Ciudad de México.- Mientras las investigaciones de la Fiscalía General de la República siguen su curso bajo la vigilancia de Gertz Manero, el Rancho Izaguirre no sólo se ha convertido en un espacio de memoria y lucha para las familias buscadoras, sino en un asunto mediático donde los tirones políticos resultan evidentes. A la par, las primeras respuestas e informes de la Presidencia de la República han surgido, dejando inquietud por la evasión de las mismas y cuestionamientos detrás de la verdad histórica.
Durante su mañanera del pueblo, la presidenta Claudia Sheinbaum ha señalado de forma incisiva que este hallazgo no es, ni será «su talón de Aquiles», haciendo alusión a que no permitirá que pase a la historia como un punto débil de su administración, por el contrario, sostuvo que tanto ella, como su gabinete se encontraban realizando los movimientos correctos y por ello, se sentía un aire de tranquilidad; «no hay nada qué ocultar«.
Entre los asuntos más importantes de sus pronunciamientos, se encuentra el reconocimiento oficial de la crisis de desapariciones. La presidenta sostuvo que existe un problema de grandes magnitudes y se comprometió, en medida de lo posible, a nunca esconder la verdad y enfrentar esta crisis, desde la prevención, hasta consagrar una respuesta oportuna para encontrar a las personas desaparecidas.
Y aunque el pronunciamiento de la presidenta fue evidente en reconocer la existencia de un problema sistémico que se ha gestado en impunidad desde hace décadas, el espacio también fue aprovechado para mezclar política, apuntando a que si bien había una responsabilidad de la presidenta a nunca faltar de la verdad, también sostuvo que «no podía ser» que se sostuviera una campaña en contra de su partido, por lo que Morena tenía el derecho a defenderse de los señalamientos que se hacían en su contra y zanjó: «Yo no tengo dudas de que estamos haciendo lo correcto, no somos el PRIAN»-
En un segundo espacio, ahora se sabe que el fiscal general, Gertz Manero también ha salido en una conferencia pública para enlistar las omisiones de la fiscalía de Jalisco, un hecho que ha sido aplaudido por la presidenta misma, explicando que no tenía idea de lo que presentaría Manero, sin embargo, luego de escucharlo «a detalle» consideró que era muy bueno que la población sepa cuál es el estado actual de la investigación y desmentir con pruebas científicas las versiones de los medios, particularmente, aquella presunta información de las violaciones humanas cometidas al interior del Rancho Izaguirre.
Paralelamente, sostuvo que era necesario que el predio fuese abierto a los medios de comunicación y a otras autoridades a fin de que se conociera el estado actual del espacio.
«Que la gente conozca a partir de información, porque esto viene desde septiembre del año pasado, lo que el fiscal dijo es qué hizo la FGR a la fecha (…) la apertura del predio es necesaria para saber si hubo homicidios con evidencia científica. Tomamos en serio el tema de la desaparición, la atención de víctimas, el fortalecimiento de las leyes y que salga la verdad del caso de Jalisco» sostuvo Sheinbaum
El 19 de marzo, Gertz Manero lanzó una rueda de prensa para dar a conocer cuáles fueron los adelantos de la investigación sobre el Rancho Izaguirre y aunque el plan podría parecer tentador para conocer los primeros apuntes sobre qué sucedía al interior de este predio, las respuestas del fiscal general se volvieron, más bien, evasivas. Más allá de una narrativa por la verdad, se entregó un enlistado de las irregularidades en las investigaciones de la fiscalía de Jalisco.
Entre los principales apuntes, el fiscal general condenó que el gobierno de Jalisco no realizara una investigación completa de la propiedad que, según apunta, es ejidal. Asimismo, refirió que no se procesaron los vehículos que ahí se encontraron, no hubo identificación de huellas, ni tampoco análisis químicos sobre los presuntos hornos crematorios; nunca se tomaron los testimonios de las familias y tampoco de los agentes de ese municipio que, probablemente, habían dado algún indicio de ese espacio. Rancho Izaguirre, a pesar de cargar con una larga lista de inconsistencias, quedó en estado de abandono desde hacía seis meses.
Esto último, luego de que se tuviera registro de que la Guardia Nacional acudió ante una llamada anónima que denunciaba irregularidades en el Rancho Izaguirre. Las fuerzas castrenses, al arribar al lugar, fueron rafagueadas y se registró a 2 personas en estado de secuestro, así como el deceso de una persona; el Rancho fue olvidado por las autoridades de la entidad y no fue hasta el 5 de marzo que Guerreros Buscadores entró al predio para descubrir el horror de un rpesunto campo de exterminio.
