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Rusia califica de «indeseable» a Amnistía Internacional; organización acusa criminalización

Por Arantza Díaz

Ciudad de México.- Autoridades rusas han declarado a Amnistía Internacional como «organización indeseable» y con ello, se despliegan una serie de actos de criminalización a toda acción y activismo realizado en el país asiático. El hecho ha sido duramente criticado y representa uno de los intentos del gobierno ruso de hacer retroceder a las organizaciones internacionales que han señalado inconsistencias y violaciones a los derechos humanos bajo el régimen del Kremlin.


Agnes Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional se ha pronunciado al respecto, lanzando este 20 de mayo un llamado urgente, denunciando al gobierno de Putin de intentar aislar a su población a través de acciones como estas; acciones que sólo evidencian la represión y el autoritarismo.


Callamard denunció que no hay sorpresa en esta acusación, pues en Rusia, la desaparición, encarcelamiento, asesinato y exilio de activistas se ha convertido en una norma para su sistema, en añadidura, cuestionó el trabajo de Putin al manejar los medios de comunicación y criminalizar, particularmente, a los espacios independientes que se atreven a desafiar las decisiones autoritarias del gobierno ruso.


«Las autoridades están tremendamente equivocadas si creen que calificando de ‘indeseable’ a nuestra organización vamos a suspender la labor de documentar y exponer violaciones de derechos humanos; todo lo contrario. No vamos a ceder ante las amenazas, y continuaremos nuestro trabajo sin inmutarnos para garantizar que la población de Rusia puede disfrutar de sus derechos humanos sin discriminación», sostiene Amnistía Internacional.


En añadidura, la organización ha referido que no cederá y sus planes de continuar documentando los crimenes de guerra a manos de las fuerzas castrenses rusas, la tortura y la privación de libertad, se mantiene de pie.


Pero, ¿qué tanto un Estado puede expulsar y criminalizar a una organización de cancha internacional? En Rusia, este hecho es viable desde hace una década, luego de que la Fiscalía General de Rusia moviera el tablero político y, a través de una serie de reformas, se les otorgó el poder de prohibir arbitrariamente a cualquier organización extranjera que devenga a los intereses superiores del Kremlin y con ello, emprender una serie de actos de criminalización y penalización de forma completamente legal y sin consecuencias – al menos en territorio ruso-.

¿Qué sucedió entre Amnistía Internacional y Rusia?


El pasado 19 de mayo, la Fiscalía General de Rusia incluyó a Amnistía Internacional en la lista de proyectos «rusófobos», esto a causa de que la organización ha dedicado su trabajo a denunciar la cooptacion de la libertad de expresión y a los crímenes inhumanos cometidos en territorio Ucraniano.

Pero esta no sería la primera vez que el Kremlin golpea a Amnistía Internacional, pues según ha documentado la organización, desde hace 3 años el país ha bloqueado el acceso a los sitios web oficiales además de forzar al cierre de las oficinas, localizadas en Moscú.


«La calificación de indeseable pone en riesgo de procesamiento en Rusia a organizaciones asociadas a Amnistía y a simpatizantes, periodistas y otras personas con las que la organización trabaja actualmente, o que las autoridades consideran que apoyan o promueven a la organización» sostiene Amnistía Internacional.


Dentro de las leyes estipuladas, se encuentra que, aquellas organizaciones consideradas «indeseables» para el Estado, pueden recibir multas administrativas desde los 185 dólares, hasta actos condenatorios de seis años en prisión. Desde hace unos años, los documentos y publicaciones de Amnistía Internacional han sido bloqueados de divulgarse y con ello, se constituye una violatoria a los derechos internacionales, pero también, implica socavar la rendición de cuentas y ejercer el poder desde la violencia.

Estado actual de la libre expresión en Rusia y el estallido de la Guerra


Informar sobre las condiciones actuales en Rusia y evidenciar los tratos inhumanos bajo el régimen de Putin ha llevado al exilio -y desapareición- a centenares de periodistas, personas defensoras y organizaciones que se han visto sofocadas por las leyes del Kremlin.


Desde hace 25 años, Vladimir Putin mantiene el control de Rusia y con el estallido de la guerra en Ucrania el pasado febrero del 2022, las acciones de criminalización e intentos violentos por mantener el silencio de puertas para adentro, se han recrudecido. Las amenazas de muerte son una constante y la libertad de expresión se ha convertido en una de las revoluciones más incómodas para el Estado ruso.


Amnistía Internacional ha documentado cómo el Kremlin ha hecho todo para que los medios rusos utilicen únicamente las fuentes oficiales; está estrechamente prohibido considerar otros datos internacionales. El medio que haga uso de otras informaciones podrá recibir multas de más de 62 mil dólares e incluso, derivar en el cierre indeterminado de sus sitios web.


Un mes después del estallido de la guerra, Rusia aprobó una nueva ley que consiste en penalizar a todo medio de comunicación, activista y/o periodista que publique información en contra de las fuerzas armadas rusas. Expresar malos comentarios o cuestionar el actuar del ejército implica un delito administrativo que puede llevar a las personas a permanecer hasta 15 años privadas de su libertad.


Ese año que estalló la Guerra (2022) al menos 12 periodistas rusos murieron.


Luego del recrudecimiento de estas leyes y el acoso incisivo, los medios de comunicación independientes que pretendían informar de forma veraz a la población sobre las condiciones de violencia en Rusia, comenzaron a retroceder de forma inminente. Y luego de 3 años de fuerte criminalización, la mayoría de los medios alternativos han desaparecido. El informe «Rusia: De todos modos, te vamos a arrestar”. Represalias contra el personal observador y de medios de comunicación que informa desde el lugar de las protestas», recoge algunos de los siguientes datos:

  • Suspensión de la versión rusa de Euronews
  • Revocación de las licencias al diario independiente Novaya Gazeta
  • Bloque total del medio Nastoyashchee Cremya
  • Bloqueo de plataformas como Facebook y X
  • Imposición de multas impagables a la editora Guzel Aitukva
  • Despido injustificado de periodistas con gran alcance público como Elena Chernenko e Ivan Urgant
  • Detención del jefe de redacción del medio digital Novy Fokus, Mikhail Afanasyev
  • Condena de 22 años de prisión al periodista Ivan Safronov
  • Condena de 6 años de prisión a la periodista María Ponomarenko por una publicación en sus redes acusando a las fuerzas rusas de atacar un teatro donde murieron civiles
  • Elena Milashina, amenazada de muerte y exiliada desde 2012, actualmente perseguida por acusar al Kremlin por la violencia cometida durante la pandemia de COVID-19
  • Irrupción en las oficinas del medio Pskovskaya Gubernia, se les arrebató de sus ordenadores, teléfonos y todo material. El medio suspendió toda actividad.
  • Ekho Moskvy, una de las estaciones de radio más críticas al gobierno de rusia fue cerrada y su equipo confiscado por las autoridades.
  • TV Rain, canal de televisión forzado a cerrar actividades

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