Ciudad de Mexico.- Tras prohibirse el aborto en Estados Unidos revocando el fallo Roe vs Wade en 2022, se profundizaron la precarización y discriminación contra mujeres de origen latinoamericano y afrodescendientes habitantes en ese país, es decir, se sumaron desafíos económicos a la restricción de los derechos sexuales y reproductivos, así lo determinó la reciente investigación «The Economic and Workforce Impact of Restrictive Abortion Laws» del Instituto para la Investigación de Políticas de la Mujer.
Parte de los hallazgos significativos, alertan una brecha para las mujeres por su etnicidad, por ejemplo, el acceso a métodos anticonceptivos se realiza principalmente a través de seguros médicos, por ello, las mujeres en estados con menor cobertura médica tienen menos probabilidades de tener un acceso confiable a métodos anticonceptivos, lo que profundiza aún más las desigualdades en salud reproductiva.
También persisten disparidades en la cobertura del seguro médicos. Las trabajadoras latinas tienen la tasa de cobertura más baja a nivel nacional con 79%, de las cuales el 47% provienen de su empleador. Por otro lado, el 91% de las trabajadoras negras tienen una cobertura médica, de ellas el 60% están cubiertas por sus empleadores.
El caso Dobbs v. Jackson Women’s Health, en el cual la Suprema Corte de los Estados Unidos, eliminó el reconocimiento federal del derecho al aborto y devolvió a los estados la potestad de legislar sobre el tema, dio como resultado que más de la mitad de los estados adoptaran leyes que restringen o prohíben casi totalmente el derecho, incluso en casos de violación o incesto.
De esta manera, el territorio de Estados Unidos quedó dividido en cuatro diferentes restricciones: 18 estados tienen totalmente prohibido interrumpir el embarazo; 13 estados contaban con leyes que lo protegían; 8 estados tienen políticas que restringen su acceso; y 12 estados ofrecen protecciones para apoyar la atención del aborto.

Siguiendo los datos de último informe ‘WeCount’ de la Sociedad de Planificación Familiar (SFP por sus siglas en inglés), el número de aborto en Estados Unidos desde noviembre de 2022 aumentó gradualmente hasta diciembre de 2024. De esta manera, la cifra final se colocó en 1.14 millones alcanzando la mayor cantidad en el país en los últimos años. El total mensual alcanzó su punto máximo en enero de 2024, superando los 102 mil abortos en un solo mes.
Por año, el número promedio mensual de abortos aumentó cada año: en 2022 fue de 79 mil 600, en 2023 alcanzó los 88 mil y en 2024 los 95 mil 200. Esto tomando en cuenta que en 2022 se comenzó a contar desde el mes de abril, ya que los meses de enero, febrero y marzo fueron anteriores a la Ley Dobbs que promulgó las prohibiciones del aborto.
Esta decisión ha tenido profundas implicaciones tanto para las mujeres trabajadoras como para sus empleadores. En 2023, más de 49.5 millones de mujeres en edad óptima para laborar (entre 25 a 54 años) participaban activamente en el mercado laboral estadounidense. De ellas, 17.6 millones residía en los 18 estados que prohíben totalmente la atención del aborto y el 6.4 millones en los 8 estados donde hay restricciones.
El alcance de las restricciones es más pronunciado cuando se habla de mujeres afroamericanas o latinas. En ese mismo año, alrededor del 59% de las mujeres afroamericanas en edad laboral óptica (4.1 millones) y el 46% de mujeres latinas (4.2 millones) estaban empleadas o buscaban trabajo en los 26 estados donde está prohibido o restringido el aborto.

