en el Zócalo capitalino sobre los tirones arancelarios y la defensa a la economía mexicana. En la agenda nacional e internacional, la hostilidad acecha.
De ahí que, más allá de un discurso partidista, resulta importante visibilizar que México se posiciona en la región nombrando los feminismos, teniendo los derechos sexuales y reproductivos al centro y un sistema nacional (progresivo, acota Citlalli Hernández) de cuidados en su agenda. Con los embates del neonazismo en Alemania; la derecha en Italia con Giorgia Meloni; Javier Milei en Argentina y nuestro propio país con el registro del partido ultraderechista Viva México de Eduardo Verástegui, resulta imprescindible no dar pasos hacia atrás en la lucha feminista.
«A mí me parece que México está haciendo vanguardia en materia de derechos en contraste con lo que con los retrocesos que hay para las mujeres y en general para los derechos humanos en algunas partes del mundo, porque si hay mejores condiciones en este momento en nuestro país para el avance de los derechos de las mujeres, es justamente, porque hay una voluntad presidencial, un compromiso con las mujeres desde el más alto rango de poder, que de inmediato al llegar al poder lo que hace [Claudia Sheinbaum] es modificar la Constitución y las leyes para comprometer al Estado mexicano con esos derechos y combatir las violencias», dice Citlalli Hernández.
Ante la violencia, las mujeres y el movimiento feminista han hecho frente para abonar a la legislación, la participación política y un avance sustantivo en nuestros marcos normativos como la despenalización del aborto, la Ley Olimpia o la Ley Ingrid. Es una lucha acarreada por las mujeres de a pie y otras aliadas que también deben ser nombradas.
Durante la conversación de estos avances y cómo han encauzado hasta hoy, Citlalli Hernández frena en un episodio que dejó una fisura en la historia de nuestro país, misma, que hasta hoy no se ha podido resarcir: La guerra contra el narcotráfico.
A esta conclusión se llega luego de compartir sobre la vida de la secretaria quien hoy está a mediados de sus 30s y que el Calderonismo -como a la mayoría de este grupo generacional- representó un retroceso. Un recordatorio que hoy, como titular de la Semujeres le recuerda que la realidad de las sociedades es continuar avanzando a través de cambios profundos en la política pública.
¿Qué te atraviesa a ti? Es cuando miramos hacia atrás con perspectiva de futuro, te das cuenta que hay momentos en la historia de nuestro país -y de la lucha de la sociedad en general-, donde hay avances, pero también donde hay retrocesos. Y en la historia moderna, la falsa guerra contra el narco de Calderón sin duda fue un enorme retroceso en materia derechos humanos y en materia de paz, de seguridad para las mujeres. Y a mí algo que me parece muy importante es justamente pensar que las realidades eh avanzan y cambian y que hay momentos difíciles para las sociedades y momentos de profundo cambio.
¿Qué es lo más importante?: Para mí lo más importante es que todo lo que hagamos tenga un impacto en la sociedad, una discusión pública que nos permita generar un cambio de conciencia. Es decir, la mejor manera de garantizar derechos para todas las mujeres y combatir las violencias sin retrocesos es que no solo lo abrace el gobierno, los legisladores o el poder judicial, sino que la sociedad haga suyo este cambio de paradigma y esta necesidad urgente de poder convivir y vivir en paz entre hombres y mujeres.
Entonces, digamos que a mí eso es lo que más me cruza, que tengamos la capacidad de permear socialmente lo suficiente para que en los momentos más difíciles que siempre tienen las sociedades, no haya retroceso, porque si no hay un cambio cultural de conciencia y social, puede llegar un gobierno en algún momento echar para atrás todo lo que está en la ley y ya no habrá quien defienda esos derechos. En cambio, si hay un entendimiento social, los derechos se afianzan y se garantizan pese a quien esté gobernando y pese a otros puntos de vista antiderechos, machistas o misóginos.
Las niñas y un 8M con Cartilla de las Mujeres
Cimacnoticias conversó con Juan Martín Pérez de la Red Tejiendo Redes Infancias quien compartió que las niñas no habían sido contempladas dentro del Plan Nacional de Desarrollo. Un apunte preocupante, considerando el alza de feminicidios en niñas y la sostenida ola de maternidades forzadas en nuestra región.
Ante esto, Cimacnoticias preguntó a la secretaria si existía algún plan en puerta para atender estas necesidades y si habría un proyecto particular para el libre desarrollo de las niñas y la abolición de toda expresión de violencia.
En respuesta, Citlalli Hernández compartió que la secretaría tiene muy presente a las niñas en las políticas de prevención, particularmente, en lo que refiere la violencia sexual y la unión forzada de las infancias. Por ello, se está por anunciar una estrategia de prevención y erradicación del embarazo infantil en conjunto con el IMSS Bienestar que pondrá especial foco en las zonas de mayor marginación del país donde este tipo de violencia sexual es recrudecida.
Pero, ¿y qué pasa con las otras realidades que viven las niñas? Según explica la funcionaria, reconoce las interseccionalidades que atraviesan a las diferentes niñas del país, por ello, refiere que se hará un trabajo exhaustivo en las escuelas, sobre todo, en primarias y secundarias para difundir los derechos humanos y buscar garantizarlos.
«Nosotras estaremos trabajando nacional, estatal y territorialmente para generar estrategias específicas según cada sector o según las realidades de las niñas y las mujeres en cada territorio del país. Vamos a focalizar estrategias así, digamos en las realidades [diversas]que viven las niñas.»
Entre las primeras herramientas que aparecen en el mapa está la Cartilla de las Mujeres presentada, precisamente, este viernes 7 de marzo en el marco de la conmemoración del 8M y que representa el cumplimiento de uno de los 100 compromisos de Claudia Sheinbaum. Sobre este anuncio, Citlalli Hernández acota que es necesario profundizar en este documento y profundizar en ciertos derechos para las mujeres, niñas y adultas mayores. Por ello, se desarrollará una cartilla de los derechos sexuales y trabajadoras, otra sobre los derechos de las mujeres trabajadoras y por supuesto, la cartilla para las niñas y adolescentes.
«Queremos sí, realizar acciones, digamos, generales, nacionales y masivas, pero también sabemos que hay que focalizar en sectores, [por ejemplo] entidades y regiones porque es la mejor manera de poder cambiar la vida de todas.
A veces las políticas públicas son muy generales y no impactan a todas y nosotras justamente queremos cambiar la vida de quienes más lo necesitan, porque si empieza a cambiar la vida de las más pobres, de las mujeres rurales, de las mujeres indígenas, de las niñas, de las trabajadoras, etcétera, empezarán a moverse las estructuras que tienen que cambiar en nuestra sociedad» (Citlalli Hernández)