La apuesta de Gertz Manero – en un intento de apaciguar las aguas-, es sostener que «se ha requerido a las autoridades del Estado [de Jalisco] que, con carácter urgente hagan entrega a la Fiscalía General de la República sus peritajes y actuaciones» y mandar un mensaje claro de algo que ya se sospechaba:
«Teuchitlán jamás sería otro Ayotzinapa» (Gertz Manero)
En la ronda de preguntas, Gertz Manero fue cuestionado por la prensa sobre, -más allá de estas irregularidades en las investigaciones-, qué había detrás del Rancho Izaguirre, pues las inconsistencias de las autoridades jaliscienses resultan una obviedad; la verdad es el mayor peso sobre el caso: ¿Era un campo de exterminio?, ¿tiene relación con el Cartel de Jalisco Nueva Generación?, ¿qué tipo de torturas se cometieron aquí?, ¿cuántas fosas exactas fueron encontradas?
Entre estas y otras indagatorias fueron puestas por la prensa ante Gertz Manero quien limitó sus respuestas a sostener que aún no existía evidencia suficiente para determinar ninguno de estos escenarios, sin embargo, sí sostuvo que, en efecto, se han encontrado restos óseos en el Rancho, de lo que aún no hay certeza es que exista algún tipo de crematorio clandestino.
Así, las preguntas se limitaron a cerrarse con un: «En cuanto tengamos información suficiente se hará saber» y tranquilizar, «la verdad va a salir, no tengo ninguna duda».
En el panorama político las respuestas de las autoridades desde presidencia hasta la Fiscalía General de la República oscilan en mantener el perfil en investigaciones y evitar que el caso les reviente en las manos. Y aunque bien pudo resultar en una primera buena ofensiva para frenar los señalamientos a Morena, el 20 de marzo, el mismo día que Sheinbaum celebró la entrada pública al Rancho y la intervención constante de la FGR, las madres buscadoras se plantaron en las puertas del predio para denunciar: ¡Aplanaron las fosas!
La presunta aplanadora de las fosas y modificación del Rancho Izaguirre
«Se están burlando de nosotras, de nuestro dolor», la madre buscadora Patricia Sotelo ha reventado a la entrada del Rancho Izaguirre luego de que al espacio arribaran autoridades estatales cometiendo una serie de atropellos como amurallar el espacio y no permitirles a las familias buscadoras acceder al predio que, presuntamente, ha sido barrido y limpiado, desapareciendo con ello, las pruebas de restos óseos documentadas por la colectiva Guerreros Buscadores.
Según sostuvo Patricia Sotelo en entrevista con los medios de comunicación jalisciences, las fosas ya están aplanadas, fueron acomodadas y «bien formadas» para borrar todo rastro de su trabajo; la madre buscadora luchó esta tarde para entrar al Rancho y verificar que, entre los hallazgos, no estuvieran los restos de su hija.
En añadidura, sostuvo que lanzaron una propuesta al Estado, donde pedían acceder cuatro personas diariamente de distintos colectivos y con ello, buscar a sus seres queridos, sin embargo, el gobierno de la entidad vetó esta posibilidad a Patricia Sotelo, quien además, denunció que no se les permitía acercarse a ver nada, pues hicieron del Rancho Izaguirre «un museo»; ya no hay registro de lo que las familias buscadoras encontraron la primera vez que ingresaron el predio.
«Esta es una fabricación para que no veamos lo que pasó realmente, lo que subieron la primera vez en el video fueron fosas y ya están aplanadas, no hay nada que dé indicios de nosotros. ¡Yo sólo quiero ver si estuvo aquí mi hija!, Es un museo, para que a lado veas el laberinto, las fosas, para que al fondo veas el lugar de entrenamiento y entras en línea, no nos dejaron mover nada, yo quería ver cada lugar e indicio si estuvo aquí mi hija y no hay nada, no nos dejan ver nada»
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), actualmente, en México hay 112 mil 197 personas desaparecidas, cuyas familias no saben nada de ellas desde hace semanas, meses, años y han sido las madres y familiares de las víctimas quienes han emprendido colectivas de búsqueda para realizar actividades que el Estado mexicano no ejerce: encontrar a las y los desaparecidos.
Según recoge el informe «Nombres sin cuerpo y cuerpos sin nombre» de Causa Común y con base en las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), es en el sexenio de López Obrador las desapariciones se agudizaron como nunca antes y el fenómeno se agrava en el actual. En los primeros 100 días del gobierno de Claudia Sheinbaum se registran 4 mil 120 personas desaparecidas, un promedio de 41 casos al día. Esta cifra es 104% superior a las desapariciones registradas en los primeros 100 días del gobierno de López Obrador, 277% superior a las registradas en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Guerreros Buscadores de Jalisco
Hace apenas 4 días, el 16 de marzo, Guerreros Buscadores de Jalisco lanzó un comunicado donde informó a la población que, existía la posibilidad de que la Fiscalía General de la República comenzara a sacarles de la investigación, entorpeciendo los procesos y modificando el hallazgo. Por estos hechos, solicitaron la expedita intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a fin de garantizar transparencia en el caso.
En un oficio expuesto por la colativa y firmado por Víctor Hugo Ávila del Comisionado de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco, se sostiene que, sólo podrían visitar el Rancho Izaguirre con la participación de autoridades de los tres órganos del gobierno. Asimismo, se les informó que, como la FGR ya había atraído la carpeta de investigación, las familias buscadoras no podrían acercarse más a la zona, pues sólo se permitiría el acceso al personal oficial de las fiscalías.