De acuerdo con el informe, estas cifras muestran la intersección entre las políticas de salud reproductiva y la participación económica de las mujeres en el mercado laboral. De esta manera, señala que el fallo Dobbs ha intensificado las presiones económicas sobre las mujeres, ya que las restricciones al aborto no solo inciden en la salud reproductiva, sino en los resultados económicos y laborales influyendo en indicadores claves como economías estatales, participación en el mercado, crecimiento del empleo, salarios y la cobertura del seguro médico.
Impactos en la fuerza laboral
Aunque en 2021 y 2022, la fuerza laboral en Estados Unidos incrementó el 3.8%, para las mujeres en edad reproductiva representó un rezago con aumentos del 1.7% y del 0.7% lo que generó una desaceleración preocupante, ya que, un año antes de la restricción de Dobbs, la fuerza laboral femenina ya se estaba haciendo evidente.
A esto se suma que, existen patrones de crecimiento del empleo que se diferencian cuando hay restricciones al aborto, por ejemplo, 7 de los 10 estados con menor aumento en el empleo, tenían prohibición total del aborto y 8 de cada 18 estados donde el aborto está prohibido experimentaron una disminución más pronunciada en el crecimiento del empleo femenino que el promedio nacional.
Por el contrario, el análisis muestra que los estados con acceso al aborto generalmente experimentan mayores tasas de participación en la fuerza laboral femenina dentro de sus años óptimos para trabajar (entre 25 a 54 años). Los impactos negativos de las restricciones del aborto son significativos para las mujeres porque suelen tener tasas de participación en la fuerza laboral más bajas que los hombres y esto también se debe a la maternidad y el impacto del trabajo de cuidados que recaen en ellas, especialmente de sus hijas e hijos.
La investigación estima que, de no haberse prohibido el aborto, cerca de 360 mil 588 mujeres se hubieran incorporado al mercado laboral lo que representa un alcance de 4.6%, superando a la cifra nacional. De esta manera, el estudio advierte que entre mayor autonomía reproductiva tengan, existe mayor participación económica pudiendo tomar decisiones alineadas con sus objetivos personales, familiares y profesionales.
Salario
De acuerdo con las observaciones del estudio, entre 2021 y 2023, las trabajadoras en edad productiva con una jornada completa ganaron menos por semana que el promedio nacional en cada uno de los 18 estados con prohibición total de aborto. Dicho patrón se profundiza en quienes han experimentado disparidades salariales más significativas dentro de estos estados que en otros como se puede ver en la siguiente gráfica.

De esta manera, los salarios más bajos no solo afectan a las trabajadoras, sino que obstaculiza enfrentarse a una mayor inseguridad financiera, reduciendo así su satisfacción laboral y productiva. Las mujeres afrodescendientes y latinas se ven particularmente afectadas, puesto que se estima que en Misisipi el ingreso mensual para las mujeres afrodescendientes es de 700 dólares (178 dólares menos que la media nacional) y en Oklahoma las mujeres latinas ganan semanalmente 600 dólares (200 dólares menos que la media nacional), en ambos estados el aborto está prohibido.
Seguro médico
De acuerdo con el informe, el acceso a un seguro médico puede permitir a las trabajadoras abordar los problemas de salud de forma proactiva, mitigando el riesgo de complicaciones graves. Asimismo, cuando los empleadores ofrecen cobertura para la atención de la salud reproductiva, incluyendo métodos anticonceptivos y la atención del aborto, esto puede ayudar a las mujeres a tomar decisiones informadas sobre su cuerpo y a disminuir la incidencia de embarazos no planificados.
En 2023, poco más del 88% de las mujeres trabajadoras en edad reproductiva contaban con cobertura. De las aseguradas, el 65% contaba con planes de seguro médico ofrecidos por sus empleadores, mientras que el 15% dependía de Medicaid. Este patrón solo ha aumentado de manera moderada en el tiempo debido a la expansión de Medicaid en los estados, a la mayor movilidad laboral, las oportunidades de ascenso profesional y salarios más altos.
Sin embargo, persisten disparidades significativas. En Texas (estado con prohibición total del aborto) tuvo una de las tasas de cobertura de seguro médico más bajas en 2023 con 77% de la fuerza laboral y el 79% para las mujeres, en contraste, en Columbia (donde se protege el acceso al aborto) se reportó una tasa de 97% para ambos grupos.