Eso sí, el oficio explica que, por instrucción de la FGR, sólo las autoridades podrían participar en el procesamiento del Rancho Izaguirre, sin embargo, una vez que concluyeran las debidas diligencias, existía la posibilidad de que las familias acudieran como «observadores en tiempo y forma, según se les haga de su conocimiento».
Hoy, a sólo 4 días de que las familias buscadoras -que destaparon el campo de exterminio de Rancho Izaguirre- lanzaran un comunicado pidiendo apoyo a la CNDH para que la FGR no metiera manos y les excluyera del proceso como pretendían, los indicios y testimonios de las buscadoras apuntan a una probable modificación y limpieza en el predio.
Las inconsistencias cometidas por la FGR no sólo oscilan entre la opacidad, sino además, en actos de negligencia. Según denunció la colectiva Luz de Esperanza Desaprecidos Jalisco, la Fiscalía les extendió una invitación para acudir al Rancho Izaguirre, sin embargo, lo que prometía ser una jornada de trabajo para encontrar a sus desaparecidos terminó en «una muestra de indolencia y abandono institucional».
De acuerdo con la colectiva, las autoridades fueron omisas en la organización y logistica del recorrido, exponiendo a los asistentes a situaciones de riesgo. Además, la falta de previsión y sensibilidad quedó en evidencia cuando Liliana Meza, presidenta del Colectivo Luz de Esperanza, y otra buscadora solicitaron
apoyo a elementos de la Fiscalia General de la República (FGR) para acudir al baño. En respuesta, fueron trasladadas a un sitio alejado del predio y abandonadas.
«Un hecho tan simple como ir al baño no debería convertirse en un riesgo para las buscadoras, pero esta situación evidencia el nulo compromiso de las autoridades con la seguridad y el bienestar de quienes, con dolor y valentía, exigen justicia. ¿Dónde queda la protección mínima que deben garantizar las instituciones? ¿Cómo es posible que una acción tan básica termine en abandono y peligro?»
Por este hecho, el Colectivo Luz de Esperanza, ha anunciado que presentará una denuncia formal, señalando la colusión entre instituciones y la falta de medidas de protección que ponen en riesgo a quienes buscan a sus familiares: «Lo sucedido pudo tener consecuencias graves, no más abandono, no más omisión, no más simulación».
La huida del Congreso
Durante la sesión de esta tarde en el Senado de México, el priísta Manuel Añorve tomó el Pleno para dar un discurso señalando que era el momento de demostrar de qué lado estaban de la historia; de lado de las víctimas o de quien permitió que sucediera. Sucintamente, mientras el senador señalaba directamente a la bancada morenista por su presunta responsabilidad por el caso Teuchitlán, su micrófono fue apagado.
El asunto no sólo fue el claro golpeteo político en contra de la bancada morenista lo que ha enervado la discusión, sino la pronta respuesta del coordinador Adán Augusto, quien pidió a sus pares abandonar el recinto luego de que el panista Marco Cortés pidiera la conformación de una comisión especial por el caso Teuchitlán.
Así, con esta orden expedida, mientras Añorve lanzaba su discurso para exigir a morena respuestas por el caso y dar inicio a la discusión sobre lo que rodea al hallazgo en Tuechitlán, todas y todos los senadores presentes del curul guinda, tomaron sus pertenencias y abandonaron en menos de 2 minutos el espacio. Hasta la publicación de este articulo, Adán Augusto López no ha realizado ningún pronunciamiento en sus redes oficiales que apunte al motivo preciso por el cual se ordenó a la bancada morenista reventar el quórum.
Pero las acciones evasivas y de pretender que el caso tiene como causa última golpear al gobierno actual se han mantenido como una constante en días recientes. Agregándose a la lista el actuar del presidente de la Cámara de Senadores, el morenista Gerardo Fernández Noroña quien estuvo en coyuntura debido a la defensa sostenida que pretendió inferir que la crisis de desapariciones estaba relacionada a una «campaña ruin»; una instrumentalización que sólo quería golpear al partido morenista.
Remató el tema cuestionando que quién había dicho que esos 200 pares de zapatos pertenecían a personas desaparecidas y que «eso que se estaba contando» debía ser investigado y aunque intentó rescatando el comentario refiriendo que, él no tenía motivos para dudarlo, el argumento ya había sido colocado sobre la mesa.
La rabia parece incontenible a estas alturas; una rabia acumulada que ha terminado por estallar con el hallazgo del Rancho Izaguirre y el conjunto de respuestas endebles, revictimizantes y criminalizadoras que pretende señalar a las familias buscadoras. A la par, los comentarios desatinados de la presidenta como pedir que «dejen en paz» a su antecesor López Obrador, continúan pasando factura y se manifiestan con el rechazo rotundo a las respuestas y explicaciones del Gobierno que, aunque niega que se trate de su «talón de Aquiles«, los ojos del país -y del mundo- ya están puestos sobre cada uno de sus movimientos.